Levanté mi cabeza aburrida, y miré a Frank platicando alegremente con sus amigos. Me levanté de la mesa y dejé el dinero que tenía que pagar por los pastelillos que me había comido. Me acerqué a él y le susurré en el oído.
—Me tengo que ir... Nos vemos mañana en la salida de la escuela —dije y él asintió algo preocupado, aunque no dijo nada.
Me despedí de los chicos saludándolos con la mano y salí del establecimiento con pesadez al caminar. Empecé a andar con la mirada baja y no me di cuenta que un auto estaba a un lado de la cera siguiéndome a mi paso. Me paré inmediatamente y me percaté de que no podía ver dentro del auto, pues era de esas ventanas oscuras que sólo ves de adentro hacia afuera.
El carro bajó la ventana y me sorprendí al ver a Gerard como el conductor... ¿Qué hacía ahí? ¿Me estaba siguiendo acaso? Suspiré y miré a ambos lados de la calle para asegurarme de que nadie me viera, y entré en el auto así sin más.
Me puse el cinturón de seguridad y el auto arrancó. Recosté la cabeza en mi hombro levemente y cerré los ojos dejándome llevar. Me sentía muy cansada y no había podido dormir los últimos tres días, así que casi de inmediato me quedé dormida en el camino.
(...)
Sentía como alguien acariciaba mi mejilla y abrí los ojos un poco adormecida, Gerard estaba a un lado de mí mirándome tiernamente, y seguido de ésto, me desabrochó el cinturón de seguridad. Me confundí por un segundo pero después recordé que me había quedado dormida en su auto.
—¿Quieres que te lleve hasta tu departamento en mis brazos? —preguntó sonriendo.
Mi rostro cada vez se fue afligiendo cada segundo que pasaba y eso a él lo confundió.
—¿Cómo puedes seguir jugando conmigo aunque ya no seamos nada? —dije con la voz cargada de tristeza —. Me lastimas, en lo más profundo de mí, Gerard, me lastimas en el corazón.
Él frunció el ceño y acarició nuevamente mi rostro.
—No entiendo nada de lo que dices, Lucy, todo este tiempo lo último que quisiera hacerte a ti es herirte —dijo y alejé su mano de mi rostro lentamente.
—Ya no quiero hablarte, ni mirarte, ni tocarte, ni estar cerca de ti... De todos modos ya no puedo —dije y las lágrimas comenzaron a caer como cascadas por mis mejillas.
Él suspiró y sus ojos también se pusieron cristalinos.
—Lucy... —lo interrumpí.
—No, sólo eres un demonio disfrazado de ángel, Gerard, no sigas fingiendo que no sabes lo que pasa porque sólo lo empeoras... Sólo me empeoras —dije y abrí la puerta con intención de dejarlo ahí pero me detuvo.
—Lucy, no hagas esto más, sólo es un círculo vicioso y eso sí nos empeora a los dos. Lucy sólo quiero estar contigo, olvidémonos de los demás y bésame ahora por favor... Ambos lo necesitamos ahora más que nada.
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Alone... In The Dark (Gerard Way)
RomanceSu personalidad no tenía límites en la depresión, su mundo se venía abajo con cada día que pasaba... Sólo quedaba esperar a que un día todo eso acabara... O que alguien más llegara a su vida a salvarla. *** -Sólo quería mantenerte feliz todo lo pos...