Finalmente la ajetreada semana había terminado.
Había aprobado todos los exámenes y eso me tenía tranquila.Joe un día antes me habló para confirmar el viaje.
Dijo que pasaría esta tarde por mi tía, por Conan y por mí, en el auto de su amiga Natasha.Estaba haciendo un recuento de las cosas que debía llevar.
Ya tenía la maleta hecha pero sentía que algo me faltaba. Mientras daba vueltas por toda la habitación, escuché a mi tía hablarme.Salí de mi habitación y bajé las escaleras casi corriendo.
Estuve a punto de caer al momento de percatarme que Conan estaba abajo.–¡Cuidado!.– dijo en un tono asustado.
Logré recuperar el equilibrio y sonreí avergonzada.
–Estoy bien, no te preocupes.– dije acomodando mi cabello.
–En el poco tiempo que llevo de conocerte, he notado que eres demasiado distraída.– dijo sonriendo.
–Si, es cierto. Soy muy distraída.– le respondí después de recordar todas esas veces que he pasado vergüenzas.– Me alegra que hayas podido venir, mi primo ya no debe tardar.
–Creí que yo no podría venir, mi mamá me dijo que debía quedarme a cuidar a mi abuela, pero mi hermano se ofreció a hacerlo así que ya no hubo problema.
–Tu hermano es genial.– le comenté.
Después de unos minutos, llegó Joe.
Subí por mis cosas esperanzada de no olvidar algo.
Tomé mi maleta, mi bolso de mano, mi celular y el boleto de tren que unos días antes Joe me había llevado a casa.Bajé las escaleras, Conan llevaba sus maletas y las de mi tía al auto.
Joe tomó mi maleta, me miró por unos segundos y se acercó lentamente a mí.–No sabes cuánto deseo besarte.– susurró al oído.
Me estremecí.
–Me gustaría que lo hicieras.– respondí, me acerqué lentamente a sus labios y luego me alejé.
Le entregué mi maleta y caminé hacia la puerta.
Por más que quisiera no podíamos besarnos.
Pero podía aumentar su deseo, solo por diversión.Al salir, vi una camioneta negra, la chica de nombre Natasha estaba sentada al frente y también alguien que al parecer era su chofer.
Se veía tan perfecta que hasta parecía irreal.Mi tía cerró con llave la puerta de la casa.
Conan y yo subimos al asiento trasero, mi tía y Joe iban en los asientos de en medio.
El tiempo recorrido de la casa de mi tía a la estación de trenes no fue más de 20 minutos.
Todos bajamos nuestras pertenencias, entramos a la estación y el chofer se llevó la camioneta.
Estaba emocionada por el viaje, conocería otra ciudad y estaría acompañada de las personas que quiero.
Entregamos los boletos y subimos al tren.
Mi tía, Natasha y Joe iban juntos en los primeros asientos de primera clase.Como Conan y yo compramos los boletos después, íbamos unos asientos más atrás de ellos.
Me senté y dejé mi bolso a un lado de mío. Conan hizo lo mismo, se sentó cómodamente sobre el asiento.
Minutos después el tren comenzó a andar.
Estaba nerviosa, no sabía de que tema hablar con Conan y el ambiente comenzaba a ponerse tenso.
Así que decidí preguntar lo primero que se me vino a la mente.

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Actos prohibidos
RomanceEstá es la historia de Marisa y Joe (primos) que al conocerse se enamoraron, al principio luchan contra sus sentimientos, su principal problema es que son familiares pero ese no es el único obstáculo para estar juntos ya que Joe es mucho mayor que M...