Capitulo 41

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Molesta buscaba mi celular entre las cobijas, la alarma ya llevaba casi un minuto sonando y eso era algo irritante.
Por fin lo encontré y logré apagarla.

7:00 de la mañana.
Me levanté y fui a bañarme, no quería que se hiciera tarde así que me apuré. Cuando salí de la ducha me envolví en una toalla y me dirigí de nuevo a la habitación.
No sabía que ponerme, la primera impresión es muy importante y debía verme bien el primer día de escuela. Después de estar buscando en el armario durante varios minutos me vestí con una blusa cafe, unos pantalones negros y botines del mismo color.

Tomé mi mochila y bajé las escaleras esperando no ver a Joe.
Últimamente su comportamiento era extraño, como si nada le importara.
Y bueno, eso es triste. Ya lo había decidido, olvidar a Joe y dedicar toda mi atención a la universidad era lo más conveniente.

Llegué a la cocina y ahí estaba mi tía... también Joe. Él estaba bebiendo café y mi tía preparaba huevos revueltos.

-Buenos días, hace frío!.

-Si, hay café en la cafetera.- me comentó mi tía.

-Gracias.- dije y me serví un poco.

Mi tía nos sirvió los platos y desayunamos los tres juntos.

-Joe cómo está Iveth?.- le preguntó su madre.

-No la he visto desde el viernes, supongo que está bien.- dijo despreocupado.

Terminamos de comer y mi tía y yo nos subimos a su camioneta, ella me llevaría a la escuela.

Durante el camino, ninguna de las dos comentamos algo. Yo me sentía triste y a la vez enfadada.
Como es posible que Joe terminará con la madre de su hija y a las dos horas ya estuviera besándose con alguien más.

-Nerviosa?.-me preguntó mi tía.

-Demasiado, no conozco a nadie y eso es aterrador.

-Tranquila, pronto harás muchos amigos.

-Eso espero.

Llegamos a la universidad. Por la ventana me quedé mirando un rato. Todos estaban llegando, algunos llevaban su propio auto y otros llegaban a pie. Por un instante creí que vomitaría de nervios.

-Bueno, llegó la hora de mi lenta muerte.- mis palabras provocaron que mi tía estallara en risa.

-No seas exagerada, estarás bien. Suerte.

-Gracias.- me despedí de ella, bajé del auto y ella se fue.

Lentamente caminé hacia la puerta, no tenía ni idea de a donde ir.
La entrada estaba atestada de alumnos, mayores que yo, algunos otros igual de perdidos pero todos estaban acompañados excepto yo.

Atravesé la puerta principal y me encontré con quien parecía la directora, ella estaba hablando con otros alumnos y luego volteó a verme.

-Es de nuevo ingreso?.- me preguntó seria.

-Si...- antes de que pudiera hablar más ella me interrumpió.

-Cuál es su nombre?.- Ella llevaba unos papeles en la mano.

-Marisa Johnson.- respondí apenas audible.

Actos prohibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora