Su personalidad no tenía límites en la depresión, su mundo se venía abajo con cada día que pasaba... Sólo quedaba esperar a que un día todo eso acabara... O que alguien más llegara a su vida a salvarla.
***
-Sólo quería mantenerte feliz todo lo pos...
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Gerard's POV
Las enfermeras terminan de asear a Lucy y segundos después salen de la habitación dedicándome una pequeña sonrisa amable. 4 semanas desde que quedó en coma y mi tristeza no ha desaparecido en absoluto.
Entro a la habitación y puedo notar su rostro un poco mejor desde la primera vez que la vi. Sus manos ya no se encuentran tan frías, su cara ha recuperado un poco más el color natural, sus ojeras ya casi han desaparecido completamente y su brazo ha mejorado aún mas rápido debido a que no se ha movido nada y eso ha ayudado notablemente.
Su padre ahora debe estar dándose una ducha en el departamento de Lucy. Yo también fui a casa a asearme mientras él cuidaba de ella así que por lo menos no estaba tan mal.
Me acerco a ella y dejo un casco beso sobre sus labios.
—¿Cómo se encuentra la bella durmiente? —le susurro con una pequeña sonrisa y recuerdo cuando sus mejillas se teñían de rojo por cualquier cosa... Cómo extraño que eso vuelva a pasar.
Tomé su mano pero una voz detrás de mí me hizo sobresaltarme un poco.
—¿¡Qué diablos haces tú aquí!? —exclamó molesto. Era Ray.
Me di la vuelta y lo miré mal.
—Lárgate ahora. ¿Cómo te atreves a aparecer aquí después de tanto tiempo sin visitarla? —dije con ira.
—Me dijeron que había vuelto a Nueva Jersey —explica con enojo—. Me acabo de enterar de todo lo que pasó.
—De todos modos no eres un familiar y no puedes estar aquí —dije y él cruzó los brazos mientras me miraba con una ceja arqueada.
—Tú tampoco eres familiar —contraatacó.
—Soy su novio —afirmé con seguridad y él soltó una gran carcajada.
—Yo soy su novio —dijo recalcando cada palabra con seguridad.
Me acerqué a él con el ceño fruncido.
—No me obligues a golpearte en estos momentos, sólo desaparece de mi vista —dije mirándolo molesto.
Él levantó el mentón desafiante.
—Soy su mejor amigo, tú no eres nada para ella —dijo y yo levanté una ceja.
—No, tú no tienes idea de qué significa ella para mí.
