🌹 Capítulo 37 🌹

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¡¿Qué demonios hace Gerard en natación?! Por favor, no puede seguirme a todos lados

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¡¿Qué demonios hace Gerard en natación?! Por favor, no puede seguirme a todos lados.

Me acerco a él, me da la espalda así que yo pongo mi mano en su hombro y él inmediatamente voltea un poco brusco. Frunce el ceño al verme y deja la tabla con clip en la mesa de enfrente para prestarme atención.

—¿Qué pasa? La sala para porristas no es aquí —dice y yo lo fulmino con la mirada.

—No estoy anotada para entrenar con las porristas. ¿Qué haces tú aquí? ¿El salón de Inglés se te perdió acaso? Porque parece demasiado claro que por las piscinas esto no es un salón de Inglés —dije un tanto molesta. Me miró divertido y cruzó sus brazos.

—¿Así que serás mi alumna en natación, eh? —dijo molestándome.

—¿Así que te convertiste en profesor de natación de la noche a la mañana? Eso sí es un gran logro, tus padres deben estar muy orgullosos de ti —dije levantando el mentón. Él mordió su labio, claramente irritado.

—El profesor Mullan ha renunciado y yo tuve que ocupar su puesto —informó volteandome la mirada.

—Ummm, ¿entonces serás como una niñera educativa? Vaya, hasta qué punto decidiste perder tu dignidad —comenté y él levantó una ceja sorprendido.

—Y tú, nunca pensé verte en bañador, de hecho pensé que no te inscribirías a ningún curso. Pero tal parece que alguien se enteró de que una persona especial sería maestro de natación y decidió anotarse en ese curso para así poder verlo aún después de la semana en la escuela... ¿Acaso estoy equivocado? —preguntó y yo fruncí el ceño molesta.

—Simplemente te diré lo mismo que te dije cuando volviste a aparecer en mi vida: Sólo haz tu trabajo y déjame en paz —dije e iba a alejarme de ahí pero él me tomó de la cadera y me atrajo a él.

—¿Desde cuando estás tan molesta conmigo? La última vez sólo recuerdo haberte comido los labios a besos y haberte dejado jadeante —dijo sujetándome fuertemente por la cintura y hablándome en una gran cercanía a mi rostro.

Cerré los ojos inhalando su aroma una vez más y suspiré mientras le volteaba la cara y me alejaba de él.

—Bueno, espero que lo hayas disfrutado porque eso es lo último que tendrás de mí —murmuré y corrí hasta los vestidores.

Suspiré cerrando los ojos y sentí mi corazón palpitar fuertemente en mi pecho... Olía tan bien, como siempre. Bufé un tanto melancólica y comencé a cambiarme, otras chicas también estaban vistiéndose pero evidentemente nadie volteaba a mirar a nadie. Me puse el montón de pulseras y me até el cabello en una coleta un tanto despeinada.

Alone... In The Dark (Gerard Way)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora