(je te laisserai des mots - patrick watson)
Alguna parte del mundo / 9 de Julio / 08:34pm
Querida maestra:
Hoy Lucas faltó a clases, creo que fue porque pescó un resfriado, mañana después de la escuela lo iré a ver... resulta un poco incomodo cuando pasa eso, ya que sin Lu, Aiden y yo no nos hablamos. Ni siquiera nos pegamos una mirada pequeñita, pero hoy fue diferente.
Por la mañana tocaron la ventana de mi habitación. Era Aiden Bellerose, abrí la ventana con rostro somnoliento y el pelo enmarañado. Se rió en mi cara. Me gustaría haber dibujado el momento en que lo vi. El sol contrastaba con su silueta, y su sonrisa iluminaba todo. Le di una pequeña mueca de alegría y memoricé su rostro.
"Date prisa. No quiero llegar tarde por tu culpa." Dijo luego de cubrir su sonrisa con la manga del uniforme completamente hermoso que me encanta con toda la vida.
Solamente le asentí sin decir nada. Lavé mi cara, cepillé mis dientes, me puse el uniforme, peiné mi cabello y me perfumé con discreción, luego salí de la casa no sin antes recibir el almuerzo de mi hermana, despedirme y ponerme los zapatos fuera de la puerta.
"Toma." Oí de repente. Aiden me ofrecía una bolsita rosa con mis chocolates preferidos. Lo miré sorprendida. Mi frágil corazón comenzó a bombear tan fuerte, no por el hecho de que se hubiera acordado que son mis chocolates preferidos, bueno en parte sí, pero eran otras cosas. El entorno. Su ropa. Su rostro al entregarme la bolsita. Ese brillo en sus ojos azulados. La forma en la que el viento bailaba con su cabello azabache y sus mejillas sonrosadas. De pronto, me observó preocupado.
"¿Estás bien?" Su mano acarició mi mejilla, luego pasó a mi frente para comprobar la temperatura, quizás. Hace mucho tiempo alguien no me hacía eso. Mi madre era la única que lo hacía, después de todo es un método bastante antiguo para averiguar si existía fiebre o no. Moví mi cabeza rápidamente para despejarme un poco. "¿Ya no te gustan estos chocolates?" Oí.
"No, o sea si. Son mis favoritos... lo siento, me distraje." Mi voz salió temblorosa. Su toque me había puesto bastante eufórica.
"¿Qué te distrajo?" Parecía confundido.
"Algo hermoso... digo, algo maravilloso. Digo..." Una risa salió de su boca al escuchar como me trababa. Me puso feliz hacerlo sonreír.
Maestra, pasé todo el día con mi amigo. Aunque él era callado supe llevarlo. Almorzamos juntos y él me dio su manzana, luego de eso, como nos sobraba tiempo fuimos a la biblioteca. Nos sentamos en las sillas de una mesa vacía y ahí nos quedamos. Él leía un libro en francés, no recuerdo su nombre, mientras yo veía por la ventana abierta a un lado de donde estábamos. Me levanté y me asomé por ella para ver afuera, el sol pegaba fuerte y me hacía cerrar los ojos, pero aun así era hermoso. Sentí un brazo que rozaba el mío. Él se había levantado y estaba a mi lado, viendo el atardecer junto a mí.
No sabe lo roja que me puse. Él solo veía despreocupado el paisaje, pero no se alejaba, nuestros brazos estaban juntos y él no tenía ni una pizca de ganas por separarse.
Con mucho cariño, Haru.
ESTÁS LEYENDO
TIMIDEZ.
Teen FictionHaru es una muchacha japonesa demasiado sensible, tímida y enamorada que encuentra una manera para poder expresarse: enviarle cartas a su maestra de primaria. Una historia de aventuras, amor adolescente, crudas realidades y amistad incondicional. "...