Capitulo 12

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caradelevingnee Papel

sep 15

12

La mañana se fue sin que ocurriera nada, aunque _______ se mantenía ojo avizor, por si a Justin se le ocurría aparecer por la redacción. Tenía que confiar en que Greg la avisaría de si debía desaparecer en el lavabo de señoras, pero el teléfono permanecía en silencio. A Brom lo habían mandado a cubrir una noticia a Los Ángeles y, desde su marcha, el cubículo parecía una tumba. La tensión empezaba a hacer mella en sus nervios. A la hora del almuerzo, se comió una manzana en su mesa, pues no se atrevía a correr el riesgo de bajar a la cafetería, ni tampoco a salir del edificio. Temía tropezarse con Justin. ¡Empezaba a sentirse atrapada!

Greg la llamó poco después de comer.

-Sube, ___. No quiero hablar de esto por teléfono.

Ella se lanzó escaleras arriba. La puerta de Greg estaba abierta y, como siempre, entró. Greg levantó la vista de los papeles que estaba leyendo, su expresión era solemne.

-Acaba de llamarme la secretaria de Justin. Quiere tu ficha. He tenido que mandársela, no me quedaba alternativa. No ha vuelto todavía de comer, así que tienes unos minutos de gracia. Pensaba que debía avisarte.

Ella tragó el nudo que se le había formado en la garganta.

-Gracias -dijo, y consiguió esbozar una especie de sonrisa-. De todas maneras, era una idea absurda intentar esconderme. Probablemente a él le dé todo igual.

Greg también sonrió, pero en sus ojos había preocupación mientras veía cómo ___ abandonaba su despacho.

Abstraída en sus pensamientos, mientras se decía a sí misma que Justin iba a descubrir en breve quién era en realidad, llamó al ascensor en lugar de bajar andando.

Respiró hondo y se rodeó la cintura con los brazos.

De repente, cayó en la cuenta de que estaba esperando el ascensor y de que éste subía. Se reprochó su falta de atención, dio media vuelta y se encaminó hacia la escalera, pero justo cuando estaba llegando, las puertas del ascensor se abrieron y

oyó su nombre.

-¡______ Flint! ¡Espera un momento!

Giró la cabeza y se quedó mirando fijamente a Justin varios segundos, paralizada por el horror. Abrió la pesada puerta que daba acceso a la escalera con intención de escapar, pero inmediatamente se dio cuenta de la futilidad de hacer algo así. Justin la había visto perfectamente esa vez y, por la expresión de su cara, ______ sabía que la había reconocido. No podía seguir evitándolo, ahora sabía quién era ella y no dejaría pasar aquello así como así. ______ soltó la puerta y se dio la vuelta para mirarlo, con la barbilla alzada en ademán desafiante.

-¿Querías verme?

El cubrió en dos zancadas la distancia que los separaba. Parecía tenso, tenía la piel de la cara tirante y los labios apretados.

-_______ -susurró, y sus ojos grises relampaguearon ferozmente.

-______ -lo corrigió ella, y se echó la trenza hacia la espalda-. Ahora me llamo

______.

Él alargó un brazo y la agarró por la cintura. Sus dedos le comprimían las costillas.

-No sólo te llamas _______ en lugar de Sarah, sino Flint en lugar de Bieber. -siseó, y ella se estremeció, alarmada.

Conocía todos los tonos de voz de Justin, su ronquera la hacía especial. Podía resultar amenazadora cuando estaba enfadado, áspera cuando quería remachar algo en televisión, o grave y seductora cuando hacía el amor. Un estremecimiento recorrió a ______ al oír el tono que estaba empleando. Estaba de un humor peligroso y más valía estar alerta cuando Justin Bieber se enfadaba.

-Me parece que será mejor que me acompañes -murmuró. La agarró del codo y la arrastró hacia el ascensor-. Tenemos muchas cosas de las que hablar y no quiero hacerlo en el pasillo.

No la soltó mientras esperaban que el ascensor volviera a pararse en ese piso y

un becario que pasaba por allí se quedó mirándolos hasta que desapareció por una

puerta.

-Suéltame -murmuró ella.

-Ni soñarlo, señora Bieber -rehusó él sin alzar la voz.

Cuando el ascensor se detuvo en su piso, sonó una campana y las puertas se abrieron. Entraron y éstas se cerraron. _______ estaba a solas con él en un espacio muy reducido. Él apretó el botón del piso de administración y el ascensor empezó a subir.

_______ reunió todo su aplomo y le sonrió educadamente, decidida a ocultar el répentino miedo que le agarrotaba la boca del estómago.

-¿De qué tenemos que hablar? Al fin y al cabo, han pasado siete años.

Él también sonrió, pero su sonrisa no era de cortesía, era la sonrisa de un lobo.

-Entonces hablaremos de los viejos tiempos -dijo entre dientes.

-¿No puede esperar?

-No -respondió él sin alzar la voz-. Ahora. Tengo muchas preguntas y quiero respuestas.

-Tengo trabajo pendiente...

-Calla -ordenó, y ella obedeció.

El ascensor se detuvo con una sacudida y el estómago de _______ sufrió otra. El modo de comportarse de Justin la incomodaba y no quería estar a solas con él, y menos todavía pasar por el proceso inquisitorial al que sabía que iba a someterla.

El la sacó del ascensor y la llevó hacia su despacho. Su secretaria los vio entrar y sonrió, pero calló lo que había empezado a decir cuando Justin pasó por delante de su mesa.

-No quiero interrupciones -anunció. Entró tras _______ en su despacho y cerró la puerta con firmeza.

_______ se quedó de pie a apenas unos centímetros de él y parpadeó mientras

intentaba acostumbrarse a su presencia.

YA NO ME INTERESAS...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora