Cap. XVIII [Te voy a complicar la vida, porque sí]

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NARRA PATRICIO.
Quería y realmente necesitaba darle una sorpresa a ____. La extrañaba más que a nada en la Tierra. Convencí a mis hermanos de volver y posponer las fechas para dentro de unos meses.
Me cayó la ficha de que las chicas acabaron de salir de, probablemente, le peor situación de sus vidas. Estar para ellas es lo menos que podíamos hacer.

Me asusta la idea de volver a perderla. No quiero. No... Puedo.
Intento olvidarme de eso de todas las maneras posibles, pero aquella imágen de su cuerpo torturado, la delgadez de sus brazos. Su conciencia intranquila. Temo que nunca voy a poder superarlo. Jamás.

Decidí ir y sorprenderla en el pent. Y funcionó. Su rostro sorprendido y feliz al verme, vale por un millón, y juro que haría lo que fuera por verla siempre así. Doy hasta lo que no tengo por esa mujer. Mato y muero si es necesario.

¿Alguna vez les comenté lo enamorado que estoy?

Anoche antes de viajar, saque de una pequeña cajita un collar. Aquel bello collar. Marcó un antes y un después en mi vida.
Antes de el, estaba perdido. Sin rumbo. Entre mujeres y alcohol. Salía de un problema y entraba en otro. La imaginación era nula. No se me caían las ideas. Todo era tan distinto.
Después de el, todo tomó color para mí. Ella le dio color. Con su simpatía. Su simpleza. Su manera tan diferente de ver el mundo. Aprendí a ver las cosas con sus ojos. Mi inspiración... Es ella. Siempre la pienso. Siempre la tengo presente. Con cada canción. Cada recuerdo. Cada cosa que toco, tiene historia. Ella es increíble. De verdad.

Entramos al pent. Después de ese beso, supe cuánto es que ella me extrañaba.
Pasamos al living y nos sentamos. Ahí le expliqué mi idea de sorprenderla. Ella sonreía. Se veía realmente feliz de verme.
Giuli apareció en la situación. Corrió a abrazarme. Durante las giras se re preocupó. Nos estuvimos mensajeando. Es la mejor. Y sinceramente, la única amiga real que tengo.

Nos sentamos los tres y charlamos de todo un poco. Las miraba a las dos. Se veían mejor, y eso era como música para mis oídos. Mis hermanos, y ellas, son mi familia. Verlas bien, contentas. Verlas riendo, me llenaba el alma.

NARRA GIULIANA.
Ver a Pato en casa, me alegró más de lo que pudiera imaginar. Pero también me hizo pensar mucho más en Guido, quien estaba de camino, aún en viaje.
El peli largo tuvo la maravillosa idea de juntarnos todos y salir a comer una vez que lleguen sus hermanos. Quizás si la noche lo ameritaba, salir a bailar también.

Nunca había tenido tantas ganas de ponerme linda para salir.
¿Será por Guido?
Comencé a pensar qué ponerme. Cómo peinarme. Cómo maquillarme, lo cuál es extraño. Por lo general estos dramas los tiene ____.

Me paré del sillón, dejando a mis amigos en el living. Me dirigí a mi habitación. Tiré abajo mi armario. Necesitaba encontrar qué ponerme. Di vuelta todo. Me probé mil cosas, hasta que por fin, lo encontré.

NARRA _____.
La invitación de mi novio le daba esperanzas a este miércoles aburrido. Pactamos encontrarnos en un bar en la calle Corrientes, exactamente a las 9 p.m. Charlamos un poco más. Me preguntó si había podido hablar con mi familia, lo cual, no pude hacer.
Sé que necesitan que hable con ellos, pero evitarlos es lo mejor que me sale hacer. Contarles todo lo que me sucedió quizás no sea lo mejor. Pero, como de costumbre, Pato trató de convencerme de que era lo que tenía que hacer. Y quizás, tiene razón.
Guido y Gastón avisaron que ya estaban llegando, por lo que él se dirigió a su casa, para esperarlos y alistarse para hoy. No sin antes, despedirse con un beso. Lleno de pasión y dulzura, como los que acostumbrábamos.

Fuí a mi habitación, en busca de qué ponerme. Mi gran dilema.

NARRA GUIDO.
Las horas de viaje se hacían eternas. Quería llegar y ver a Giuliana. La extrañaba horrores y, realmente, necesitaba verla. Escucharla. Recordé que se acercaba la fecha de su cumpleaños. Ya estaba planeando una gran sorpresa para ella. Una que no olvidaría jamás.
Y claro estaba que por complacerla, verla feliz y tener la suerte de ver esa sonrisa hermosa, hacía lo que fuera. Hasta el capricho más mínimo, lo cumpliría. Si me pidiera una estrella, le bajo tres. Lo haría todo, por ella.

Solo es imposible si lo crées. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora