Su personalidad no tenía límites en la depresión, su mundo se venía abajo con cada día que pasaba... Sólo quedaba esperar a que un día todo eso acabara... O que alguien más llegara a su vida a salvarla.
***
-Sólo quería mantenerte feliz todo lo pos...
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Abrí los ojos mientras levantaba la cabeza confundida, y escuché pequeños quejidos fuera de mi habitación, fruncí el ceño pero luego llegó el recuerdo de todo lo que pasó ayer a mi mente.
Me levanté un tanto adormilada y salí de mi habitación tallando mis ojos. Gerard se encontraba ya despierto y llevando sus manos a su cabeza fuertemente por el dolor. Suspiré y me acerqué a él lentamente.
—Hola —susurré y él rápidamente levantó la mirada hacia mí.
Abrió los ojos como platos y quitó la mirada de mí un tanto sonrojado, arrugué el ceño y me di cuenta de tenía unos shorts muy cortos y una blusa blanca suelta bastante ligera y translúcida. Crucé mis brazos escondiendo mis pechos y yo también me sonrojé, aunque no tenía mucho sentido, ambos ya nos habíamos visto sin nada antes.
—Hola —saludó al fin.
Hubo un pequeño silencio incómodo.
—Yo... Lo siento, no recuerdo mucho de lo que pasó anoche pero la verdad es que nunca quise venir a molestarte —dijo sin mirarme y con el rostro caído.
—No es una molestia —murmuré —. Decías cosas graciosas anoche —comenté con una pequeña sonrisa y él me miró un tanto apenado.
—Vaya, nunca pensé que pudiera beber tanto en una noche... Nunca lo hago y tal vez por eso me puse tan mal —dijo bajando la mirada y rascando su cabeza.
—Sí, entiendo —dije algo incómoda.
¿Qué se supone que haga ahora? Él está nuevamente delante mío, apenado, con dolor de cabeza y hecho un desastre, y yo, bueno yo estoy completamente confundida. Todas las cosas que dijo anoche... No sé si debería decir algo sobre eso o quedármelo como un preciado secreto. Él suspiró y se levantó del sofá.
—Creo que debería irme... Seguro tienes que hacer muchas maletas —dijo con pesadez en su voz y yo tomé rápidamente su mano.
Él pareció confundido y volteó a verme lentamente, yo en cambio me mantuve callada y acaricié un poco sus nudillos repetidas veces... No quería que se fuera.
—Frank habló conmigo anoche —susurré sin apartar la vista de nuestro agarre.
—¿Ah, sí? ¿Y qué te dijo? —preguntó fingiendo sorpresa.
Sonreí mentalmente y levanté la vista a mirarlo... Si él supiera que anoche cuando estaba ebrio hasta declaró su amor por mí claramente.
—Quiere que me quede —dije y él levantó una ceja sorprendido —. Quería irme y desaparecer de todos pero ahora sólo quiero ser sincera contigo, siento como que pasaron años desde la última vez que fui sincera contigo y ahora sólo quiero hablar con toda la verdad. Gerard, desde que nos distanciamos tantas veces antes me he sentido totalmente destrozada, y todas las veces que nos hemos hecho daño el uno al otro por alejarnos, y ahora lo sé, sé que no sé qué hacer —murmuré y ambos nos sentamos en el sofá —. Conocí a Frank tiempo después de que ambos decidimos alejarnos, cuando apenas comenzaba algo entre nosotros, y él... Bueno, él ha sido una gran ayuda para no partirme en pedazos todo este tiempo, pero eso no ha sido suficiente, y nunca lo será si yo sigo cerca de ti mientras estamos separados.
