Tomó un taxi para llegar a casa de Justin, estaba demasiado nerviosa para montarse en un autobús en hora Oops!. Cuando llegó delante del edificio de apartamentos, consultó el reloj y vio que llegaba con unos minutos de retraso. Pagó al taxista, corrió hasta el ascensor y apretó el botón. En cuanto tocó el timbre, la puerta se abrió y Justin apareció delante de ella. Su
rostro era inexpresivo.-Siento llegar tarde.
-No importa -la interrumpió él, y se hizo a un lado para dejarla pasar. Se había quitado la chaqueta y la corbata. Tenía el cuello de la camisa desabotonado y asomaban algunos rizos del vello que le cubría el pecho. Los ojos de _________ contemplaron su piel morena, tan masculina, tan viril, y sin darse cuenta, se humedeció los labios con la lengua. ¡Sólo con verlo su valor se debilitaba!
Los ojos de Justin eran oscuros como el carbón.-Eres una hechicera... -murmuró, y se llevó las manos a los botones de la camisa.
Empezó a desabrochársela, tiró de los faldones que estaban metidos por dentro del pantalón, se la quitó y la dejó caer al suelo. Los rayos del sol, que penetraban por las amplias ventanas, incidían en su pecho y en sus hombros y reflejaban las gotas de sudor que humedecían su piel.
____________ retrocedió, quería huir para no sucumbir al deseo de tocar esa piel, de sentir los músculos de acero de los brazos de Justin, pero cometió el error de levantar los ojos hacia él. El deseo palpitante que vio en los suyos la paralizó.-Te deseo -susurró él mientras avanzaba hacia ella-. Ahora.
-No he venido para esto -protestó ____________, e intentó en vano esquivarlo.
Los brazos de Justin la rodearon y la ciñeron contra su cuerpo medio desnudo. Ella empezó a temblar al notar el poder erótico que Justin ejercía sobre ella. El olor de su piel, la calidez de su cuerpo, su vibrante vitalidad se apoderaron de ella y la emborracharon hasta que se olvidó de que debería empujarlo.
Justin se apoderó de la boca de _____________. Sus besos la devoraban y exigían respuesta.
La dejaron sin fuerzas, de modo que no opuso resistencia cuando las manos temblorosas de Justin empezaron a moverse sobre cuerpo y a explorar los lugares que tan bien conocían. ___________ alzó los brazos y le rodeó el cuello, y lo besó también y se entregó a su propio deseo, que ardía en su interior y la devoraba.
Permaneció pegada a él, temblando, cuando Justin levantó la cabeza para recuperar el aliento. La sonrisa que surgió fugazmente en los labios de él revelaba que era consciente de su triunfo y de la capitulación de ___________. Con movimientos lentos, suaves, como si no quisiera asustarla, le bajó la cremallera del vestido y lo dejó caer a sus
pies. ___________ se limitaba a mirarlo hacer en silencio; el deseo nublaba sus ojos azules. No podía resistirse, no podía pensar, sólo sentir. Sentir y responder. Amaba a Justin y era inútil negárselo a sí misma.
Al menos su deseo sí era correspondido. Era vagamente consciente de que Justin estaba temblando, que todos los músculos de su poderoso cuerpo se estremecían mientras la tomaba en brazos y la llevaba al dormitorio. La puso en la cama y se tumbó junto a ella al tiempo que le quitaba la ropa interior para que nada se interpusiera entre piel y piel. Él tampoco podía disimular su deseo, igual que le sucedía a ella. Le susurraba palabras y frases inconexas que hacían que _____________ se aferrara a él mientras se hundía cada vez más en la marea de sensaciones que despertaba en ella.
Cuando el mundo empezó a recuperar de nuevo su sentido, __________ se encontró tumbada sobre él. Justin le acariciaba el pelo, la espalda, los brazos. .-No pretendía que las cosas fueran así -murmuró él con los labios junto a su sien-. Había planeado hablar un rato primero, comer y comportarnos como personas civilizadas, pero en cuanto te he visto, lo único importante que me parecía era hacer el amor.
-Eso es lo único que siempre te ha interesado de mí -dijo ella sin disfrazar su amargura.
Él le dirigió una mirada inquisitiva.
-¿Eso piensas? De eso precisamente quería que habláramos, pero tal vez sea mejor que antes comamos algo.
-¿No se habrá enfriado la comida? -preguntó ella. Se retiró el pelo de la cara y se sentó.
-Filete y ensalada. La ensalada está en la nevera, y los filetes hay que ponerlos en la plancha. Le he dicho a la señora Hermann que tenía el resto del día libre, así que no nos molestará nadie.
-Lo tenías todo planeado, ¿eh? -comentó sin que realmente le importara demasiado. Comenzó a vestirse y él se quedó contemplándola mientras lo hacía.
-¿Qué ocurre? -preguntó Justin bruscamente. Se acercó a ella, le puso una mano debajo de la barbilla y miró su rostro pálido-. ¿Te encuentras mal?
Claro que se sentía mal, dolorida y deprimida después de la explosiva pasión que habían compartido. Y estúpidamente débil. Pero sabía que sus únicos problemas eran su incapacidad para tratar con Justin y el hecho de que llevaba veinticuatro horas sin comer.
-Estoy bien -aseguró para borrar la preocupación de Justin-. Me imagino que es el hambre. No he comido nada desde ayer por la mañana.
-Estupendo -gruñó él-. Necesitas perder algunos kilos, debes de pesar por lo menos cuarenta... ¿Es que necesitas alguien que te vigile y te obligue a comer, tontita?
Probablemente estaba pensando en él, pero ella no tenía ganas de discutir. Acabó de vestirse en silencio y esperó a que él también lo hiciera. Luego fueron a la cocina, limpia y organizada. Justin se negó a que ella hiciera nada y la obligó a sentarse en un taburete mientras ponía la carne en la plancha y colocaba en la mesa dos manteles individuales, cubiertos y vasos.
Abrió una botella de vino californiano y comieron en silencio durante varios minutos, sin que ninguno de los dos dijera nada. Luego ____________, sin levantar la vista de su ensalada, preguntó:-¿Dónde está el manuscrito?
-En el estudio -contestó él-. Tienes un don para escribir. Da gusto leerlo.
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YA NO ME INTERESAS...
Fanfiction______ se preguntaba si Justin la reconocería después de siete años. Había perdido peso, se había vuelto más segura y había conseguido hacer carrera como reportera de una importante revista. Después de tanto tiempo, ¿reconocería Justin Bieber, el nu...