Capitulo 43

1.3K 62 1
                                    

La mañana pasó y _________ decidió continuar trabajando durante la hora de comer, pero sus planes se vinieron abajo cuando Chris apareció delante de su mesa. Este parpadeó al leer el nombre que estaba escrito en su placa. La levantó, la observó detenidamente y luego volvió a dejarla en su sitio sin hacer ningún comentario.

-¿Puedes escaparte un rato? -preguntó tranquilamente, pero ___________ se percató inmediatamente de la tristeza que había en su voz, tal vez porque ella misma estaba muy deprimida y aquello la hacía receptiva al sufrimiento de los demás.

-Es la hora de comer -respondió sin vacilar. Hizo girar la silla y se puso de pie-. ¿Dónde quieres que vayamos?

-¿Le molestará? -preguntó Chris, y __________ entendió a quién se refería.

-No -mintió, y sonrió-. Además, no voy a pedirle permiso.

Chris no volvió a decir nada hasta que salieron a la calle y empezaron a abrirse paso entre la multitud de transeúntes que, al igual que ellos, se dirigían, presurosos y hambrientos, en busca de un lugar donde almorzar. Levantó la cabeza y miró el sol con los párpados entornados.

-¿De verdad estáis casados? No es fácil casarse tan deprisa, a menos que uno vaya a Las Vegas.

-Nos casamos hace ocho años -admitió ella, y no quiso mirar a Chris porque notó que éste le lanzaba una mirada inquisitiva-. Y llevamos siete separados.

Siguieron andando en silencio un rato. Luego Chris la tomó de la mano y señaló una cafetería. Cualquier sitio servía. Entraron y se sentaron en una mesa para dos que estaba pegada a la pared. ____________ no tenía hambre, así que pidió un zumo de naranja y una ensalada. Al parecer, Chris tampoco tenía mucho apetito, porque cuando le llevaron la comida siguió bebiendo café y se quedó mirando pensativamente el sándwich de atún que reposaba en el plato.

-Así que os habéis vuelto a juntar... -acertó a decir.

__________ negó con la cabeza.

-Eso es lo que él quisiera.

-¿Y tú no?

-Justin no me quiere -dijo con tristeza-. Tan sólo está empeñado en demostrar que puede recuperarme. Como te conté el otro día, lo único que quiere es jugar un rato; no le importa si eso me destroza la vida. Ya ha arruinado mi carrera. Me ha dicho que se encargará de que nadie me dé trabajo como periodista.

Chris soltó una palabrota, cosa que hacía raras veces. _____________ lo miró sorprendida y vio que la indignación encendía en sus ojos marrones chispas doradas.

-¿Cómo puede hacerte una cosa así? -musitó.

Ella se encogió de hombros con fingida indiferencia.

-Dice que tiene miedo de que me maten. Que no soportaría pensar que estoy en peligro, cubriendo una revolución, por ejemplo -¿cuántas veces había hecho él lo propio y la había dejado a ella temblando de preocupación?

-Eso puedo entenderlo -dijo Chris, y una sonrisa pícara se dibujó en su cara-. Tengo que admitir que, a veces, a mí también me preocupa que le pueda pasar algo a tu pellejo, y eso que no estoy casado contigo.

-Pero tú no eres capaz de dejarlo por Amy -le recordó bruscamente-. Y yo no lo dejaré por Justin, si es que puedo elegir. Me está acorralando, Chris. Me quiere doblegar.

-Tú lo amas.

-Pero intento lo contrario. Aunque hasta ahora no he tenido mucho éxito -sacudió la cabeza-. Vamos a olvidamos de mí. ¿Las cosas con Amy siguen igual?

Chris inclinó ligeramente la cabeza hacia un lado.

-Sigo enamorado de ella y sigo queriendo que nos casemos, pero sólo se casará conmigo si dejo los reportajes sobre el terreno. Y cuando pienso en encerrarme en un trabajo de oficina, de nueve a cinco, me entran sudores fríos.

-¿No puedes ceder? Mira a Greg, lo hizo por sus hijos.

-Pero no por su mujer -señaló Chris-. Tuvo que perderla para decidirse a retirarse. Si todavía viviera, seguro que él seguiría cubriendo noticias por esos mundos.

Eso era cierto. ____________ suspiró y apartó la vista de la cara de Chris. Era más difícil negarle lo que pedía a un niño que a un adulto. Los niños consideraban las cosas únicamente en relación consigo mismos y no podían entender que las necesidades de sus padres deberían ser igual de importantes que las suyas. No sentían pudor si tenían que reclamar con claridad lo que querían mientras que los adultos se contenían, retrocedían, se refrenaban para no presionar demasiado, porque sabían que nadie les debía nada y que, por lo tanto, era inútil exigir. Aunque ella sí había pedido: en otra época, había exigido a Justin que dejara su trabajo para estar con ella. Y no había conseguido nada. Justin le había dejado claro que no era responsabilidad suya hacerla feliz, que cada uno tenía su propia vida. Así que, pensó ____________, no podía ofrecerle a Chris ninguna esperanza, ninguna solución, porque tampoco encontraba una para su propio dilema. Hicieran lo que hicieran, serían desgraciados.

-Voy a marcharme -dijo en voz alta, y miró a Chris horrorizada, porque no tenía intención de contarle sus planes a nadie.

Él se percató de que la confesión se le había escapado sin querer.

-No te preocupes, no saldrá de aquí -aseguró-. Pensaba que harías algo así además. Tienes arrestos de sobra para hacer lo que crees que debes hacer, aunque sea doloroso. Vas a cortar amarras. Ojalá yo fuera capaz de hacer lo mismo.

-Lo harás cuando estés preparado. No olvides que yo he tenido siete años para acostumbrarme a estar sin Justin -esbozó una sonrisa triste-. Incluso me había convencido a mí misma de que ya no había nada entre nosotros. A Justin no le ha costado mucho reventar este cuento de hadas.

-Superaré lo de Amy -dijo Chris con serenidad, y en su rostro surgió una expresión de resignación-. Supongo que no me queda más remedio.

Regresaron andando en silencio a la oficina y, cuando entraron en el ascensor, Chris apoyó el dedo en el botón que ordenaba el cierre de las puertas y lo mantuvo apretado mientras miraba fijamente a ___________.

-Dame noticias tuyas de vez en cuando -pidió-. Ojalá me hubiera enamorado de ti, __________ -le puso una mano en el cuello y se inclinó ligeramente hacia delante hasta que los labios de ambos se tocaron.

Los ojos de ____________ se llenaron de lágrimas. Sí, ¿por qué no podía ser Chris en lugar de Justin?

No podía prometerle que lo llamaría, aunque le gustaría. Una vez que se marchara de Nueva York, no podía arriesgarse a hacer nada que pusiera a Justin sobre su pista.

Salió del ascensor sin apartar los ojos de él y le dijo adiós. A continuación, regresó a su mesa y siguió trabajando.

COMENTEN Y VOTEN<3

YA NO ME INTERESAS...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora