Capitulo 49

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-Es cierto -dijo con una amplia sonrisa que intentaba ocultar el miedo que había disparado los latidos de su corazón-. Está profundamente enamorado de una mujer que quiere que siente la cabeza y renuncie a los viajes profesionales, y me estaba contando cómo están las cosas entre ellos. ¿Te suena la historia?

-Está bien -zanjó Justin. Sus labios apenas se movieron, todavía tenía la cara paralizada de rabia, pero dijo gruñendo a Amanda-: Vete a almorzar. No pasa nada.

Cuando Amanda y Chris se hubieron ido, __________ y Justin se quedaron mirándose fijamente el uno al otro en medio del pasillo. Él fue relajándose progresivamente.

-Vamos dentro, aquí estamos en medio.

Ella asintió y entró en la oficina. En cuanto la puerta se cerró tras él, Justin la abrazó con tanta fuerza que las costillas de ____________ protestaron de dolor.

-Chris y yo no hemos salido nunca juntos -aseguró ella intentando respirar.

-Te creo -suspiró Justin mientras rozaba con los labios la sien de __________, el pómulo, el ojo-. Es que no podía soportar verte en sus brazos. No quiero que otro hombre te toque.

El corazón de ___________ empezó a latir con fuerza. Levantó los brazos, le rodeó el cuello y se aferró a él. Estaba mareada de esperanza. La violenta reacción de Justin no podía deberse únicamente a que fuera posesivo; para reaccionar de aquel modo tan desmedido tenía que haber sufrido una sacudida emocional. Pero no podía estar segura, así que se calló lo que iba a decir, la frase que tenía en la Oops! de la lengua: «te quiero». Todavía no podía confesárselo, pero ya albergaba una esperanza.

-Eh, venía a ver si querías que fuéramos a almorzar -dijo por fin alegremente tras levantar la cabeza del hombro de Justin.

-No es lo que más deseo -gruñó él, y sus ojos lanzaron una mirada insinuante al sofá-, pero me conformo con almorzar.

-Me temo que hemos provocado un escándalo -dijo ____________ en tono regocijado cuando se dirigían al ascensor-. Antes de que acabe el día, lo sabrá todo el mundo.

Él se encogió de hombros.

-No me importa. Servirá de advertencia, por si a otro de tus antiguos colegas se le ocurre abrazarte. Soy un animal territorial, voy un poco retrasado para esta época, y no quiero intrusos en mi territorio.

A ella se le heló el corazón. ¿Eso era todo lo que ella significaba para él, una parte de su territorio? ¡Gracias a Dios se había mordido la lengua y no le había confesado sus sentimientos! Era una tonta si trataba de hallar sentimientos profundos

en Justin; no los tenía, y ella siempre lo había sabido. Era, efectivamente, un hombre retrasado para la época, que se guiaba por instintos primitivos. Procuraba satisfacer sus necesidades, y no perdía el tiempo con asuntos tan tontos como el amor.

YA NO ME INTERESAS...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora