Capitulo 36: Adios Jace...

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- Estoy hasta la madre de esta puta escuela!.- Dije al llegar al aparcamiento de JS.- Ya me harté de maquillar mis malditos tatuajes, de levantarme temprano, de usar esta estupida ropa de anciana.
- Emily, basta! Desde que salimos de la jodida casa no has dejado de quejarte!
- Si yo quiero quejarme lo hago.- Sonreí y baje del auto, escuche su suspiro, mientras yo comenzaba a caminar dentro de el instituto.
- Son pocas las veces que recuerdo que eres mujer!- Gritó frustrado, seguí caminando sin prestar atención a su comentario. Llegue a prefectura, donde me senté en aquella silla, todos los días me la pasaba allí, mi rutina era vender a la salida, ya tenía a los chicos que compraban, y ellos ya me conocían... sabía que estaba insoportable, y es que desgraciadamente el ser mujer trae consigo tener la jodida menstruacion, y eso era lo que tenía. Bufé, detestaba esto, muchas veces había pensado en sacarme la matriz, y no era una broma, era cien por ciento en serio, pero Owen no me dejaba, decía que era una forma absurda de arriesgar mi vida, y que no iba a morir a lo estupido. Así que si de por sí mi genio no es el más lindo, así era mucho peor. Pasaron las aburridas horas en aquel silencioso salón, no tenía absolutamente nada que hacer, ni siquiera pasar las malditas amonestaciones, esta semana había sido la más tranquila, quizá los alumnos ya habían entendido, y eso era de lo más aburrido, recordé los días en que yo estaba en la preparatoria, fueron los días más divertido, y vaya que los disfrute, pero eso ya era pasado, no tenía por qué recordar todo eso. Estaba en el presente, con esta jodida vida, y así iba a permanecer...
- Megan!- aquel chico Zack entró a el salón, agitado, me miraba con ansias. Sabía que era lo que quería, pero yo no podía dárselo aquí. - Por favor.- susurro acercándose a mi. Me aparté y salí de el salón, arrastrándolo conmigo.
- ¿Qué demonios te sucede? Sabes que allí hay cámaras, imbecil?- El negó rápidamente.
- Por favor Megan, tienes que darme, la necesito.
- Zack, sabes perfecto que no puedes llegar así!
- Mierda! Dame la jodida droga.- Se acercó a mí apretándome de los hombros. Cerré mi puño y lo golpeé justo en el ojo. El chico se tambaleó y me miró completamente furioso.
- Escúchame bien, uno, que sea la última vez que se te ocurra hacer eso, y dos vas a decir que tuviste alguna pelea estupida, y tres en 10 minutos ve a el baño de chicos, en el tercer cubículo, debajo de el bote de basura te dejaré tres kg, ok?- El asintió y se fue. Deje la droga allí, y regrese a prefectura. Maldita sea, este chico cada vez era un problema, pero tan solo con él había vendido aproximadamente 100,000 dólares, y "El"estaba feliz de ello...
Pasaron y pasaron las horas hasta que llegó la hora de ir a el refugio, espere a Allek y nos fuimos, al llegar solo estaba Owen allí quien aun estaba vestido de profesor.
- Hola chicos.- Dijo sonriendo.- Les fue bien hoy?- Rodeé los ojos, Owen estaba muy de buenas.
- Eh... bien.- respondio Allek un poco confundido.
- Me alegro.- sonrió. Camine hasta las escaleras, dispuesta a encerrarme en mi habitación y dormir.
- Emily.- Dijo.
- ¿Que?- Lo mire fastidiada.
- Quiero que te quedes, necesitamos hablar.- Allek seguía de pie a lado de las escaleras.- A solas.- Dijo mirándolo. Allek subió las escaleras, suspire y camine donde Owen.
- ¿Como has estado?- Dijo sacando una bolsita de cocaína.- ¿Te ha ido bien en JS?- Dijo haciendo líneas en la mesilla de madera.
- ¿Que es lo que quieres?- escupí rodando los ojos. Río.
- No se puede ser amable contigo.- Dijo sonriendo.- ¿gustas?- dijo mirándome, negué rápidamente.- "El" quería que hablara contigo, y eso estoy haciendo.- Fruncí el sueño, ¿ahora que había hecho?
- Este sábado es cuando atacaremos.- ¿Ya? ¿Tan pronto?- Se que tú eres la mejor haciendo el trabajo Emily, pero desde que ese tal Jaxon comenzó a seguirnos has hecho muchas estupideces.- cerró los ojos y fue cuando inhalo el polvo.- necesito que me digas el por qué.- Dijo mirándome.
- El por qué de ¿que?- Dije sentándome en el sillón.- No es nada, se que no he estado completamente en el trabajo pero tampoco es fácil dejar a tu familia.- Mentí el asintió.
- No sé si sea difícil, ni me interesa.- Inhalo otra línea de coca. Por un momento había olvidado que Owen no sentía nada por nadie.- mi obligación querida Emily es hacerte entender que tienes un maldito trabajo y que si no haces las cosas como debes te irá mal.- Se puso enfrente de mi.- ¿Sabes que siento que te está pasando? - Se inclinó hasta a mí. Me miró directamente a los ojos, aquellos ojos verdes que estaban oscurecidos y con las pupilas dilatadas, ya estaba ligeramente drogado.- Te estás ablandando, no se la razón, pero sé que has estado llorando, y eso no lo habías hecho tenía mucho.- Me tense, Owen tenía razón, por algún jodido motivo lloraba mucho.- Yo voy a arreglar eso.- Tomo mi cabello con fuerza y camino hacia fuera de la casa arrastrándome consigo.
- Mierda Owen!- Dije cuando me soltó. Saco de sus jeans las llaves de su auto, un Mazda 2016 blanco y camino hacia el.
- Sube.- ordenó arrancando el auto, obedecí. El saco una cajetilla de cigarros y me la dio, desgraciadamente Owen conocía mis hábitos, sabía que en ese momento necesitaba cigarros, encendí uno.- Estoy harto de que ya no seas la misma maldita de antes, "El" también lo está.- Dijo mientras manejaba a toda velocidad a algún lugar a las afueras de Nueva York.
- Sigo siendo la misma.- Dije soltando el humo.
- Si.- asintió sonriendo.- pero por falta de sangre te estás ablandando.- entonces entendí que quiso decir, ya no habíamos asesinado a alguien, y el sabía que eso me tenía con la cordura un poco más estable, supuse a donde me llevaba.
- ¿Vamos a matar a alguien?- pregunte curiosa. El río.
- Ya lo veras.- En sus ojos pude notar aquel destello de crueldad que siempre tenía cuando quería que hiciera algo por el. Owen era un hijo de puta, era el hijo de puta más grande que había conocido en mi vida, estaba completamente loco como para lograr que yo hiciera algo más loco de lo que el había hecho, me había enseñado a manipular a la gente como él lo hacía conmigo, más sin embargo el lo hacía mejor, Owen era quien me mandaba, seguía sus órdenes a pesar de no querer, no tenía elección, el me había creado, siempre estaba al tanto de mí y de lo que hacía, había sacado el peor lado de mi, y ahora estaba molesto por qué estaba dando mi brazo a torcer y el no lo permitiría, aunque me costara aceptarlo Owen era mi salvación cuando yo estaba débil, quizá no en un buen concepto, pero me hacía más fría.
- Llegamos.- Dijo con una gran sonrisa al estacionarse en la entrada de un pequeño pueblo cerca de N.Y- Acompáñame cariño.- Bajo del auto y lo seguí. Era una carretera, donde había un gran letrero que decía "Bienvenidos a Bridsall", los autos pasaban a toda velocidad, Owen subió las escaleras hacia donde parecía un  faro de luz apagado.- ¿Que esperas?- gritó desde arriba, subí.
Todo estaba oscuro y había un olor desagradable, Owen encendió una lámpara y sonrío. Mire todo el lugar, había sangre y cuerpos muertos, parecía un jodido matadero, vaya que Owen había estado divirtiéndose.
- ¿Recuerdas que Joe había visto a Jace?- Susurró en mi oído.- Lo encontré.- Me paralice por completo, ¿En que jodido momento lo había hecho?- Y está aquí.- solté un pequeño suspiro, ¿lo había matado? El río.- No, no lo asesine.- Dijo arrastrando los pies mientras caminaba hacia una puerta de metal.- Está aquí.- señaló la puerta hablando en voz baja, como si alguien lo pudiese escuchar seguido de una carcajada.- Creo qué sabes que es lo que quiero que hagas.- se encogió de brazos. Pensé lo peor, por qué viniendo de Owen era exactamente eso lo que quería.- Córtalo en pedacitos.- Abrió la puerta dejando ver a Jace, estaba arrodillado con las manos amarradas detrás de su espalda, tenía una venda negra en los ojos y al escuchar la puerta abrirse levanto su rostro. Sentí una pequeña opresión en mi pecho, ver al chico que me intentaba proteger en ese estado era algo escabroso, tenía cierto afectó hacia Jace, él me había defendido tantas veces.
- Ven.- Dijo entrando a aquella habitación.- ¡Que vengas, maldita sea!- Con pasos lentos pero firmes lo seguí, la respiración de Jace era agitada pero cansada, ¿cuantos días llevaba encerrado allí?- Hola Jacyyyy!- alargó Owen caminando al rededor de el chico.- Adivina quien está aquí.- su tono era burlón y cínico.- ¡Así es! ¡La chica que te dejo ir!- demonios, ya lo sabia.
- ¿Em-ily?- Dijo con una voz apagada. Owen río y le quitó la venda de los ojos, o más bien... Jace ni siquiera.... Jace tenía dos huecos donde deberían ir los ojos, su cara tenía manchas de sangre seca y suciedad. Solté un ligero grito ahogado.
- Pero qué bello reencuentro.- Dijo Owen.- ahora a lo que venimos.- caminó hasta mi, dio un ligero beso en mis labios y siguió de largo hasta un pequeño cuarto en la esquina de donde estábamos, se escuchaban ruidos, como si buscara algo.
- Em... - Susurró Jace.
- Hola.- Espete fríamente mirándolo, aquellos ojos grises ya no estaban, esto parecía una jodida película de terror, pero no era así, era mi vida.
- ¡Regrese!- Dijo Owen saliendo de la pequeña bodega.- ten.- dijo dándome una sierra eléctrica.- Ya sabes.- Señaló a Jace.- *Tsss* *Tsss*- empezó a interpretar el ruido de la cierra. Sabía que hablaba en serio, pero esto era de pensarlo, ¡Demonios! ¿Era capaz de hacerle eso a Jace? ¿A el chico que me defendía de Owen?- Oh vamos Emily! ¿En serio lo estás pensando?- Pregunto mirándome.- ¿Sientes lástima por este imbécil?- Frunció el ceño. Ojalá fuese lástima, sentía afecto por Jace, por algún motivo lo había dejado ir aquella ocasión, desgraciadamente no sería así está vez, tenía que hacerlo. Encendí la sierra, Owen sonrió ampliamente.
Comencé a caminar lentamente hacia Jace quien gritaba a todo pulmón. Yo había intentado salvarlo de nuevo, lo había buscado para pedirle que se largara, intentar ayudarlo, era irónico ya que la que lo iba a matar era yo.
Trague en seco y di un paso más, coloqué la sierra a un lado de su cuello.
- ¡Owen, no hagas esto!- Gritó, Owen rió.
- Amigo.... la que va a hacerlo es Emily.- Dijo con burla en su voz.
- Adiós Jace...- Dije. Apreté mis ojos y pegue la sierra a su cuello, sus gritos eran jodidamente atormentadores, su sangre cayó sobre mi rostro y cuerpo, vi su cabeza caer a un lado de su cuerpo, y escuche la risa maquiavélica de Owen, ¿Que mierda acababa de suceder?
- ¡Joder!- se acercó Owen a mi.- Vaya que te evalúe mal.- Dijo acariciando mi mejilla.- Sigues siendo la misma chica, la misma ardiente chica.- Deje caer la sierra y salí de aquella habitación, baje de el faro y camine hasta el auto, no me sentía tan mal como esperaba, ¿Que más daba? Era solo una vida más con la que mi conciencia tenía que cargar, no sabía nada de Jace, y el querer ayudarlo solo era pura puta lástima, o al menos tenía que convencerme de eso si quería seguir viviendo "en paz", no estuvo tan mal después de todo.
Owen subió al auto aún con aquella sonrisa victoriosa en su rostro, había hecho lo que él quería, y eso lo mantenía jodidamente feliz...
Llegamos a casa, donde los gemelos me vieron completamente extrañados cuando entre, tal vez ver a una hermosa chica de estatura promedio básicamente repleta de sangre en todo su cuerpo y fumando un cigarrillo no era calvo que vieran todos los días, o al menos no en muchísimo tiempo.
Entre directamente a darme una ducha, mientras cantaba cualquier canción que a eme viniera a la mente, salí y me coloque la pijama, tenía muchísimas ganas de coger con Owen, pero por más enferma que estuviese no lo haría, no podía, estaba en mis días.

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Creo que debo una gran disculpa por no escribir antes:(
Realmente lo siento, he tenido demasiados deberes en la escuela y así, no me había dado tiempo de entrar y escribir.
Pero pues aquí estoy de nuevo, espero les guste este capítulo.
Gracias por leer y me ayudarían votando. ❤️

La Gran Mafia (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora