Capitulo 36

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Marisa:

-Despierta! Despierta ya, tienes que ver esto!.- gritaba Jerry mientras yo aún dormía tranquila.

-Qué quieres Jer? aún es muy temprano.- le dije todavía sin poder abrir mis ojos completamente.

-Mira!.- dijo emocionado mostrándome un sobre color blanco.

-Que es eso?.- le pregunté

-Tienes que abrirlo, llegó hace unos minutos. Viene de Canadá.

-Que dijiste?.- dije ya más despierta.

Rápidamente me levanté de la cama y tomé el sobre, lo miré por unos segundos y luego miré a mi amigo sonriendo ampliamente.

-Crees que me hayan aceptado?.

-Ábrelo por favor ábrelo, quiero saber.- Jerry estaba realmente emocionado.

Abrí el sobre, saque la carta que venía en el interior y la leí.

Jerry estaba esperando que le diera una respuesta.

-No puede ser...

-Que dice!? Ya dime.- decía intranquilo.

-Me aceptaron!.- Grite y después me lancé a los brazos de mi amigo colgándome de su cuello.

-No lo puedo creer! Te irás a Canadá...te irás a Canadá.- la sonrisa que él tenía en cuestión de segundos desapareció.

-Qué pasa, no estás feliz?.- le pregunté y él me bajó de sus brazos.

-Lo estaba pero te irás Marisa, cuando volveré a verte?.- me dijo triste.

-Vamos, no es tan malo. Podré venir a visitarlos en vacaciones.- dije sonriendo, estaba muy feliz, regresaría a la escuela y eso era algo que deseaba mucho.

-Bien, no me enojaré ni me pondré triste. Estoy muy feliz por ti.- dijo y después me abrazó fuertemente.

-Ya lo abriste, que dice?.- dijo mi mamá entrando a mi habitación.

-Me aceptaron.- le dije contenta.

-Maravilloso hija, muchas felicidades. Le di el sobre a Jerry para que él te diera la sorpresa.-Dijo mientras me tomaba de la mano, se veía realmente feliz.

-Gracias a los dos, no sé que haría sin ustedes.

-Bueno pero debes ir a hablar con el primo de Jerry hija.- dijo mi madre mientras veía su reloj de muñeca.

-Cierto, debemos arreglarnos amigo.
Me acerqué a mi armario, lo abrí y saque una toalla y ropa que Jerry había dejado ahí unas semanas atrás y luego le entregué las cosas.

-Iré a bañarme.- me dijo y yo solo asentí con la cabeza.

Jerry fue a la habitación de huéspedes y yo me quedé en mi cuarto.
Me metí a bañar y al salir saque unos jeans y una playera azul de mi armario y después me vestí.
Cepillé mi cabello y luego me puse unos tenis negros y salí de mi cuarto en dirección a la cocina.
Ahí estaban mi amigo y mi mamá.

-No puedo creer que empezaran a desayunar sin mi.- dije alejando una silla de la mesa y luego me senté a un lado de Jerry, mi madre estaba sirviendo los platos.

-Tú mamá es muy divertida.- dijo Jerry

-Ah si, de que hablaban?.- pregunté con curiosidad.

-Le contaba a Jerry sobre la vez que tu brazo se quedó atorado en una máquina dispensadora solo por qué querías unas galletas y no te di dinero.

-Mamá eso es vergonzoso! No lo menciones por favor.
Jerry comenzó a reír de mí.

-Y así estuvo por horas llorando hasta que por fin logró salir.- continuó mi mamá y mi amigo no paraba de reír mientras yo moría de vergüenza.

-Dios! Los secretos son muy públicos en esta casa.

-Vamos cariño, es tu amigo y debe de saber lo que hacías cuando eras pequeña... no si te contara cada cosa que hacía.- dijo mi mamá recordando viejos tiempos.

-Me imagino.- dijo Jer.

-Basta quieren?.- dije casi rogando.

-Como gustes amor, aquí ya está el desayuno.- dijo mi mamá al mismo tiempo que ponía los platos sobre la mesa.

-Gracias señora, que amable.- dijo Jerry.

-No hay de que.- respondió mi mamá.

-Cuando te irás?.- me preguntó mi mejor amigo y después metió a su boca una cucharada de huevo con tocino que preparó mi madre.

-La carta dice que las clases comienzan este lunes.- contesté.

-Este lunes? Es muy pronto.- dijo Jerry a manera de reproche.

-Si, así que probablemente me vaya el sábado.

-Hoy es jueves Marisa, el sábado es en dos días. De verdad piensas irte en dos días?.- dijo sorprendido.

-Si, tengo que ir antes del lunes para descansar y así.- dije despreocupada.

-Amor te extrañaré mucho, yo me encargo de comprarte hoy mismo el boleto. Segura de que lo quieres para el sábado?.- me preguntó mamá.

-Si, estoy muy segura.- después de decir eso le di un sorbo al vaso con leche de chocolate.

Terminamos de desayunar y luego me lavé los dientes, tomé mi celular y mi bolso que estaba en el sillón y luego mi amigo y yo salimos de casa y tomamos un taxi para ir al restaurante.

-No puedo creer que seré una chica universitaria.- dije en el transcurso.

-Lo sé, eso es genial.- dijo Jer un tanto emocionado.

-Pero no es como lo imaginaba, yo siempre quise ir a la universidad junto contigo y que yo vaya sola es un poco triste.

-No nena, no te pongas así. Yo aún no tengo planes de estudiar así que no te preocupes.- dijo tan tierno como siempre.

-Gracias, te adoro.- dije y luego apoyé mi cabeza sobre su hombro.

-Yo a ti.- me dio un beso en la frente.

Llegamos a el restaurante, al entrar vi a Carlos limpiando la barra y me acerqué para hablar con él.

-Hola Carlos.- le dije acompañado mis palabras con un saludo agitando mi mano.

-Hey qué pasa?.- dijo acercándose a mí.

-Gane la beca!.- dije feliz.

-Eso es asombroso, felicidades.- me dio un abrazo.

-Lo sé, tengo muchas cosas que hacer antes de irme.

-Me imagino, para mañana te mando tu paga con Eric te parece?.- me preguntó.

-Ah creo que mejor con Jerry.

-Con Jerry? Claro está bien.

-Gracias.

No sabía si ir con Eric y hablar con él, la última vez que hablamos las cosas no salieron como yo esperaba.

Actos prohibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora