Capitulo 23

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Mientras acomodaba las cosas alguien tocó la puerta, fui casi corriendo a abrirla lo que provocó que estuviera a punto de caer pero recupere el equilibro y logré abrir la puerta, detrás de esta se encontraba Eric.

-Hola bebé.- dije y lo abracé, siempre he siendo muy cariñosa con mis amigos o familiares que quiero mucho, por esa razón algunas personas piensan que Jerry y yo somos novios.

-Feliz cumpleaños mi pequeña hermosa.- me dijo Eric durante el abrazo. -Te traje algo.- dijo señalando una bolsa de regalo que tenía en su mano y luego me la entregó.

- No debiste molestarte bebé.

- Abrelo.- dijo emocionado.
Hice lo que me pidió y saque un precioso collar con un dije de corazón.

-Eric esta increíble!.- dije sonriendo, no podía dejar de mirarlo.

-Me alegra que te gustará, es para que nunca olvides que mi corazón te pertenece.

Sus palabras me conmovieron, él siempre ha sido lindo conmigo y ahora más que nunca me siento agradecida con él.
Él me comprende, sabe que estoy en una situación sentimental difícil y aún así me consiente como si fuera su novia.

-Sabes que te quiero mucho cierto?.- le pregunté mirándolo y sonriendo.

-Yo te quiero más.- dijo tocando mi mejilla suavemente con su mano. - Oh te traje algo más, cerveza!!!

Reí de su comentario y después tome las cervezas y las puse sobre la mesa.
Eric y yo nos sentamos en el sofá esperando a que llegaran los invitados.
No invite a muchas personas solo a Jerry, Carlos y su novia, Álvaro, Nora, Isaac quién es hermano de Eric y a Fabiola una amiga de hace algunos años a quien no veía desde hace mucho tiempo.

Mi mamá llegó y entro con el pastel de chocolate en sus manos.

-Hola, cómo están?.- dijo mi mamá mirando raro a Eric.

-Mamá él es Eric. Eric mi mamá.

-Mucho gusto señora.

-No, el gusto es mío. Marisa nunca me había presentado a uno de sus novios.

-Mamá, por favor.- dije apenada y Eric solo soltó una carcajada disfrutando verme sonrojada.

-Bueno, ya te deje el pastel sobre la mesa amor.- dijo mi madre tomando su teléfono que estaba en la mesa y luego fue a su habitación.
Segundos después sonó el timbre y fui a abrir la puerta, eran Álvaro y Nora, los salude y los invite a pasar.

-Carlos y su novia no podrán venir.- dijo Álvaro al mismo tiempo que le echaba un vistazo a mi casa.

-De verdad? Eso es muy triste.- dije con cara de puchero.

                  

Hablamos durante un rato, Eric nos platico sobre una vez que en sus tiempos de estudiante le lanzo un beso a una de sus compañeras mientras ella estaba explicando algo y debido a su inoportuna acción ella termino riendo y la reprendieron.

Su confesión nos hizo estallar en risa a mí y a mis nuevos amigos.

Era una charla agradable y me sentía suertuda al poder contar con aquellas grandiosas personas.

Después de unos minutos mi gran amigo Jerry hizo presencia en la fiesta, acompañado por su novia Lucía y su inseparable amiga Sara además de otras 10 personas que yo no conocía.

-Que hace ella aquí? -pregunte un segundo después de verla cruzar la puerta.

-Es mi novia, creí que ya habías superado lo que paso entre ustedes.- dijo Jerry aparentemente ofendido por mi pregunta.

-Pues no, y tampoco es bienvenida aquí.- todos  nos miraban expectantes y Lucía estaba detrás de Jerry haciéndose la sorprendida.

-Marisa por favor, déjanos pasar y disfrutar de tu compañía.- Dijo Jerry esperando que me disculpara, no dije nada más y me acerque la mesa, tome una cerveza y me fui a sentar.

Jerry y sus amiguitas entraron y se pusieron a platicar con Álvaro.
Los demás entraron después de ellos y comenzaron a comer y beber.

Estaba molesta, en ningún momento invite a Lucía y ahí estaba robándose la atención de todos.

-Hey, hey tranquila, que pasa?.- me preguntó Eric.

-Lucía es mi problema.- dije con mi mejilla recargada en mi mano.

-Bueno si yo fuera Jerry también la llevaría a todos lados presumiéndola como mi novia.

Quizá él tenía razón, Lucía es realmente hermosa con un cabello pelirrojo y ojos color avellana. Talvez yo solo estaba celosa de que mi mejor amigo ahora pasara más tiempo con alguien más y me dejara de lado algunas veces.

La noche se convirtió más agradable cuando comprendí eso y convivimos todos.

Estábamos bebiendo y haciendo chistes cuando alguien toco la puerta, mi amiga Fabiola era la única que faltaba así que emocionada fui a abrir la puerta, al abrirla lo primero y único que veía era un enorme ramo de rosas rojas, detrás del ramo, después de unos segundos pude percatar que Joe era quien lo estaba cargando.

Actos prohibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora