Capitulo 51

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Un día antes de mi cumpleaños, me encontré con Natasha mientras mi mamá, Marion y yo hacíamos las compras en el supermercado.

-Hola Joe.- me dijo cuando se acercó y me saludó dándome un beso en la mejilla. -Que bueno verte, nuestro compañero Gabriel me dijo que mañana será tu cumpleaños.

-Si, así es.

-Genial, tienes planes?

-No, la verdad no, creo que pasaré el día en casa de mi mamá.- contesté.

-Bueno, si quieres podemos hacer algo en mi casa, tengo una piscina enorme que nunca usamos pero tu cumpleaños es una ocasión especial. Que dices?

-Vaya! Eso sería genial. Gracias.

-No, de nada. No olvides invitar a todos tus amigos.

Antes de irse me dio un papelito con su dirección.

En el camino a casa de mi mamá, le comenté a ella y a Marion sobre lo que hablamos Natasha y yo.
Invité a Marion y ella aceptó acompañarme.
Estaba ansioso por llegar a casa e invitar a Marisa, ella no debería faltar en la celebración de mi cumpleaños.

Llegamos a casa y fuimos directo a la cocina, moría de hambre.
Marisa estaba en la sala y después de unos minutos fue a la cocina.
Iba a decirle sobre la fiesta pero justo en ese momento sonó el timbre y ella se levantó para ir a abrir.
Enseguida regresó acompañada de alguien, supuestamente su amigo.

Nos lo presentó, y luego se sentaron a comer.

Mientras ellos hablaban no pude evitar el sentirme celoso.
Marisa lo escucha atenta, sonríe ante cualquier estupidez que él dice, lo mira con admiración. Como si él fuera la octava maravilla.
Me sentí usado, Marisa me había usado.
Primero tiene sexo conmigo y después trae a alguien más a casa como si yo no le importara.

-Oye te ves alterado, estás bien?.- me dijo Marion sacándome de mis pensamientos.

-Qué? Perdón, si, estoy bien.

-Estoy viendo los vestidos para la boda de tu hermano, que te parece este?.- dijo mostrándome una imagen de un vestido azul.

-Está bien.- dije sin pensarlo mucho.

El tema de Marisa y su posible conquista no me dejaba en paz.

Cuando el tal Conan se fue, Marisa subió a su habitación, intenté hablar con ella pero yo estaba tan molesto que no le permití hablar más y me fui de allí.

Marion y yo regresamos a mi apartamento.
Ella fue a la habitación donde se estaba quedando, yo fui a la mía y dormí.

Me levanté muy temprano, debía arreglar todo para ir a casa de Natasha.

Primero fui al baño, me bañé, me rasuré y me vestí.
Fui a la cocina y ahí estaba Marion preparando el desayuno.

-Buenos días.- la saludé.

-Buenos días, ya está listo el desayuno para el cumpleañero.- respondió sonriente y se acercó a darme un abrazo.

-Gracias.- le dije.

Nos sentamos juntos a desayunar.
Eran las 9:00 de la mañana y yo estaba pensando en llamarle a Marisa e invitarla.
Podría llegar a la casa de Nat después de la escuela.
Pero decidí que era mejor no decirle nada y esperar a que ella nunca se entere de esto.
Terminamos de comer y fui a mi habitación para preparar la maleta, debía llevar ropa para ponerme después. Saqué una mochila que tenía guardada en el armario y ahí eché una camiseta y un pantalón limpio, ropa interior, desodorante, bloqueador solar y crema.

Actos prohibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora