Sollozo y me abrazo a mí misma, Ray se había ido de aquí hace unas horas y todo lo que había pasado me había herido. Sentía como si reviviera todo el pasado con todas las palabras que dijimos. Por lo menos Frank nunca dijo que me conseguiría ayuda... Él era la ayuda y entendía.Suena mi teléfono y lo desbloqueo mientras me limpio las lágrimas.
—: Estoy en tu vecindario y a unos minutos de tu casa... ¿Me dejarás pasar?
Era Gerard. Miré la hora, 6:28 ㏘
—: No creo poder decirte que no estando tan cerca.
—: Perfecto.
5 minutos después escuché el timbre sonar y le fui a abrir la puerta, nuevamente tenía un semblante neutral y eso se me hacía un poco extraño.
—¿Puedo pasar? —preguntó y yo asentí mientras abría más la puerta para dejarlo entrar.
Pasamos hasta la sala y ambos nos sentamos en el sofá. Bajé la mirada ocultando mis ojos y mordí mi labio sin saber qué hacer.
—Necesitamos hablar seriamente —murmuró por fin.
—Ya estás aquí, no puedo decir que no —dije sin levantar la mirada.
Se quedó callado un momento y se acercó a mí tomándome de la mandíbula y levantándome la cabeza.
—¿Por qué estabas llorando? —preguntó con voz suave.
Cerré los ojos con fuerza y sólo pude pegarme a él en un abrazo. Sus brazos me rodearon y yo recargué la cabeza en su hombro.
—Ya no quiero que sufras Lucy, me duele verte de esta manera —murmuró sujetándome fuertemente con sus brazos.
—Todo se ha vuelto una mierda —musité—. Ya no sé qué hacer.
Él suspiró y comenzó a acariciar mi cabello suavemente.
—Yo tampoco sé qué hacer... Soy consciente de todo lo que ha pasado desde que nos conocimos y pienso que es una completa locura... Tantas cosas que se han quedado lejos y ahora ambos estamos aquí, juntos —comentó Gerard con pesar.
—No quiero que te pongas triste Gerard, me hace sentir culpable pues sé que todo lo que sientas será por mi culpa y no quiero eso. Me parece tan tonto esto, quiero estar contigo a tu lado y quiero dormir en la misma cama que tú, y quiero sonreír por ti todos los días, pero inmediatamente pienso que eso es imposible... No puedo quedarme a tu lado, no puedo despertar en la misma cama que tú y tú no puedes ser feliz a mi lado —expresé con abatimiento.
—No Lucy, no quiero que pienses así porque las cosas pueden ser diferentes. Ambos somos mayores de edad y las cosas pueden cambiar de un día para otro, tú me haces querer cambiar mi vida de un día para otro... Sólo necesitas decírmelo, dímelo Lucy y por ti saltaría del último piso del Empire State sin siquiera dudar un poco —dijo y sonreí melancólica.
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Alone... In The Dark (Gerard Way)
RomanceSu personalidad no tenía límites en la depresión, su mundo se venía abajo con cada día que pasaba... Sólo quedaba esperar a que un día todo eso acabara... O que alguien más llegara a su vida a salvarla. *** -Sólo quería mantenerte feliz todo lo pos...