Capitulo 51

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-Sí, «ella» -se burló Justin con ojos brillantes-. Es una máquina, se llama Barbara Hopewell y es veinte años mayor que yo, así que no saques conclusiones precipitadas.

___________ lo miró airadamente. Tenía la sensación de que le había tendido una trampa para que se pusiera celosa, y no tenía intención de regalarle esa baza.

-¿Por qué tienes tanta prisa? -quiso saber.

-No quiero que andes preocupada por el libro cuando estemos en Europa. Contrata una mecanógrafa o haz lo que sea necesario, pero quiero que te quites el libro de encima antes de que nos marchemos.

Ella estaba resentida por el modo en que Justin se había mofado de sus celos. Apoyó los codos en la mesa y se inclinó hacia delante para devolverle el golpe.

-¿Se te ha ocurrido que ahora que he terminado el libro me voy a aburrir aquí sentada todo el día? Tendré que empezar a buscar un trabajo, no a andar de paseo por Europa.

Si lo que pretendía era irritarlo, logró su cometido. Justin se puso pálido, luego la cólera cubrió de rubor sus mejillas. Tiró el cuchillo con fuerza sobre la mesa. Fue hasta ella, la agarró por los brazos y la obligó a levantarse.

-Nunca pierdes la ocasión de provocarme, ¿verdad? murmuró ásperamente.

Antes de que ella pudiera abrir la boca, en el caso de que hubiera querido responder, él inclinó la cabeza y la besó. Sin dejar de besarla, le pasó un brazo por detrás de las rodillas y la alzó en brazos. __________ se aferró a él. El movimiento había sido brusco e inesperado, y la cabeza le daba vueltas; sentía como si fuera a desmayarse. No entendía por qué Justin se había enfadado tanto, ella sólo había querido pincharlo un poco. Lo besó ella también y él respondió con deseo y la llevó al dormitorio.

Al cabo de un rato, ambos descansaban tumbados en la cama. ___________ estaba enroscada sobre Justin, disfrutando del calor de su cuerpo, y él le acariciaba perezosamente el costado y esparcía besos sobre la curva de su cuello.

-¿No crees que va siendo hora de que me cuentes algo de tu embarazo?

____________ dio un brinco y se quedó sentada en la cama, mirándolo con ojos muy abiertos.

-¿Cómo, lo sabes? -preguntó con perplejidad-. ¡Yo no me he dado cuenta hasta hoy mismo!

Él parpadeó, como si ella también lo hubiera dejado atónito. Luego hundió la cabeza en la almohada y se echó a reír a carcajadas. Tiró de ella para que se tumbara otra vez a su lado.

-Tendría que habérmelo figurado -dijo mientras le retiraba con delicadeza el pelo de la cara-. Estabas tan entregada al libro que ni siquiera sabías en qué día vivías. Lo sé, cariño, porque no soy tan tonto, y sé contar. Yo creía que me lo estabas

ocultando a propósito porque no querías darme la satisfacción de saberlo.

-Uf, debes pensar que soy una bruja -murmuró contrariada, y giró la cabeza hacia el y le mordió en un hombro, él aulló de dolor y ella empezó a cubrir de besos la marca que sus dientes le habían dejado en la piel-. Te lo mereces.

-Dado que estás embarazada, te dejaré ir sólo con esto -se burló él, y la besó en los labios.

-En realidad -confesó ___________ al cabo de unos instantes-, no iba a contártelo todavía.

Él alzó la cabeza bruscamente.

-¿Por qué? -gruñó.

-Porque quiero ir contigo a Europa -se limitó a decir-. Temía que me dijeras que me quedara aquí.

-De eso nada. La otra vez no estuve a tu lado, y ahora no pienso separarme de ti ni un solo día. Y, con su permiso, señora Bieber, estaré presente en el parto.

El corazón de __________ empezó a latir a toda velocidad. Demasiado emocionada para poder hablar, hundió la cara en el hombro de Justin y se abrazó a éste con fuerza. A pesar de todo lo que él podía haber dicho y, sobre todo, de lo que nunca había dicho, empezaba a tener la esperanza de importarle de verdad.

-Justin... Justin... -murmuró emocionada.

Él interpretó mal los motivos de su emoción y le acarició la cabeza.

-No te preocupes -murmuró con los labios pegados al pelo de ___________-. Esta vez no le pasará nada al niño, te lo prometo. Iremos al mejor ginecólogo de Nueva York. Vamos a tener una casa llena de niños, ya verás.

Aferrada todavía a él, ___________ pensó que a ella le bastaría con ése que esperaba. Con ese niño y el amor de Justin su vida sería completa. Durante las semanas siguientes, ___________ apenas tuvo un momento de respiro. Debía dejar listo el manuscrito antes de marcharse y encargarse de todos los preparativos.

Justin volvía de trabajar muy tarde. El ginecólogo le aseguró que el embarazo marchaba perfectamente, aunque le convendría ganar un poco de peso. Se mostró a favor del viaje a Europa, siempre y cuando se acordara de alimentarse bien.

Nunca había sido más feliz. Cuatro meses atrás, pensaba que Justin no significaba nada para ella y quería librarse como fuera de su sombra. A veces, seguía irritándola que fuera tan autoritario y que siempre estuviera recordándole que era su mujer, pero ahora estaba más enamorada de él de lo que lo había estado años atrás, cuando era una adolescente insegura. Los años que habían estado separados le habían permitido fortalecer su carácter. Sus sentimientos eran más fuertes; sus pensamientos y sus emociones, más maduros. Él se comportaba como si quisiera que estuvieran siempre juntos, y estaba tan orgulloso de su futuro hijo que a veces parecía que quisiera colgar un cartel al cuello de ___________ que anunciara su estado.

El desastre ocurrió, sin previo aviso, la semana anterior a su partida. Era uno de esos días de otoño sacados de un calendario. El cielo estaba muy azul y el sol era cálido, pero el aire tenía la inconfundible fragancia del otoño que se aproximaba. ____________ fue de compras y regresó a casa cargada de bolsas. Se sentía de maravilla, sus ojos resplandecían y estaba radiante. Con una sonrisa en los labios, fue sacando las prendas que había comprado.

HOLAAAAA (: CADA VEZ MENOS PARA EL FINAL OMG! NO SE OLVIDEN PASAR POR LA OTRA NOVELA QUE EMPEZARE A SUBIR LUEGO DE ESTA PERO HASTA EL MOMENTO LES DEJE UN PEQUEÑO ADELNTO PASEEEEN<3

YA NO ME INTERESAS...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora