21 De Agosto

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En un abrir y cerrar de ojos, todo cambia para mí. A veces, un agradable rayo de la vida arroja una vislumbre, una media claridad en la oscuridad de mi alma y desaparece al momento. Si me pierdo en mis sueños, no puedo sino detenerme en este pensamiento: “Si se muriera Alberto… tú serías… ella sería… Y yo…” Entonces me echo a correr, persigo a un fantasma, hasta que me conduce al borde del abismo cuya vista me estremece.  Si salgo de la ciudad y me encuentro en ese camino que seguí la primera vez para ir a buscar a Carlota y llevarla al baile, ¡cuán cambiado luce todo a la vista! ¡Todo se  ha desvanecido! Ya no queda ni un rasgo de ese mundo que ha pasado, ni una emoción de los sentimientos que entonces me agitaron. Soy semejante a la sombra de un príncipe con poder, que al salir de  la tumba para ver  de nuevo el lujoso palacio que para su amado hijo construyó y alhajó con todo el esplendor y magnificencia, no encuentra más que escombros, tristes ruinas llenas de polvo y sepultadas bajo cenizas. 

"Las Penas del Joven Werther"  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora