Tal como te imaginé (Sesshome)

Paréntesis: Un día con Hakudoshi

(Es un nuevo paréntesis donde el pequeño Hakudoshi nos relatará lo que sucede en su linda cabecilla y su ¿inexistente? Corazón, espero lo disfruten ^-^)

Soy Hakudoshi, sin apellido, no soy una persona normal, así que no necesito uno.

Nací hace unas semanas, todo lo que sé del mundo son los recuerdos que Naraku me brindó (muy pocos), después de todo, soy parte de él. Naraku es un híbrido, yo soy casi lo mismo, su parte humana que él desecha pero a la vez parte yokai. Es complicado tratar de definir lo que soy porque eso no se me refirió, se supone que estoy aquí por dos razones y sólo eso. Aún no revelare esas razones, sería contarles el final de la historia.

Cuando Naraku habla sobre mí siempre dice las mismas frases, pero "Carente de emociones" son las que más llaman mi atención.

¿Qué son las emociones?

Aveces cuando la araña no está, yo uso su computadora, un día busqué la palabra Emociones. Habían un sin fin de definiciones, algunas abstractas, otras científicas, otras muy encriptadas para alguien como yo con tan poco conocimiento de muchas cosas. Entendía el punto de vista científico, los demás eran un enigma. Preferí dejar el tema de las emociones de lado y concentrarme en mi osio. Descubrí los videos graciosos en YouTube, veía también canales sobre videojuegos y otras cosas, uno de mis favoritos es el de  ByKerin130 (publicidad xD), también los videos sobre gatos. Gatos... parecían animales complejos, similares a mí. Mascotas pero a la vez más que eso, sus ojos son indiferentes y misteriosos, siempre hacen lo que quieren y consiguen lo que quieren. No estoy seguro pero creo que me gustan los felinos.

He descubierto que me gusta la música que llaman clásica, también las películas de terror y suspenso. Me gusta ver a los humanos agobiados en su insignificante existencia, me gusta la sangre y las cosas lúgubres. Quisiera tocar la nieve tanto como Kagura matar a Naraku. Se supone que no tengo anhelos ni deseos pero los tengo y eso me da miedo.
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Naraku me ha puesto a prueba para saber si le seré útil, se convenció cuando pude explicar y sentir lo que ocurría con los fragmentos.

Entonces me asignó una misión. Fue cuando engañé a la miko y al daiyokai, ella era quien impregnaba los cristales de energía negativa. Fue divertido verla pelear contra la marioneta de Kagura, su éxtasis al verse triunfante.

El yokai peleó contra mí, me partió en dos pero mi cuerpo puede regenerarse en segundos, no poseo siquiera un corazón, al menos es lo que dice Naraku.

Los vi cuando cambiaron de cuerpo, discutir entre ellos, pero sus discusiones no eran como las que he visto antes. Mi reflejo fue reír.

Ella me miró. Les hablé sobre los fragmentos y su incidente, por alguna razón quise hacerlo, la miko ahora yokai me atacó y preferí irme.

Al llegar relate a Naraku lo sucedido, el me felicitó.

Entré en mi habitación y tomé un libro que robe a una humana pequeña camino a casa, me llamó la atención la pasta y decidí que lo quería. "La bella y la bestia", extraño título. Lo leí y apreciaba los dibujos de adentro, los humanos pueden inventar cada cosa.

"Bella se enamoró de bestia", "Vivieron felices para siempre"

¿Qué es el amor?, ¿Felices para siempre?, ¿Por qué decía eso?

Analicé todo con detalle. Kagura pregonaba estar enamorada del yokai que acompaña a la humana Kagome y Kikyo lo hacía igual con el tal Inuyasha... sospecho que a Kanna le llama la atención alguien, la sorprendo viéndolo por su espejo de vez en cuando.

-Creo que eso del amor es cosa de mujeres- quemé el libro, me dio flojera haberlo leído.

Tenia ganas de entretenerme así que lo mejor seria buscar al yokai y la miko, así reiría un poco.