Capitulo 63

1.4K 45 7
                                    

La mañana siguiente había sido tranquila, todos evitaban hablar de lo sucedido la noche anterior y dejarlo en el olvido.
Mientras desayunábamos los waffles endulzados con miel de maple, Joe y yo habíamos intercambiado miradas pero no hablamos en ningún momento.
Después de unos minutos, aquella situación donde Joe únicamente me miraba sin decir palabras comenzó a ser incómoda, así que me apresuré y al terminar de comer me levanté y llevé los platos sucios a la cocina, así no tendría que lidiar con las dudas que me dejaba Joe y su inexpresivo rostro.

Regresé a la habitación y me recosté por un momento.
El sonido de las manecillas del reloj color dorado que adornaba el buró comenzó a irritarme ya que era lo único audible en aquella, a mi parecer, cómoda recámara.

Me acerqué a la ventana y miré hacia afuera, el sol brillaba en su máximo esplendor, lo cual era raro ya que días anteriores el clima no era tan cálido.
Tomé un bikini que llevaba en la maleta y luego fui al baño para ponérmelo.
Había decidido salir e ir a nadar un rato en el lago, me puse un short sobre el bikini que llevaba y luego de tomar una toalla salí de la habitación y me dirigí al lago.

Situé mis cosas sobre el pasto que estaba alrededor del lago para después dar un salto y caer en el agua, me sorprendió que esta no estuviera tan fría como lo esperaba, de hecho el agua estaba refrescante.

Comencé a nadar de un lado a otro dando brazadas rápidamente y disfrutando de aquel silencioso momento en el cual no pensaba en absolutamente nada y sentía tanta tranquilidad como hace mucho tiempo no la sentía.
Me sumergí dentro del agua hasta casi llegar al fondo de este, cuando no me fue posible contener aún más la respiración salí de este para tomar una bocanada de aire.
Al salir y con los ojos entre abiertos me sorprendió ver una silueta frente a mí, pestañeé un par de veces y finalmente reconocí que era Joe quien me miraba fijamente de pie sobre el verde pasto.

–¿Qué haces ahí?.– pregunté mientras acomodaba mi cabello que cubría la mitad de mi rostro y no me permitía ver con claridad.

–No deberías andar por aquí sola.– dijo con su inexpresividad que me confundía constantemente.

–¿Por qué no?.– volví a cuestionarlo.

–Porque alguien podría llevarse tus cosas.– dijo para después no mover un solo músculo de su rostro.

–!No te atreverías!.– grité preocupada.

–Tienes razón, no lo haré.

Los dos nos quedamos ahí, esperando a que alguno de los dos dijera o hiciera algo.
Lo miré confundida, con un movimiento rápido y ayudándose de sus brazos se despojó de su playera de algodón color gris, después dio un salto zambulléndose en el agua cristalina y luego de unos segundos salió a la superficie quedando justo frente a mí, el agua escurría por su rostro hasta llegar a sus pectorales, aquella imagen me desconcertó, sacudí un poco mi cabeza de lado a lado para concentrarme en lo que estaba pasando y borrar de mi mente mis pensamientos indecentes que llegaron al verlo tan cerca y semidesnudo.

–El color rosa te queda bien.– dijo refiriéndose a mi traje de baño que llevaba puesto.
Con su mano derecha retiró un mechón de cabello que cubría mi hombro haciéndolo hacia atrás, su roce provocó sensaciones dentro de mí, sentí que me estremecía pero logré parecer normal.

Su sola presencia me ponía nerviosa, no sabía que hacer o que decir.
Me miró fijamente a los labios, la tensión sexual estaba presente, la podía notar en él y lo sentía en mi interior, intentaba decir algo que acabara con el nerviosismo pero no hallaba las palabras correctas.
No quería volver a tener ningún encuentro sexual con él, ni siquiera quería besarlo, por lo menos no hasta que las cosas se volvieran formales, cosa prácticamente imposible debido a que pertenecemos al mismo árbol genealógico, y sabía que debía decirle lo que pasaba por mi cabeza pero no sabía cómo y el momento indicado no había llegado aún.

Lo único que logré hacer fue mirar a otro lado, mordí mi labio inferior intentando dominar mis ganas de lanzarme a sus brazos y besarlo.

–¿Qué ocurre? Te noto distante.– soltó repentinamente.

–Intentó hacer las cosas bien, no podemos seguir con esto.– respondí esperando que no se molestara.

Le había permitido besarme e intimar antes y acepto que yo también quería hacerlo pero era momento de aclarar las cosas, si íbamos a estar juntos o si debíamos olvidarnos.
No podíamos seguir así, besándonos cada que hubiera oportunidad pero saliendo con otras personas, ilusionando a Natasha y posiblemente también a Conan haciéndoles creer que sucedería algo pero en realidad solo los usábamos para ocultar la verdad.
Y eso me causaba conflicto conmigo misma, ellos no merecían eso, nadie merece ser utilizado.

–Creí que ya todo estaba resuelto.– dijo despreocupado, pasando su mano por su cabello y acomodándolo.

–No, debemos aclarar las cosas.– dije intranquila.

Quería saber qué pasaría entre los dos, pero al mismo tiempo me aterraba.
Me aterraba pensar que posiblemente Joe no quería dejar a Natasha por mí, no era lo mejor para ninguno de nosotros, él y yo no debíamos estar juntos pero yo así lo quería.
Quería que él fuera única y exclusivamente para mí. Una estupidez que no salía de mi cabeza.
No era lo correcto.

–¿Por que no disfrutar el momento?.– preguntó.

No podía disfrutar el momento con tanta incertidumbre, me atemorizaba el futuro.

–No puedo hacer eso, aclarar la situación es la mejor opción.– dije con determinación.



Hola, disfruten el capítulo y comenten que les pareció.
Me gustaría saber qué opinan o qué creen pasará ya que estamos cerca del final 🤭

Actos prohibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora