Capitulo 29

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Como no quería que Justin oyera lo que iba a decir, agarró a Chris de la mano. Este se levantó y ella lo arrastró hasta la puerta. Se puso de puntillas y le dio un beso.

-Lo siento -murmuró-. Me ha pedido que te diga que te vayas, porque si no vendrá y se pondrá violento.

Por un instante, Chris recuperó su mirada serena de siempre y levantó una ceja con expresión burlona.

-Eso suena muy serio, _________. Me parece, señorita, que hay muchas cosas que no me ha contado de su historia con Bieber.

-Te lo he contado todo, no tiene sentido revolver las cenizas. ¿Estás bien? -preguntó. La preocupación que sentía se reflejaba en la voz y en los ojos de _________. Él la abrazó.

-Pues claro. Poder hablar contigo ya ayuda. Y besarte, aún más -esbozó una sonrisa de medio lado-. Amy me ha dejado desconcertado, pero no pienso rendirme. Lo de que iba a casarse con ese otro me lo dijo llorando, así que quizá no todo esté

perdido, ¿no te parece?

________ también sonrió.

-Es posible.

Chris le acarició una mejilla con un dedo.

-Que te lo pases bien en Sakarya -bromeó, y ella le sacó la lengua.

Cuando Chris se hubo marchado, _________ volvió a echar todos los cerrojos y miró airadamente el teléfono que reposaba sobre la mesa. Estuvo tentada de dejar esperando a Justin todavía unos minutos más, pero aquello era como tragar un jarabe

amargo: cuanto antes, mejor. Se llevó el auricular a la oreja.

-Ya se ha marchado -gruñó.

-¿Por qué has tardado tanto? -rugió él a modo de respuesta.

-Le estaba dando un beso de despedida -replicó, furiosa-. Y ahora te despido a ti también.

-No cuelgues -advirtió él-. Voy a darle al señor Meaker tiempo de llegar y luego voy a llamarlo para asegurarme. Por tu bien, espero que vuelva directamente a casa.

-Tus amenazas están empezando a aburrirme -dijo con brusquedad, y colgó.

Luego desenchufó el teléfono. Fue a su dormitorio y desenchufó también el aparato que había en la mesilla, pero no antes de que empezara a sonar otra vez. Refunfuñando entre dientes lo que le gustaría hacer con Justin corrió el apartamento a grandes zancadas apagando luces. Luego se metió de nuevo en la cama e intentó quedarse dormida. Antes ya era difícil, pero ahora resultaba imposible. Ardía de indignación y se preguntaba cómo alguien podía ser tan hipócrita. El podía pasearse con Coral delante de sus narices, pero no tenía intención de permitirle a ella que hiciera lo mismo. No era que quisiera tener una aventura con Chris, ni Chris con ella, pero ésa no era la cuestión.

Entonces se puso a pensar en el viaje a Sakarya.

A partir de esa noche Justin mostraría su lado más seductor, más exigente, y para consternación suya, _________ recordó que antiguamente no le costaba nada llevársela a la cama. Había tenido suerte hasta esa noche, porque desde que él había descubierto su verdadera identidad, las únicas veces que la había besado había sido en la oficina, donde había escasas oportunidades para las escenas de seducción; ella tenía sus dudas de que en otras circunstancias hubiera podido pararle los pies. Era demasiado sincera como para engañarse a sí misma, aun cuando la verdad fuera dolorosa. Amaba a Justin, pero incluso de no ser así, lo hubiera deseado físicamente. Sólo su orgullo y su temor a que le hiciera daño la impulsaban a no ceder. Se quedó dormida pasadas las doce y el vuelo a París, donde harían escala de camino a Sakarya, era el primero de la mañana.

Tenía la cara pálida de cansancio antes incluso de salir de su apartamento para ir a reunirse con Justin en el aeropuerto. Estaba firmemente decidida a mostrarse lo más profesional posible, tanto para mantenerlo a distancia como para mostrarle que sus celos de la noche anterior no la habían afectado, pero desde el principio le costó mantener una actitud distante. Cuando la vio, Justin se levantó y fue hacia ella. Le quitó de la mano la bolsa de viaje más pesada y se inclinó para depositar en sus labios un beso.

-Buenos días -murmuró, y su mirada la recorrió de arriba abajo-. Me gustas con vestido. Deberías llevar vestido más a menudo.

O sea, que no iba a hablar de lo de la noche anterior, ¿no?, se dijo __________. Aunque ella había pensado hacer lo mismo, la molestó que Justin se hubiera adelantado. Lo miró fríamente.

-Pensé que en Sakarya era preferible llevar vestido.

Normalmente, siempre llevaba pantalones cuando iba de viaje, eran más cómodos y más adecuados, pero teniendo en cuenta el tipo de país y de viaje, había metido únicamente vestidos en la maleta. Para el vuelo había elegido un vestido beige sin mangas y con amplio escote, con una chaqueta a juego que llevaba puesta en ese momento, porque a pesar del calor del verano, por la mañana temprano siempre hacía fresco y sabía por experiencia que en los aviones solía tener frío. En vez de la trenza habitual, llevaba el pelo recogido en una cola de caballo. Tenía el pelo tan largo que llevarlo suelto resultaba incómodo. En las ocasiones formales, se lo recogía en un moño.

-Yo también prefiero los vestidos -comentó mientras la tomaba del brazo-. Tienes unas piernas muy bonitas, y me gusta verlas. Antes siempre llevabas vestido, me acuerdo.

Era cierto, recordó ella. _________ consiguió que su respuesta sonara impersonal.

-Cuando empecé a trabajar, me di cuenta de que los pantalones eran más adecuados para mi tipo de trabajo -para cambiar de tema, preguntó-: ¿Tienes los billetes?

-Está todo bajo control -aseguró él-. ¿Quieres tomar un café antes de que salga el vuelo?

-No, gracias. No bebo café cuando viajo -se vio obligada a explicar, y se sentó en un sillón.

Él tomó asiento en otro, frente a ella.

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ESPERO QUE HAYAN TENIDO UN BUEN DIA <3 Y OMG RAYITA LO QUE TE ESPERA EN EL VIAJE UPS:|

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