🌹 Capítulo 32 🌹

158 14 15
                                    

El timbre sonó y me separé de él limpiándome las lágrimas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


El timbre sonó y me separé de él limpiándome las lágrimas. Bajé la mirada y me quedé en silencio, aún no podía creer que esto estuviera sucediendo.

—Puedes faltar a las siguientes clases y escaparte conmigo —comentó y de inmediato negué con la cabeza.

No sabía qué hacer ahora, pero no podía irme de la escuela como si nada ni podía dejar a Ray... Oh por Dios, hasta ahora me acuerdo de él. Gerard acercó su mano a mi rostro pero rápidamente me levanté de las gradas, frunció el ceño e hizo lo mismo que yo.

—Ray también debe ir a clases y debemos ir juntos. Le debo muchas respuestas y él ahora es mi amigo —dije bajando la mirada sintiendo nuevamente palpitar rápido mi corazón.

—¿Qué? ¿Es por ese tipo? Lucy, ¿tienes idea de cómo se quedó Frank en Nueva Jersey? Sabes que siempre le tuve un poco de odio pero también me ponía mal cuando me pedía que lo ayudara a que viniera conmigo para poder verte y hablarte una vez más —dijo y yo inmediatamente levanté la mirada en cuanto escuché hablar de Frank.   

Mi rostro se deformó en mucha aflicción y por un momento quise volver a abrazarlo. Por Dios, no me puedo imaginar a Frank en ese estado, realmente nunca quise herirlo, yo sólo... Pensé en mí misma. 

—Lucy, en realidad no tenía idea de que tú estuvieras aquí —murmuró y lo miré un tanto incrédula—. En serio, cuando te fuiste no tenía idea de dónde estabas y nunca pensé que podría llegar a encontrarte nuevamente, pensaba que estarías en Los Angeles o incluso en Las Vegas... Ya no creía que podía volver a verte. Así que hice mis maletas, renuncié y el director me contactó con un colega que trabaja aquí en Brooklyn, y obviamente acepté el trabajo. Nunca pensé que estarías estudiando en el mismo instituto donde yo trabajaría.

—¿En serio?

—Sí, llegué aquí hace una semana y renté un departamento casi inmediatamente llegando —dijo.

—Espera... —Fruncí el ceño y bajé la mirada pensando—. ¿Tú me estuviste espiando y me perseguiste a todos lados? ¿Eras tú quien siempre pensaba que alguien me observaba? —pregunté un tanto ofendida pero principalmente sorprendida.

Bueno, tal vez por eso había soñado tanto con él y sentía que algo me pasaba. Él bajó la mirada apenado y se quedó callado.

—¡Sí, eras tú! Oh por Dios, y todo este tiempo pensé que estaba loca —exclamé molesta—. Sabes, mejor haz tu trabajo y concentrate en eso, Gerard, sólo quería no volver al pasado y llegas tú y lo traes contigo. Sólo... Aléjate.

Y me alejé antes de que pudiera contestarme algo. Me dolía ser tan dura con él, pero él mismo lo dijo, no me esperaba ni me buscaba, entonces ningún destino volverá a juntarnos para volver a poner patas arriba todo nuestro mundo. Agh, sólo quería llorar y volver a casa con Ray.

(...)

Cerré la puerta del departamento y suspiré cansada. Siento que esta vez olvidaré lo que iba pasar con Ray, pero sólo porque al parecer él también quiere olvidarlo. No ha dicho ninguna palabra de eso y la verdad es que eso me tiene un tanto confundida.

Alone... In The Dark (Gerard Way)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora