Cap X. [Sonidos criminales]

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NARRA ____.
Dos semanas pasaron de aquella cena en casa con los hermanos Sardelli.
Nos hablamos todos los días. Se formó una buena relación. Cada tanto van a casa, o nosotras a las de ellos. Comemos. Salimos. La realidad es que son muy divertidos, y siempre que nos vemos, la pasamos muy bien.
En cuánto a Pato, si es lo que se preguntan, no perdimos contacto. Nos estuvimos juntando mucho ultimamente. Salimos. Fuimos al cine. A cenar. A bailar. Se quedó a dormir acá. Yo allá.
No somos nada, pero este lazo tan lindo que tenemos, es lo más cercano a una relación.
Estando con el, yo soy felíz.

La semana pasada tomaron a Giuli en el bar. Ella siempre venía cuando tenía tiempo, y el jefe vió que teníamos muy buena onda y química juntas. Por lo que decidió darle un empleo a ella también. Mi amiga renunció a Starbucks, y ahora trabaja junto a mí. El sueño de toda mejor amiga.
Las horas pasaban volando en el trabajo, entre chístes y risas con Loan. Un compañero. Se había hecho un buen amigo durante nuestra estadía en el trabajo.

Esta mañana me levanté, y sin hacer mucho ruido, me fuí a bañar.
Guido se había quedado a dormir.
No sé en qué andarán estos dos, pero se los vé bien. Cada vez más cerca. Ella va, el viene. Salen. Me hace realmente bien ver a mi amiga así, aunque es extraño.
Gastón... Él también viene, de vez en cuándo. Miran películas. A veces hay momentos tiernos entre ellos, como también existen las discusiones, y peleas.
Ella me dijo que el secreto moría entre los tres. Guido no podía enterarse de que exístían estos encuentros entre su hermano, y su... chica.
Pero el brillo en los ojos de Giuli al ver a Gastón, no era el mísmo que cuándo veía a Guido. Con el rubio era otra galaxia. Podía ser ella, sin ocultarse. Revelar esa ámplia sonrisa. Y fluír en lo espontáneo del amor. En cambio, con Gastón, todo era diferente.

¿Se habrá enamorado?

Salí de mi larga ducha, y me dirigí hacia mi habitación.
Me puse un poco de crema, y perfume. Ritual. Como el día estaba algo fresco, decidí ponerme una babucha gris adidas, una musculosa negra y mis pantuflas "pata de mounstro".

Me dirigí a la cocina, donde sorpresivamente, me encontré con Guido y Giuli. Quienes me estaban esperando con un tremendo desayuno.
Me senté junto a ellos, estábamos mirándo un poco de televisión.
Noticias, más específicamente.

Suena mi celular.
-¿Hola?- digo al ver que me correspondía un número desconocido.

Xxx-¡Buenos días! ¿Srta. Lara?- preguntó una voz.

-No, equivocado..- dije algo extrañada.

Xxx- ¿Puede decirle que tiene una hermosa cabellera castaña?- miré a mi amiga con los ojos gigantes.

- ¿De dónde la conoces?- pregunté casi gritando.

Xxx- ____, linda, yo conozco todo de ustedes.

Cortó.

Un balde de agua fría cayó sobre mi. Quise hablar, pero las palabras no me salían. Giuli y Guido me preguntaron qué pasaba.
Les conté, como pude.

Giuliana- ¿Qué?- dijo tornándose pálida.

Guido- ¿Quién es el hijo de puta? y, ¿cómo sabe que ella está con vos?- me preguntó- ¿Reconocés la voz?

Giuliana- Guido, pará con tantas preguntas- dijo observando que el aire me faltaba- ¿Estás bien? ¡Respirá __!

Guido llamó a Patricio, contándole un poco de lo que había pasado.
El morocho vino urgente.

Solo es imposible si lo crées. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora