Capitulo 11

1.6K 88 2
                                    

Contra su costumbre, levantó el auricular y llamó a Greg, pero éste había salido a comer y ella colgó con un suspiro. No podía quedarse allí sentada, su naturaleza le pedía actuar, hacer algo. Por fin, garabateó una nota para Brom en la que le pedía que

le dijera a Greg que le dolía mucho la cabeza y que se iba a casa. Greg entendería que era una excusa; Brom, no.

Detestaba huir de las cosas, pero sabía que necesitaba reflexionar sobre el modo como había reaccionado al ver a Justin, y fue lo que hizo cuando llegó a casa.

¿Sería sólo porque era su marido, porque era el único hombre con el que se había acostado? Nadie la había atraído nunca tanto como él. ¿Sería la costumbre? Esperaba que se tratara de eso y, cuando cayó en la cuenta de que no había sentido ni siquiera un cosquilleo de celos al ver a Coral Williams, respiró aliviada. Era la prueba de que había superado lo de Justin. Lo que sentía era la pura y simple atracción física entre un hombre y una mujer que se encontraban mutuamente deseables. Era lo suficientemente madura para controlar esa sensación, como los siete años anteriores confirmaban.

El teléfono sonó a media tarde.

-¿Qué ha pasado? -inquirió Greg sin preámbulos.

-Justin y Coral Williams han aparecido en la cafetería cuando Chris y yo estábamos allí -explicó sin vacilar-. No creo que Justin me haya reconocido, pero se quedó mirándome. Es la segunda vez que hace lo mismo, quedarse mirándome fijamente, así que pensé que era mejor que me marchara -ésa no era exactamente la razón, pero era una buena excusa. ¿Por qué contarle a Greg que ver a Justin de cerca la había alterado?

-Has hecho bien -Greg suspiró-. Vino a mi oficina poco después de que Brom me trajera tu nota. Quiere conocerte, eres el único periodista al que no conoce personalmente. Luego me pidió que le hiciera una descripción de ti y puso una cara

rara.

-Ay, no -gimió-. Si se ha olido algo, no parará hasta descubrir lo que ocurre -dijo con un gesto de disgusto-. Es rápido como una serpiente. ¿Te ha preguntado de dónde soy?

-Será mejor que estés preparada, preciosa. No, no me lo ha preguntado, pero me ha pedido tu número de teléfono.

-Vaca sagrada -volvió a gemir-. Gracias por todo. Si Justin lo descubre todo, borraré las huellas, no te preocupes.

Greg colgó y ella empezó a ir de un lado a otro del salón, esperando que el teléfono sonara de nuevo. ¿Qué le diría? ¿Debería tratar de disfrazar su voz?

Oscureció y la tan esperada llamada no se produjo, así que se dio un baño y se acostó.

Pero fue una noche inquieta y sólo logró conciliar un sueño profundo a primeras horas de la mañana.

La despertó el timbre insistente del teléfono. Al principio pensó que era el despertador e intentó apagarlo, pero el ruido seguía. Cuando por fin se dio cuenta de dónde procedía, se abalanzó sobre el teléfono y, con las prisas, el aparato se precipitó

al suelo. Lo levantó tirando del cordón y al fin pudo llevarse el auricular a la oreja.

-¿Sí? -murmuró con voz espesa.

-¿Señorita Flint? -preguntó una voz grave, profunda. Había un punto de ronquera en esa voz que le hizo sentir un hormigueo, pero estaba demasiado dormida para percatarse de eso.

-Soy yo -respondió ahogando un bostezo-. ¿Quién llama?

-Soy Justin Bieber -dijo la voz, y ella abrió los ojos de golpe-. ¿La he despertado?

-Pues sí -respondió, incapaz de pensar en ninguna frase educada para tranquilizarlo. Una sonora carcajada al otro lado de la línea la hizo temblar-. ¿Ocurre algo, señor Bieber?

-No. Sólo quería felicitarla por el trabajo de Washington. Es un buen reportaje. En algún momento, cuando esté libre, pase por mi despacho para que charlemos un poco. Creo que es el único periodista de plantilla al que aún no conozco, y es de los

mejores.

-Yo... eh ... Me-me pa-a-saré -tartamudeó-. Gracias, señor Bieber.

-Justin -corrigió él-. Prefiero que los empleados me llamen por mi nombre de pila y me traten de tú. Y por cierto, siento haberte despertado, pero deberías estar levantada si pretendes llegar al trabajo a tu hora -soltó otra carcajada, se despidió y

colgó.

______ dio un respingo y miró el reloj. ¿Cómo se le había hecho tan tarde? Iba a llegar con retraso si no se daba prisa, ¡pero Justin podía esperar sentado si esperaba que fuera a verlo a su despacho!

LINDAS COMENTEN Y VOTEN :( <3 RAYITA QUE TE SUCEDE TIENES MIEDO DE QUE JUSTIN TE VEA:o

NO CREO QUE JUSTIN CUMPLA 20 AÑOS COMO PASA EL TIEMPO (: UN APLAUSO PARA ESAS BELIEBERS QUE AL MOMENTO DE DECIR CONTIGO HASTA EL FINAL LO SIGAN CUMPLIENDO APESAR DE LOS OBTACULOS Y APOYANDOLO COMO DEBE SER Y A LAS OTRAS PFF GRACIAS POR GASTAR SU TIEMPO Y PLATA ;)

AMEEEEEEN :*

YA NO ME INTERESAS...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora