Capitulo 16

1.8K 78 2
                                    

Luego cambió de tema y _______ comprendió que eso era todo lo que estaba dispuesto a contar. El resto del tiempo estuvieron charlando de asuntos profesionales y ella se quedó hasta que llamaron a su vuelo, pues notaba que Chris se sentía vulnerable. Marcharse de viaje así, de noche, sin que nadie fuera a despedirte, era muy deprimente, y estaba deseosa de proporcionarle, al menos, una cara conocida a la que decir adiós.
Eran más de las diez cuando llegó a su apartamento. Se dio una ducha rápida y se preparó para acostarse. Justo cuando estaba apagando la luz, sonó el teléfono y la encendió de nuevo para descolgar.

-¿________? ¿Se puede saber dónde te has metido? -preguntó Justin con impaciencia y, como siempre, su voz ronca hizo que _______ se estremeciera.

-En el aeropuerto -respondió mecánicamente, sin darse cuenta.

-¿Has ido a buscar a alguien? -quiso saber, y su voz era más afilada.

-No, a despedir a alguien -había recobrado el aplomo y se apresuró a preguntar-: ¿Para qué llamas?

-Esta tarde te marchaste antes de que arregláramos las cosas.

Desconcertada, repitió:

-¿"Arregláramos"? ¿Qué es lo que hay que arreglar?

-Lo de nuestro matrimonio, por ejemplo -respondió con sarcasmo.

Ella comprendió de repente e intentó tranquilizarlo: le facilitaría las cosas, no
pondría ningún impedimento.

-Seguro que no tendremos ningún problema para que nos concedan el divorcio, teniendo en cuenta el tiempo que llevamos separados. Y me parece buena idea que nos divorciemos, deberíamos haberlo hecho antes. Siete años es mucho tiempo. Está claro que no queda nada entre nosotros, aparte de la atadura administrativa.

-Hablas demasiado -señaló él. Su voz era áspera, se estaba enfadando.

Confundida, _______ se quedó callada. ¿Qué había dicho para que se enfadara? ¿Por qué sacaba el tema si luego no quería hablar de eso?

-No quiero el divorcio -dijo Justin al cabo de un momento-. Me ha resultado muy útil eso de tener una mujercita en alguna parte.

Ella se rió y se sentó en la cama. Acomodó la almohada sobre el cabecero y
recostó la espalda.

-Entiendo que puede resultar útil -se atrevió a tomarle el pelo-. Así puedes mantener a raya a las que andan buscando marido, ¿no? De todos modos, hemos llegado al punto en que seguir casados es una estupidez. ¿Quieres que presente yo la demanda o prefieres hacerlo tú?

-¿Te estás haciendo la tonta a propósito? -rugió-. ¡Te he dicho que no quiero divorciarme!

_______ volvió a quedarse callada, asombrada por su insistencia.

-Pero... ¡Justin! -protestó finalmente con incredulidad-. ¿Y se puede saber por qué no?

-Ya te lo he dicho -contesta, como si fuera obvio-. Me resulta útil estar casado.

-¡Siempre puedes decir que lo estás!

-¿Y por qué iba a molestarme en mentir? Todo se acaba sabiendo, además. No, gracias por tu oferta, pero me parece que me quedo contigo, independientemente de que tú tengas sustituto.

De repente, ________ se enfadó. ¿Por qué la llamaba si no quería el divorcio, y quién era él para hacer comentarios sarcásticos sobre un «sustituto».

-¡Te estás poniendo odioso! -le reprochó-. ¿Cuál es el problema, Justin? ¿Es que Coral se está poniendo pesada? ¿Te hace falta refugiarte tras una esposa? Pues puedes ir a refugiarte detrás de otra, porque no me hace falta tu acuerdo para que
me den el divorcio. ¡Me abandonaste y no he sabido nada de ti durante siete años, cualquier juez me concederá el divorcio!

-¿Eso crees? -la retó él, y se rió sonoramente- Inténtalo. Tengo amigos en todas partes y divorciarte de mí puede resultar más difícil de lo que crees. Será mejor que tengas mucho dinero y mucho tiempo disponible, y un trabajo más seguro. Estás en una posición vulnerable, ¿sabes? No puedes arriesgarte a que tu jefe se enfade contigo...

-¡Mi jefe puede irse a tomar viento! -gritó, furiosa, y colgó de golpe el auricular.

El teléfono volvió a sonar inmediatamente después. Ella lo miró un momento y, como seguía con su irritante timbre, se agachó y lo desenchufó, algo que raramente hacía, pues temía que Greg tuviera que localizarla por alguna emergencia.
Luego apagó la luz de la mesilla y dio un par de puñetazos a la almohada para lograr que adoptara la forma exacta, aunque la posibilidad de conciliar el sueño era remota. Tumbada en la oscuridad, bufaba de cólera, y deseaba poder desahogarse en
la cara de Justin. ¿Por qué la llamaba si no quería hablar del divorcio? Si quería utilizarla para mantener a Coral a distancia, que usara a otra. Según ella, Coral era exactamente su tipo, una persona sofisticada y con aplomo a la que seguramente no le importaría que su marido estuviera más interesado en su trabajo que en ella. Entonces, de pronto, se encendió una luz en su cerebro. Ya sabía por qué Justin se oponía tajantemente al divorcio y por qué le había hecho esas preguntas tan indiscretas sobre sus «amigos». Si algo había aprendido acerca de Justin en el año que habían estado casados era que se trataba de un hombre posesivo. No quería desprenderse de nada de lo que le pertenecía, y eso incluía a su mujer. Estaba claro que no le importaba estar separado de ella y a miles de kilómetros, que no se hubieran visto durante años y años. Su actitud era la de un marido: su mujer sería siempre su mujer. Aunque ya no estuviera interesado en ella, era demasiado obstinado para dejarla libre si pensaba que otro podía querer casarse con ella. No se daba cuenta de que ella opinaba igual que él: con una vez había tenido bastante.
Reconoció ante sí misma que nunca querría a nadie como había querido a Justin, y a pesar de haberse recobrado del daño emocional que él le había infligido, no creía que fuera capaz de volver a amar con tanta pasión, con tanta entrega. Y tampoco estaba dispuesta a conformarse con una relación tibia y cómoda después de saber lo que era el amor.

HAGANSE PRESENTE LAS BELIEBERS lml COMENTEN Y VOTEN <3

YA NO ME INTERESAS...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora