13 de mayo

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Preguntas si debes mandarme los libros. ¡En nombre del cielo, mi buen amigo, te suplico que no permitas que se acerquen a mí!  No quiero ya ser guiado, animado, inflamado; este corazón arde ya bastante por sí mismo; lo  que más necesito son cantos que me adormezcan, que me arrullen y en mi Homero rebosan.  ¡Cuántas veces he tenido que calmar mi sangre, lista a enardecerse e inflamarse! No es posible que hayas visto algo tan desigual, tan inquieto como este corazón; ¿pero tengo necesidad de decírtelo, a ti, mi amigo, que has sufrido tantas veces al verme pasar, a menudo, de una negra preocupación a una loca extravagancia; de una dulce melancolía al ardor de una pasión? Así gobierno a mi pobre corazón como trataría un niño; le dejo pasar todos sus caprichos. No vayas a repetirlo, que hay quienes harían un crimen de esto. 

"Las Penas del Joven Werther"  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora