Capitulo 40

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Dio la bienvenida a sus invitados en perfecto inglés, luego en francés y, por último, en árabe.
____________ se puso de puntillas para verlo mejor y, por un instante, su mirada se cruzó con la del monarca. Tras un segundo de vacilación, él la saludo con una inclinación de cabeza y esbozó apenas una sonrisa tímida. Ella le correspondió con otra, cálida y amistosa. Luego un grupo de personas se interpuso entre ellos y se perdieron de vista.

-Le has gustado -observó Justin con ojos entrecerrados.

-Sólo le he sonreído -se defendió, contrariada. Parecía como si la estuviera acusando de algo.

-Tu sonrisa es una invitación en toda regla, cielo -replicó él arrastrando las palabras.

Justin iba a estar todo el día metiéndose con ella, se dijo _________.

-¿No es hora de que empiece el desfile de moda? -preguntó. Esperaba que eso distrajera un poco a Justin y éste dejara de atosigarla.

-Falta media hora -respondió, y la empujó hacia la sala donde iba a tener lugar el desfile.

Varios de los mejores diseñadores del mundo habían accedido a prestar sus creaciones a Marina para esa ocasión. Había varias filas de sillas a ambos lados de la pasarela y la mitad ya estaban ocupadas. Las invitadas, exquisitamente vestidas, reían y charlaban mientras sus acompañantes miraban con velado interés.
Una idea acudió a la mente de ____________.

-¿Va a desfilar Coral? -preguntó a Justin con un murmullo.

-Claro -confirmó con voz severa.

-Entonces será mejor que busquemos dónde sentarnos -dijo con brusquedad-. Supongo que no querrás perdértelo por nada del mundo.

Él le apretó con fuerza el brazo.

-Cállate ya, por favor.

Antes de que ella pudiera protestar, la arrastró fuera de la habitación. Preguntó algo a un guardia que, por alguna razón, lo había saludado marcialmente, y éste les franqueó el paso a una pequeña habitación. Justin la empujo dentro y cerró la puerta tras ellos.

-¿Para qué sirve esta habitación? -se apresuró a preguntar ____________ con el fin de distraerlo de su enfado, fingiendo gran interés.

-Ni lo sé ni me importa -respondió Justin. Hablaba con una voz tan ronca que apenas se entendía lo que decía. Entonces se dirigió hacia ella; en su rostro se adivinaban oscuras intenciones.

____________ retrocedió alarmada, pero él la atrapó cuando sólo había dado unos pasos.
No dijo nada, se limitó a abrazarla y besarla con tanta ansia que ella se olvidó de resistirse. Habría sido inútil, en cualquier caso, él era mucho más fuerte y la estrechaba con tanta firmeza que los cuerpos de ambos estaban pegados de la cabeza a los pies. A ________ empezaron a zumbarle los oídos y se abandonó a su abrazo. Al cabo de varios minutos, Justin separó su boca de la de ella y contempló la cara sonrojada de ________, llena de amor.

-No me hables de otras mujeres -le ordenó con voz grave. Su aliento acariciaba los labios de __________-. Ninguna mujer me excita como tú, incluso cuando no es ésa tu intención brujita mía. Te deseo, quiero hacer el amor ahora mismo concluyó con un gemido, e inclinó la cabeza y frotó sus labios contra los de ella.

-No... no podemos -susurró _____________, pero con poco convencimiento. La pasión que ardía en Justin también había prendido en ella, y si él hubiera insistido, no habría sido capaz de resistirse. Pero Justin conservaba cierto sentido de la realidad y la apartó de sí con manos temblorosas.

-Ya lo sé, maldita sea -suspiró-. Me imagino que será mejor que volvamos, si es que quieres ver el desfile... Y ni una palabra más sobre Coral -la advirtió.

YA NO ME INTERESAS...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora