[Gran encuentro] Part. II

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NARRA GIULIANA.
Con _____ encerrada, y Patricio sin responder, Guido y yo nos estábamos quedando sin opciones. Las horas pasaban y casi nos acercábamos a la cena de esa noche, la que Guido había organizado.

Guido- ¿Querés que suspendamos?- preguntó apoyándo sus antebrazos en la baranda de la terraza- Podemos arreglar para otro día, amor.

Giuliana- No Gui, lo mejor va a ser seguir con lo programado- dije mirándolo- Mis viejos se re prendieron con la idea de juntarnos todos. Ellos dos saben que están invitados, y están avisados con lujo de detalles. Si quieren ir, ya saben dónde estamos...- dije firme.

No estaba enojada. Solo triste por la situación en la que nos encontrábamos. Odiaba ver a mi hermana así, y haría lo que fuera por ayudarla a sentirse mejor. Pero también sabía que aquel dolor era diferente, que no se arregla con un simple abrazo y frases clichés de consuelo.

Un ruido similar al de una cerradura se escuchó. Entré al pent, y pude visualizar a mi amiga dirigiéndose a la cocina.

Giuliana- ___, ¿Estás mejor?- pregunté, mientras me acercaba lentamente.

_____- Estoy re bien, Giu- la miré extrañada- No me pasa absolutamente nada- parecía una tomada de pelo.

Guido- China, si querés te podes quedar acá- le sugirió- Y organizamos algo para otro día cuando estés mejor.

Ella alzó sus cejas, y se empinó un vaso de agua. Parecía ahogarse en él.

_____- Deberías saber que soy una persona súper comprometida con sus obligaciones y compromisos- se la notaba fría- Fuí débil por un instante, nada más. Dije que iba a ir, y lo voy a hacer.

Giuliana- _____...- dije. Sabía que ella no era así.

_____- ¡No, "_____" nada!- dijo en un tono elevado- ¡Basta! Dije que voy a ir, y es lo que voy a hacer. Si me disculpan, tengo que hacer unas cosas- dijo. Pegó media vuelta, y se encaminó en dirección a su habitación. A mitad de camino, frenó. Apoyó su cuerpo contra la pared del pasillo, donde largó un sollozo ahogado.
Nos acercamos a ella, y la abrazamos a la par.

_____- ¡Perdón!- dijo arrepentida- Yo no soy así, es... Es que, no sé qué hacer- dijo.

Acaricié su pelo. Sequé aquellas lágrimas que circulaban por su rostro.

Giuliana- Anda, bañate. Arreglate. Ponete linda, como sólo vos sabes ponerte. Y vamos, ¿dale?- intenté convencerla. Funcionó.
Fué a ducharse.

Guido- Pato la bardeó, ¿no?- dijo mientras negaba con la cabeza- ¡Qué pendejo de mierda!

Giuliana- Amor, ¡____ está embarazada! Debe estar pasando por la crisis existencial más grande de toda su vida. Está alterada. Está sensible. Pero nada más, no creo que sea realmente para preocuparnos- dije mientras besé sus labios- Andá, arreglate vos también. Y en un rato nos vemos- dije tomando su mano y guiándolo hasta la puerta.

Él me arrinconó contra la pared.

Guido- ¿Me está echando, señora Sardelli?- presionó mis dos brazos contra la pared, mientras lentamente depositaba pequeños besos en mi cuello.

Yo sólo cerraba los ojos y disfrutaba de aquel placer.

Él se detuvo.

Solo es imposible si lo crées. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora