Me desperté asustada y mi cabeza se mareó por un segundo.
—Gracias por darme los mejores días de mi vida.
—Gracias por estar en ellos conmigo —dijo Frank sonriendo melancólico y ambos nos abrazamos.
—Nos vemos luego —me despedí de él y me alejé de ahí...
Los recuerdos de la noche pasada me inundaron y sonreí con nostalgia. Apenas ayer llegué del viaje y ya quiero volver. La alarma suena y me asusta un poco. Vaya, ya faltaban pocos minutos para que me despertara.
Me levanto de la cama cansada y me meto al cuarto de baño, miro el traje de baño rojo que la amiga de Frank me había regalado y vuelvo a sonreír... Bueno, ya he sonreído dos veces este día. Guardo el traje de baño y me doy una pequeña ducha.
Minutos después ya voy caminando hacia la escuela y mi corazón comienza a latir fuertemente, hoy veré nuevamente a Gerard después de una semana y no sé si esté preparada después de la última vez que nos vimos.
«Se veía mal, eso te lo aseguro yo mismo» recordé lo que Frank me había dicho en la campaña y ladeé la cabeza pensativa. Creo que lo mejor sería disculparme y ver que pasa después, me comporté de lo peor con él y ni siquiera éramos nada.
Entro a la escuela y todos me miran raro, trato de ignorarlos y voy directamente a mi primera clase. Tres clases después toca la campana indicando el recreo y me tomo mi tiempo para recoger mis cosas.
—...ya no es el mismo —dijo lo que parecía ser la voz de una chica, llamando mi atención.
—Lo sé, antes era más alegre, más sexy, ahora parece estar todo el tiempo amargado y deprimido —contesta otra voz femenina y creo saber de quién están hablando.
—Eh, que el profesor de Inglés sigue siendo sexy incluso cuando está deprimido —dijo la chica y ambas soltaron unas pequeñas risas.
—Ya, ya, lo sé, aunque creo que se parece un poco a... —dijo una de las chicas y sabía que se refería a mí.
—¿Sí, verdad? —susurró la otra chica.
—¿No será contagioso? —preguntó asustada.
«¿No serán idiotas?» dije en mi mente y salí de ahí.
Fuí a la cafetería y pedí lo primero que encontré, miré a mi alrededor y decidí buscar otro lugar para comer. Así que decidida, salí de la cafetería y fui al patio trasero, tal vez ahí hayan menos personas.
Pero cuando llegué ahí, mi corazón comenzó a palpitar rápidamente... Gerard estaba sentado en una mesa mirando fijamente a la nada. Decidí sentarme en una mesa alejada pero con la vista hacia él, no quería que me viera, no sabía qué decirle ahora.
ESTÁS LEYENDO
Alone... In The Dark (Gerard Way)
RomanceSu personalidad no tenía límites en la depresión, su mundo se venía abajo con cada día que pasaba... Sólo quedaba esperar a que un día todo eso acabara... O que alguien más llegara a su vida a salvarla. *** -Sólo quería mantenerte feliz todo lo pos...