Capitulo 10

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La noche anterior, ______ le había contado todo eso a Greg por teléfono y él se había mostrado de acuerdo. El artículo debía aparecer en el número de esa semana, así que apenas le había quedado tiempo para escribirlo y entregarlo.

Greg no hizo ningún comentario sobre el tema Justin, dijo sólo que a éste «le gustaba mover las cosas de sitio», y ella dedujo que estaba haciendo cambios. Habría preferido que la mandaran a investigar otra noticia inmediatamente, pero no había nada, y ella tenía que volver para escribir el informe y rellenar la hoja de gastos. Afortunadamente, ya era fin de semana y todavía le quedaban por delante dos días antes de tener que volver a la oficina.

El lunes por la mañana, llegó a trabajar con nervios en el estómago, pero para alivio y asombro suyo, el día pasó sin que su marido apareciera por la redacción, aunque todo eran rumores sobre los cambios que iba a hacer en el formato de la revista. Ella evitó subir a los pisos superiores, incluso cuando se le ocurrió una idea que debía consultar con Greg. En lugar de ir a verlo, lo llamó por teléfono, y Brom comentó que nunca la había visto quedarse tanto tiempo en un mismo sitio.

El martes fue igual. Era el día que la revista llegaba a los quioscos y Greg la llamó para felicitarla.

-Acabo de hablar con Justin -le soltó. Ahora se refería a él de ese modo-. El senador Bailey lo ha llamado a casa esta mañana.

-¿Estoy despedida? -preguntó ______.

-No. El senador se lo ha contado todo y nos va a dar una nota en la que su esposa se retracta de las acusaciones al general. Has dado en el blanco, preciosa.

-¡Lo sabía! -exclamó alegremente-. ¿Puedo hacer algo más?

-Sólo tener cuidado. Conozco a varios editores furiosos porque hayas sido tú la única en darte cuenta de lo que cualquiera habría podido ver.

Ella se rió y colgó, pero saber que su intuición había funcionado la dejó flotando para el resto del día. Chris se pasó a verla, a la hora del almuerzo y le propuso que fueran a comer un sándwich. Había una pequeña cafetería en el edificio. Tenía sopas,

sándwiches, café y refrescos para los que no podían salir a comer fuera, pero la exigua oferta era más que suficiente para ella. Se sentó con Chris a una mesita y hablaron de trabajo mientras tomaban dos cafés bien cargados.

Justo cuando estaban acabando, surgió un murmullo de las otras mesas y la nuca de ______ se puso tensa.

-Es el jefe -la informó Chris con naturalidad-. Con su chica.

______ apenas podía reprimiftel deseo de volver la cabeza. Por el rabillo del ojo vio que las dos figuras recorrían la barra de la cafetería y elegían su almuerzo.

-Me pregunto qué hacen aquí -murmuró _______.

-Testar el servicio de cafetería -respondió Chris, y volvió la cabeza para mirar directamente a la acompañante de ________-. Ha revisado y testado todo lo demás, no sé por qué iba a pasar por alto la comida. Ella parece conocida, ______. ¿Te suena?

Sallie achicó los ojos y se concentró en examinar a la mujer, aliviada por no tener que mirar a Justin.

-Tienes razón, es conocida. ¿No es Coral Williams, la modelo? -estaba casi segura de que era ella. No había muchas rubias así de perfectas.

-O sea, que es ella -gruñó Chris.

Entonces Justin se dio la vuelta. Su bandeja se balanceaba mientras se dirigía a una mesa y _______ se apresuró a bajar la mirada, pero casi se queda sin respiración. No había cambiado. Seguía estando ágil y en forma; el mismo pelo, igual de castaño, y la misma expresión sardónica en su rostro de facciones marcadas, curtido por el sol. La mujer que lo acompañaba era todo lo contrario: muy rubia y pálida.

-Vamos -dijo en voz baja a Chris mientras se ponía de pie. Notó que Justin volvía la cabeza hacia ella y se giró cuidadosamente para darle la espalda sin que pareciera que estaba huyendo. Chris la siguió, pero ella notaba que Justin la observaba mientras salían de la cafetería.

Era la segunda vez que se quedaba mirándola fijamente. ¿La habría reconocido? ¿Por la manera de andar?, ¿por el pelo? La trenza era muy llamativa, pero no quería cortarse el pelo. Entonces sí que resultaría reconocible...

Cuando volvió a su mesa, todavía estaba alterada, debido, sobre todo, al modo como había reaccionado ante la aparición de Justin. Ningún hombre la había atraído tanto como él y, para consternación suya, parecía que la situación seguía siendo la misma.

Justin era muy masculino, irradiaba una sensación de fortaleza que lograba que se le acelerara el pulso e, inevitablemente, la llevaba a rememorar las noches que había pasado en sus brazos. Tal vez emocionalmente lo hubiera superado, pero la atracción física entre ellos seguía siendo tan fuerte como antiguamente, y eso la hacía sentirse vulnerable.

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