🌹 Capítulo 34 🌹

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Lloré y me abracé a mi almohada tratando de encontrar un poco de calor

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Lloré y me abracé a mi almohada tratando de encontrar un poco de calor. Diablos, me siento incluso culpable al estar llorando, quiero decir, nuevamente yo tomaba esta decisión y la tomaba consciente de que ambos sufriríamos totalmente... Pero, cómo me gustaría alejar todo dolor que esté cerca de él.

Mi teléfono suena y rápidamente me levanto a contestarlo.

«¿Será Gerard?» me pregunto mentalmente, sintiéndome esperanzada. Contesto, pero otra voz me recibe.

—¿Hola? ¿Hablo con Lucia Anderson? —pregunta la voz en el teléfono y casi se me para el corazón cuando la escucho.

—¿Frank? Dios, ¿eres tú, Frank? —pregunto asombrada.

—¡Lucy! ¡Dios, que alegría escuchar tu voz! —exclama contento y siento las lágrimas acumularse en mis ojos.

—Oh por Dios, Frank, no puedo creer que me estés llamando... ¿Cómo conseguiste mi número?

—Gerard me lo pasó —dijo y me quedé callada al escuchar su nombre—. ¿Qué pasa? ¿Por qué te quedaste callada al decir su nombre?

—Ay Frank, si supieras todo lo que pasa por acá —murmuré suspirando con tristeza.

—Ay Lucy, no me lo quiero imaginar. Pero quiero decirte que pase lo que pase no lo menosprecies, es un buen tipo y me ha dicho que lo último que le gustaría hacerte a ti es daño, y le creo sinceramente —comentó hablando serio.

—¿Quién eres y qué le hiciste a mi amigo? Por favor, tú nunca dirías eso de Gerard —dije sonriendo.

—No, hablando en serio, él está completamente enamorado de ti —dijo y me quedé callada sintiendo mi corazón comenzar a latir más rápido—. Créele en todo lo que te diga, Lucy, no es un mal tipo, sólo está tratando de entrar por tu tan cerrado mundo.

—¿Sabes? Creo que malinterprete tu comentario —dije y ambos estallamos en una carcajada.

—Ay Lucy —dijo recuperándose.

Sonreí con melancolía, cómo extrañaba reír con él de nuevo.

—¿Y cómo estás? En serio, no sabes cuánto lamento haberte dejado así de la nada, en serio me he sentido la peor persona del mundo.

—Está bien, creo que te comprendo. Bueno, yo en realidad... Ya me casé —dijo y abrí los ojos como platos.

—¿¡Te casaste!? —pregunté asombrada.

Alone... In The Dark (Gerard Way)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora