C 40: Cada pieza, cada sentimiento, cada memoria

1K 116 70
                                    

(Éste capítulo será largo porque contendrá lemon, así es, como lo leyeron, contendrá lemon, los menores de edad por favor abstenerse, hice lo mejor que pude, please no me lancen tomates, espero no decepcionarlas)

Los diamantes de Moryumaru van directo a Kagome, son repelidos por un ataque de Tokijin. La joven miko se siente aliviada.

-Sesshomaru, llegaste...- llora.

Los ojos avellana de Rin están fijos en el niño que quiere tanto. Él siente algo cálido que rueda por su mejilla. Ella cierra los ojos. Él atrapa su cuerpo en sus brazos. ¿Qué ha hecho?, Dios pero... ¿Qué había permitido que pasara?

Rin suelta un suspiro ahogado, Hakudoshi suelta varias lágrimas, la niña intenta tocar su rostro pero su mano no llega, cae pesadamente, él la abraza con fuerza. Taisho observa la escena, Rin atravesada por un diamante, el mocoso llorando, su sangre derramada, Kagome herida. ¿Cómo se atrevía ése monstruo despreciable a atacar lo suyo?

Estruja la empuñadura de su espada, el ardor dentro de él va en aumento, era una cascada incontenible deborandole el control. Se lanza al ataque.

Hakudoshi permanece inmóvil, acuna el cuerpo de la niña entre sus brazos, las lágrimas siguen su recorrido por sus mejillas.

-Rin...- se le quiebra la voz -Rin per... perdoname, perdoname... perdoname- lo repetía una y otra vez.

Kagome llega hasta ellos. No puede entender el comportamiento de ése yokai. Se agacha para comprobar lo evidente, la niña está muerta. Higurashi siente una punzada insoportable en su pecho, no por favor, no otra vez, de nuevo alguien que amaba moría. 《¡MALDICIÓN!》Se había jurado que protegería a todos, rechino los dientes apretando sus ojos con furia. Rin, ¿Por qué...? 

-Sesshomaru, él...- Haku permanecía perdido, miraba a la nada pero logra articular esas palabras -¿Podría revivirla, miko?

-Me temo...- su garganta se cerró y el estómago le dio un vuelco, una sensación que no deseaba volver a sentir, rabia, impotencia, tristeza, dolor, profundo dolor -Me temo... Colmillo sagrado sólo funciona una vez... y ella ya... ya... fue revivida...- soltó las lágrimas que tanto había contenido.

Los ojos lavanda se posan en la miko. Éso no lo derrotaria, eso no le haría resignarse, él cometió el error de dejar que Naraku le manipulara, ahora prefería mil veces haber dejado le asesinara a experimentar en ése momento ése estraño sentimiento en su pecho. Entonces lo supo. Él, tenía un corazón. Latia por ésa niña y ahora estaba destruido, por no haber tenido suficiente valor y fuerza para resistirse a la voluntad de su creador.

-Debe haber una forma- le pasa el cuerpo a Higurashi que lo estruja contra su pecho -No me voy a resignar, hallare la forma de... traerla de regreso, la recuperaré...

Kagome por alguna razón le creyó, asintió.

-Niño, no vuelvas a traicionarla... cuento contigo

El albino se marchó.

Sesshomaru y Moryumaru peleaban sin tregua. El Daiyokai efervescencia de rencor, ése maldito se había atrevido a matar a su protegida y herir a la miko. ¡Maldito!

Con todas sus fuerzas golpeó el lugar donde tenía una quemadura que Kagome le hiciera con su flecha. El monstruo se retorcio. Siguió presionando con fuerza, Tokijin lanzaba rayos descontrolados y... se partió llevándose el brazo del yokai desde el hombro. Sesshomaru simplemente tiró el trozo de su espada que le quedaba y empuño a Colmillo sagrado.

-Te mostraré el infierno escoria- sus ojos rojos eran llamas vivas de enojo -Meidô ZangetsuHa

Un solo movimiento de Tensseiga y tras Moryumaru había una luna negra arrastrandole.

Tal como te imaginé (Sesshome)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora