Capitulo 25

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Los dos salimos de la habitación y la fiesta seguía como la dejamos, todos estaban bebiendo y platicando.
Eric estaba recostado sobre el sillón durmiendo.

-Parece que alguien bebió de más.- bromeó Joe.

-Déjalo está cansado.

Después de unos minutos decidimos partir el pastel pero antes de eso me cantaron la canción de cumpleaños y pedí un deseo al soplar las velas, pedí que mi vida estuviera llena de felices momentos a lado de las personas que más quiero.
Y luego de eso comimos el pastel.

A las 2:00 a.m todos comenzaron a irse, Joe se fue a casa de mi tía, Eric se quedo dormido en el sillón y yo me fui a mi cuarto a dormir.

A la mañana siguiente, mientras mi padres, Eric y yo desayunábamos llegaron mi tía, mis primas y Joe quienes se sentaron a desayunar con nosotros.

-Como te fue ayer en la fiesta Marisa?.- me preguntó mi tía.

-Genial, ha sido uno de mis mejores cumpleaños.

-Lamento que no hayamos venido pero fue la graduación de Marion e hicimos una fiesta para celebrar.

-Así es, estuvo muy divertida la fiesta aunque parece que para Joe no tanto porque se fue a dormir súper temprano.- dijo mi prima Paola.

-Tenía sueño.- dijo Joe sin mirarla.

-Y este muchacho es tu novio Marisa?.- preguntó la hermana menor de mi papá.

Reí por dentro al ver la reacción de Joe que casi se atraganta con la comida al escuchar a mi tía.

-No, ojalá lo fuera.- dije sonriendo y al mismo tiempo voltee a verlo y Eric solo se rió de mi comentario, a mis padres no les agradó tanto lo que dije pero yo me divertí al ver sus reacciones.

Terminé de desayunar y me lleve a Eric a la sala donde estuvimos platicando un rato.

-Tu familia es agradable.- dijo Eric.

-Si algunos de ellos lo son.- respondí

-Bueno fue genial que me hayas invitado a quedarme en tu casa y a desayunar pero tengo que irme, nos vemos mañana.- dijo levantándose del sillón, me dio un beso en la frente y luego se fue.

-Y tu novio?.- dijo Joe saliendo de la cocina.

-Se fue, dijo que fue un gusto conocerte.

-Si tan solo supiera.- dijo con una sonrisa traviesa que me hizo reír y es que su sonrisa era lo único que necesitaba.

-Tonto.- sonreí tiernamente.

-Pensaste lo que te dije?

-Si...no puedo ir contigo.

-Marisa, no necesito decirte otra vez que te quiero a mi lado por qué ya lo sabes, y quiero que estés conmigo siempre.

-Lo siento pero aquí están mis amigos, mi familia.

-Está bien, no te obligaré a nada.

Al día siguiente, estaba llevando una orden a la mesa y lamentándome por no poder estar en casa durmiendo, me sentía cansada y además mi cara lo delataba, esta mañana no me preocupé por mi apariencia como otros días y no traía ni una sola gota de maquillaje.
Llevaba mi cabello recogido y cara de fastidio.

-Hola Marisa.- escuche detrás de mí después de dejar la comida sobre la mesa.

-Joe que haces aquí?.- que me tragara la tierra deseaba en ese momento.

-Nuestras primas y yo tenemos hambre.

-Y de casualidad vinieron aquí?

-Casi... Tienes una mesa libre?

-Claro, síganme.- los lleve a una mesa y ellos se sentaron. Les pedí la orden y minutos después la entregué.

-Gracias Marisa, oye hoy iremos a un bar, quieres ir con nosotros?.- me preguntó Joe.

-Lo siento tengo que trabajar.

-Cuando salgas, nosotros pasamos por ti. Que dices?

Suena como una mala idea pero quiero y necesito pasar tiempo con él antes de que regrese a Canadá.

-Si está bien.- respondí.

Fui a atender otra mesa, después de media hora Joe y mis primas se fueron del lugar.

Llegó la hora de salir y Joe fue por mi, me despedí de todos, tomé mis cosas t salimos, fuimos a un bar y pedimos cerveza.

Platicamos un rato y me comencé a sentir mal pero no dije nada, parecía que todos se divertían y yo no quería arruinarlo.
Mi cabeza me dolía y estaba mareada, definitivamente beber alcohol no es lo mío.
Mis dos primas se levantaron y fueron al baño.

-Joe me siento mal, creo de debería regresar a casa.

-Que es lo que quieres, ir a casa de mi amigo y repetir lo de la otra noche.

Sabía que hablaba de cuando tuvimos sexo y aunque fuera una buena idea yo de verdad no me sentía bien.

-No, de verdad tengo que irme.

-Esta bien, esperare a las chicas para decirles que en un momento regreso.

-Está bien, te espero afuera.- tome mi bolsa, me puse mi suéter y luego salí.

Unos 5 minutos después Joe salió.

-Oye llegaron algunas amigas de Paola, quieren que las lleve a casa. Como no cabemos todos en el coche las llevaré a ellas y de inmediato regreso por ti.

No sabía si estaba hablando en serio o no y si era una broma era una muy mala.

-Qué!? Acabo de decirte que no me siento bien. Estas loco, no puedes dejarme aquí.

-Ellas están muy borrachas podrían hacer algo malo en lo que no estoy. Espérame aquí, regreso pronto.

-Hablas en serio!?.- dije casi gritando.

Actos prohibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora