[El sueño que un día soñamos los dos] Part. II [La fiesta]

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NARRA GIULIANA.
Giuliana- ¡No lo puedo creer!- dije mientras miraba mi mano, el anillo.

Jamás me imaginé en esta situación. Casándome, siendo una princesa. El amor de mi vida, a mi lado. Mi familia y la suya, amigos, suyos y míos, reunidos, por nosotros. Mi mejor amiga, los chicos. La iglesia. Todo era mágico, de ensueño.

Al salir de la iglesia, tomados de la mano, un auto antiguo nos llevó a pasear por las calles de la cuidad. Para luego, dirigirnos a Puerto Madero, para la segunda parte de este festejo. Y por mi parte, mi favorita.

Al llegar, visualizamos a nuestros invitados. La recepción estaba funcionando perfectamente, por lo cual, todos levantaron sus copas al vernos. En nuestro honor.
Mi padres y los suyos, se acercaron a nosotros, felicitándonos y aprovechando la situación para conocernos mejor. Sólo había visto una vez a los padres de Guido, quienes habían estado fuera del país un par de meses. Hoy estaban acá, festejando con su hijo menor.

Pude visualizar a lo lejos a Pato y a Gastón, quienes estaban firmemente apoyados en la barra.

Giuliana- ¡Hola!- dije contenta, mientras abrazaba a Pato, y saludaba a Gastón.

Patricio- Estás hermosa boluda, posta. Muy- dijo piropeándome.

Los tres reímos.

Gastón se fue a conversar con sus padres, dejándonos solos.

Patricio- Che, está bueno esto- dijo observando el lugar, mientras una sonrisa pícara se asomaba por sus labios. Detrás de las palabras de mi amigo, siempre había un doble sentido.

Lo miré alzando una ceja, mientras sonreía de costado.

Patricio- ¿Qué?- dijo haciéndose el desentendido.

Giuliana- Dale, te conozco como si fueras mi hijo- ambos quedamos pensando luego de que dije eso, luego nos reímos- ¿La vas a encarar hoy? ¡No sabes lo muerta que está con vos!- dije, provocando que una pizca de esperanza naciera en mi amigo.

Patricio- No sé, boluda- dijo mientras se sacaba el saco- Parece que no quiere nada conmigo. ¡Me ataja todos los penales! Cuando le quiero hablar, se aleja. La miro y me evita, o me mira con cara de odio. Yo no sé si pueda recuperarla, Giu...- dijo algo triste.

Giuliana- ¡No seas boludo, Pato!- dije mientras acariciaba su espalda- Ella te ama, y me la juego a morir por eso. Intentá una vez más, ¡No perdes nada!- él me miró con ojos tristes- Hacele saber la verdad. Quiera escucharla, o no, es la única verdad.

Él me abrazó fuerte, y nos dirigimos a la barra del catering. Tomamos unos camarones, y seguimos viaje hasta mi familia. Que ya se encontraba en la pista.
Lo bueno de esta fiesta, es que no era convencional. La joda empezaba desde que llegamos, hasta que nos íbamos. Habían barras de tragos, y otras de comidas. Había bastante gente. Amigos, más que nada. Míos, del barrio, de mi ex-ciudad, de la facultad. De Guido, por supuesto, también. Gente del entorno mediático. Otros músicos. Actores. Gente importante.

La música bolichera sonaba, busqué con la mirada a ____, quien también me buscaba. Nos mirábamos cómplices.
Nos acercamos y bailamos como en los viejos tiempos. Parecíamos pendejas, y sí. Lo éramos.
Tomé su mano, y le dí una vuelta. Ella cantaba. Con sentimiento.

_____- "Conocí el amor.... ¡Y me fué como el orto!- cantaba. Yo la miraba con cara de "¿qué hace?".
Miré a Patricio, quien se encontraba en la zona alta del club, y parecía dolido por lo que mi amiga cantaba. Aún así, no perdía las esperanzas.

Solo es imposible si lo crées. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora