Actos prohibidos

Capitulo 27

-Me niego rotundamente a ir.- les dije a mis padres quienes me pedían que metiera mi ropa en la maleta.

-Iremos aunque no quieras.- dijo mi madre cansada de discutir conmigo.

No aceptaba la idea de ir dos días a un lugar donde no hay internet, cama ni baño.

-Alístate, nos iremos en una hora.- dijo mi padre antes de salir de mi habitación.

"No, no iré, no quiero ir" era lo único que pensaba en ese momento.
Pensé en salir por la ventana e irme a algún lado donde no me encontrarán y regresar a casa cuando mis padres ya se hubieran ido pero me castigarían así que solo baje a la sala encendí el televisor y me senté en el sillón.

Pasada la hora que mi padre dijo, mi mamá y mi papá se acercaron a la puerta.

-Sube al auto.- dijo mi papá.

-Que no iré, no hice mi maleta.

-Tú no pero tu mamá si.

-Qué?.- dije un tanto alterada.

-Ya puse todo lo que necesitas aquí.- dijo mi mamá sonriendo mientras señalaba mi bolso color morado.

-No! Les dije que no quiero ir.

-Cariño, escondí tu teléfono, puedes quedarte aquí si gustas. Pero no tendrás tu teléfono hasta el próximo año.

-Aghhhh.- hice un berrinche, tomé un cojín lo puse sobre mi cara y comencé a gritar.

Por qué no tengo padres normales que odian ir a campamentos?.- me preguntaba en ese momento.

Me levante del sillón y fui al auto, subí y luego mis padres también lo hicieron.

Llegamos a casa de mi tía, como no cabemos todos en el carro, nos fuimos en su camioneta.

Tomé mis cosas del auto y cuando estaba dispuesta a subir me di cuenta de que el único lugar disponible era en el asiento de atrás donde Joe y Marion estaban sentados.

-Mamá puedo cambiarte el lugar?.- dije acercándome a la ventana donde mi mamá se asomaba.

-Claro que no, yo nunca voy atrás.

Sin más remedio tuve que sentarme justo en medio del asiento, ni siquiera me tocó una ventana.

Mi tía arranco rumbo a "bosque alumbrado" un lugar donde miles de personas van a acampar cada año. Yo no le veo la diversión a pasar la noche en una tienda de acampar y quizá ser devorada por mosquitos.

Durante el camino, mis padres y mi tía iban platicando, Paola iba entretenida con su teléfono y Marion solo iba mirando por la ventana.

Era un momento tan incomodo, noté que Joe intentó decir algo pero al final no lo hizo.
Así que decidí romper el hielo.

-No sabía que tú también vendrías.

-No me quedó otra opción.- dijo en voz baja.

-Mis padres me obligaron a venir.

-Me alegro de eso.- dijo sonriendo.

Los dos nos quedamos callados durante el recorrido.
Llegamos a la orilla del lugar donde tuvimos que bajar del auto y seguir a pie.

El día estaba nublado, perfecto para estar en casa viendo películas.
Después de unos 20 minutos encontramos un buen lugar para quedarnos.

Sacamos las tiendas de dormir y comenzamos a armarlas.
Terminamos a las 3 de la tarde y todos estábamos hambrientos.

-La bolsa verde es la de la comida, tráemela Paola.- dijo mi tía.

Paola la acerco a la montaña de bolsas y mochilas, tomó la verde y la llevó con mi tía.

-Los comedores están por allá.- señaló y yo no lograba ver nada.
Comenzamos a caminar y detrás de los árboles estaban unas 4 grandes mesas.
Nos sentamos y mi tía saco de la bolsa comida enlatada. Lo cual me decepciono ya que yo esperaba comer pollo asado o algo parecido.
Dejó las latas sobre la mesa, tomé una lata de atún la abrí y me hice un sándwich.
Luego vi mantequilla de maní y embarré un poco en un pan y lo comí.

Al terminar de comer regresamos a donde estaban las tiendas.

-Comenzará a oscurecer, será mejor que hagamos una fogata.- dijo mi papá.

-Yo le ayudo.- le dijo Joe y pronto fueron a buscar material para la fogata.

Me senté en un troncó que había en el suelo, empezaba a aburrirme. No había nada que hacer y mi teléfono lo tenía mi mamá.
Así que comencé a caminar, en ratos miraba hacia atrás para asegurarme de que sabía el camino para regresar.