🌹 Capítulo 10 🌹

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Mis manos tiemblan y la sangre sale a chorros de mis brazos, rápidamente corro y me amarro una venda en las heridas para que dejen de sangrar

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Mis manos tiemblan y la sangre sale a chorros de mis brazos, rápidamente corro y me amarro una venda en las heridas para que dejen de sangrar... No quiero morir, sólo quiero sufrir o sentir algo que por un momento me calme. Ya no sé cómo escapar, soy tan estúpida y lo sé, sé que cualquiera en la calle que me viera me diría que soy una infantil, inmadura y con falta de atención. Por favor... Sólo lo hago por mí y nada más por mí.

Tenía a mi padre que nunca quise, nunca tuve a mi madre y nunca la necesite, y aún así nunca he pensado que mis problemas son a causa de ellos porque principalmente ellos no me importan, mis problemas son míos porque son las consecuencias de mis acciones. Esto no significa nada y lo sé, sé que yo soy el problema y que necesito ayuda pero no quiero aceptarla, no quiero buscarla, no quiero tenerla. Simplemente dejaré que cuando me muera, piensen de mí lo que ellos quieran, no me importará el cómo me vea después de mi muerte, total, ya estaré muerta.

Comienzo a llorar y Gerard aparece en mi cabeza cuando no lo quiero, cuando no lo necesito, cuando no lo busco, el problema es que yo a él aún lo amo y lo anhelo.

Me recuesto en la cama y dejo que su recuerdo me lleve a un hermoso y profundo sueño.

(...)

Escondo las vendas entre mi chaqueta y gimo al lastimarme torpemente las heridas. Cierro la chaqueta y tomo la mochila para ir a la escuela.

Minutos después ya me encuentro en las instalaciones de la escuela, recorriendo tranquilamente sus pasillos para ir a mi primera clase del día: Geografía.

Busco un asiento y espero pacientemente a que el maestro llegue... No debe tardar mucho.

(...)

La penúltima clase termina, el maestro me observa curiosamente y se acerca a mí. Frunzo el ceño y lo miro a los ojos.

—Señorita Anderson, ¿qué tiene ahí?

Me confundo un poco por sus palabras y él toma mis manos. Empieza a subir levemente las mangas de mi chaqueta y yo me alejo rápidamente de él.

—¿¡Qué está haciendo!? —grito exasperada y me alejo rápidamente de él.

—¡Sabía que algo tenías tú! —exclama triunfador.

Trato de ignorar el hecho de que ignora que me está lastimando sólo para felicitarse en su gran descubrimiento.

En un momento me descuido y sube completamente mis mangas, las vendas con sangre salen a la luz y puedo notar su seriedad y la gravedad del asunto en su rostro... Me llevará con el director.

Alone... In The Dark (Gerard Way)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora