Solo es imposible si lo crées.

[El sol está saliendo] Part. III [Explicaciones]

NARRA GIULIANA.
Abrí la puerta, y aquella imagen que se escondía tras ella, me impactó. Mi pequeña hermana, Morena, se abalanzó sobre mí. La abrazaba mientras las lágrimas se deslizaban por mi rostro. La extrañaba muchísimo.
Pude ver cómo mis padres me miraban, felices de verme. Los abracé muy fuerte. No podía creer que estén allí. El resto del mundo desapareció en ese momento. Sólo éramos nosotros, y éste cálido reencuentro.
Pude visualizar a una cuarta persona tras mis padres, mi otra madre. La mamá de _____. Quien me abrazó muy fuerte al verme.

-Felíz cumpleaños, hijastra- dijo entre risas, mientras algunas lágrimas se resbalaban por sus mejillas. Adoraba a esta mujer.

Se adentraron al penthouse, donde todos espectaban aquella situación. Los hermanos se miraban, tratando de descifrar quienes eran aquellas personas.
Mis padres miraron a los tres hombres, como si de algún lado los conocieran.

Guido se acercó a mí papá.
Tomó su mano y la estrechó.

Guido- Maestro, soy Guido- mi papá lo reconoció, aunque parecía en estado de shock.

Maximiliano- Loco, un gustazo. Soy Maxi, papá de Giuli- apretó su mano. Quizás fue por los nervios.

Guido se acercó a mí mamá, a quien saludó con un beso en la mejilla. Ella se presentó. Así con Morena, y con Pamela, la mamá de _____.

Luego, fué el turno de Gaston. Quien repitió los pasos de su hermano menor. Por último, Pato. Se acercó a mí papá y a mí mamá, a quienes saludó con mucho respeto. A mi hermana, que se notaba anonadada con este último. Lo vi en sus ojitos. Seguía cada uno de los movimientos de Pato. Y para finalizar, saludó a Pame.

Patricio- Señora, un gusto- la saludó- Soy Patricio. ¿Usted es...?

Pamela- Pame, la mamá de ____...- dijo buscándo a su hija con la mirada. Pato abrió los ojos como dos naranjas-... que de hecho, no la veo. ¿Dónde está?

Pude notar los nervios en mi mejor amigo. Tenía los huevos de moño. Se volteó para ver a _____, pero ella ya no estaba ahí.

NARRA _____.
Las náuseas se apoderaron de mí. Corrí hasta el baño, y lancé dentro del inodoro. Ya me sentía mucho mejor. Lavé mi rostro con abundante agua, y me cepillé los dientes. Salí del baño, más tranquila, pero aquella imágen hizo que me quedara perpleja algunos segundos.

_____- Ma...- susurré.
Una lágrima se desprendió de mí.
Caminé hacia ella, quien no despegaba la vista de mí. La abracé con toda mi fuerza. Mientras acariciaba su pelo. Estaba ahí. Conmigo. Era imposible-... Hola- dije en un sollozo.

Pamela- Hola china- dijo llorando ella también- te extrañé muchísimo- no me soltaba.

Nos alejamos un poco, pero instantáneamente volvimos a abrazarnos. Tras ella, pude ver a los papás de mi amiga. Me despegué de mamá.

_____- ¡No lo puedo creer!- dije y los abracé a los dos- ¡Hola!

Pude sentir su amor en ese tierno abrazo. Era remoto que estén ahí con nosotras, pero era tan real.
Miré a Morena, quien estaba observando la ciudad desde la ventana. Me acerqué a ella y la abracé por detrás.

Morena- ¡_____!- dijo y me abrazó por el cuello, mientras sonreía.

Giuliana y yo, los mirábamos como si fuera un sueño. Tras algunos segundos de sonrisas y lágrimas desprevenidas, los invitamos a sentarse y a servirse algo para tomar. Podíamos notar que estaban llenos de preguntas al ver a los Sardelli en el living de nuestra casa. Pero responderíamos a sus inquietudes, más tarde.