🌹 Capítulo 18 🌹

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Abrí los ojos y sentí un brazo rodear mi cintura, miré a un lado y vi que Frank estaba peligrosamente cerca de mí

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Abrí los ojos y sentí un brazo rodear mi cintura, miré a un lado y vi que Frank estaba peligrosamente cerca de mí. Así que salté de la cama y decidí dejarlo dormir mientras me arreglaba para la escuela. 

20 minutos después ya estaba lista y fui a despertar al bello durmiente para desayunar algo juntos. La verdad es que no tenía muchas ganas de bromear así que simplemente lo desperté como se debe despertar a una persona.

—Wow, pensé que me despertarías con una botella de agua sobre mí o con algo gracioso —dijo hablando ronco porque se acababa de despertar.

—Lo siento por no molestarte. Tengo escuela en una hora y vamos a desayunar ahora o llegaré tarde —dije quitándole la sábana.

—Agh, ¿quién se despierta a las 5:30 A.M.? —se quejó volviendo a acostarse.

—Alguien con futuro —dije burlona y él gruñó—. Anda, volviste a la escuela, Frank, o te levantas temprano o la gira se cancela.

Bufó y se levantó de la cama con pereza. Unos minutos después ya estábamos desayunando en una cómoda charla de cualquier cosa. 

—Recuérdame nunca volver a quedarme en tu casa —dijo y bostezó.

—Recuérdame que debo recordarte no volver a quedarte nunca en mi casa —dije casi terminando mi cereal.

—Qué caso tiene entonces.

—Eso mismo digo —dije y él sólo sonrió divertido.

Ambos terminamos y lavamos los platos rápidamente.

Me despedí de Frank con un abrazo y ambos bajamos hasta la puerta principal.

—Nos vemos entonces —dijo, pero yo abrí los ojos como platos, recordando así que había olvidado mi celular en la mesa y no podía dejarlo, no quería dejarlo.

—Está bien. Mmmm, me olvidé de mi celular arriba, pero si quieres puedes irte —dije apurada y él asintió.

Comencé a caminar hacia el ascensor, pero una voz familiar llamó mi atención y me detuvo por un momento.

—Buenos días —dijo esa voz.

Volteé a ver y me di cuenta de que era Gerard hablando con Frank.

—Buenos días, señor —saludó Frank, formal.

—Por favor, tengan sexo en silencio, las paredes parecen de papel —dijo y mi cara se quedó pálida al escuchar eso.

El ascensor llegó y yo me metí rápidamente en él.

¿Qué diablos fue eso?

(...)

Miré al frente y vi a varias chicas que pasaban riendo felices. Debo decir que aún con todo este tiempo que he visto muchas más personas así, aún me recuerda que soy una jodida solitaria.

Alone... In The Dark (Gerard Way)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora