🌹 Capítulo 23 🌹

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Alcé la mirada y terminé de anotar los últimos ejercicios de matemáticas

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Alcé la mirada y terminé de anotar los últimos ejercicios de matemáticas. El timbre sonó y yo comencé a guardar mis cosas un poco nerviosa. Salí del salón con paso rápido y bajé la mirada mirando mis pies mientras mordía mi labio. Gerard salió del salón de adelante y se movió con paso tranquilo hasta la salida que daba al estacionamiento. Yo lo seguí sin que fuera descubierta y fui a donde Frank me estaba esperando. Me puse en una esquina del estacionamiento y miré a Gerard que llegaba a su carro, volví a morderme el labio nerviosa y sacudí un poco mis manos.

Suspiré y caminé hasta donde Frank me había indicado. Escuché sus pasos y lo vi acercase hasta donde estaba, así que, como él me había dicho, corrí hasta donde estaba y me lancé a sus brazos como una adolescente feliz, él me tomó de la cintura y me dio vueltas mientras ambos sonreíamos felices. Suspiré y me dejó en el suelo.

—Gracias por venir por mí —dije, alzando la voz para que Gerard me escuchara. 

—Todo por ti, hermosa —contestó de la misma forma y acarició mi mejilla.

Me sonrojé inevitablemente ante nuestra cercanía y volví a abrazarlo.

—¿Nos está viendo? —preguntó Frank susurrándome al oído mientras nos abrazábamos.

Miré hacia Gerard disimuladamente y me di cuenta que era evidente que nos estaba mirando. Sonreí y me separé de Frank mientras le asentía levemente. Frank se puso delante de mí, muy cerca de mi rostro, y dejó un tierno beso en mi mejilla, para después tomar mi mano y comenzar a caminar hacia la salida pasando delante del carro de Gerard y sin prestarle nada de atención.

Lo miré disimuladamente otra vez y solté una pequeña risa... En su boca se había formado una “O” bastante notoria y su rostro mostraba furia total.

Ambos chocamos los cinco y salimos corriendo mientras reíamos. Bueno, esto no está tan mal.

(...)

Regresé a mi departamento sola, Frank había recibido un mensaje de sus amigos y tuvo que irse a otro lugar.

Me di una larga ducha y escuché como tocaban la puerta, así que rápidamente me puse unos shorts cortos color blanco y una playera sin mangas con un degradado en negro muy bonito, y abrí la puerta.

—¿Qué haces tú aquí? —pregunté molesta y él entró sin permiso.

—¿Es muy raro que venga a tu departamento? —contestó Gerard sin duda molesto.

Lo seguí hasta la sala y lo miré fulminante.

—¿Qué quieres? ¿Vienes a volver a decirme puta en la cara? —dije molesta y él masajeó su sien tratando de controlarse.

—¿Por qué demonios estabas con ese idiota? —preguntó acercándose a mí.

Retrocedí y levanté el mentón, desafiante.

Alone... In The Dark (Gerard Way)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora