C 6: Compañeros

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-¿Quién es él?- refiriéndose al peli plata -¿Es tu novio?, ¿Acaso está haciendo cosplay?

-¡No!- se aparta del Daiyokai -Es... él es...

Un ruido les hizo girar, lo que vieron fue extraño, eran una enorme cantidad de cuervos de ojos rojos.

《No otra vez...》piensa la joven.

La bandada de miles de cuervos les miraban, no se movían, permanecían sobre los techos, copas de los árboles y calle. Por fortuna la ruta estaba desolada.

-Kagome...- Sango se acercó a su amiga -Esos cuervos nos miran feo...

-Sí- observó que su compañero estaba listo para pelear -Sango, prometo explicarte todo luego, ahora necesito que vayas al colegio y robes un arco y flechas del club de arqueria- Higurashi confiaba en su amiga y en su rapidez. (El colegio estaba muy cerca)

-Lo haré pero luego deberás darme una enorme explicación...- comienza a correr.

Los cuervos lanzaron un chillido penetrante, les atacaron enseguida, Sesshomaru con su látigo les eliminaba fácilmente pero eran cientos y cientos, las garras de los cuervos eran enormes y filosas y eran extremadamente agresivos. Un cuervo mucho más grande que los anteriores volaba sobre ellos, cuando Taisho le atacó se dividió en miles más de aquellas malignas aves de ojos rojos, se precipitaron hacia la chica.

-¡Kagome...!- Inuyasha pasaba por allí y vio todo, jalo a Kagome, la protegió con su cuerpo.

Sesshomaru mató a las aves que querían atacarles, miró al idiota que en su mundo era su medio hermano.

《Estúpidos humanos》continúa su pelea con esas repugnantes bestias aladas.

-¡¿Están bien?!- interroga Shippo sobre Kirara. (Acababan de llegar)

-Sí- contesta ella  -Inuyasha...- los azules orbes miraron al joven -Me salvaste...

-Sí, por lo de ayer...

-Inuyasha...- suspira.

《Él no hizo nada, yo los salvé》Taisho frunció el ceño y eliminó de tajo varias alimañas con su látigo. El peli plata no paraba de atacar, intentaba deshacerse de las molestas aves pero parecían ser miles, se juntaban y separaban con cada ataque.

《Necesito ayudar a Sesshomaru, Sango apresurate...》la azabache rechinó los dientes.

-¡Kagome, tengo las flechas!- grita Sango corriendo a todo lo que sus pies se lo permiten.

-¡Sango...!- Kagome se puso de pie empujando al joven de ojos marrón, un par de cuervos estaban por atacar a su amiga.

La castaña dejó caer el arco y las flechas para desenfundar una espada que recordó el director tenia como decoración en su oficina y ella tomó prestada.

Partió por la mitad de un tajo tres aves, se agachó para esquivar a dos y también las eliminó de un zarpazo.

Higurashi, Shippo e Inuyasha tenían la quijada en el suelo, Sesshomaru pensó que al fin alguien era útil.

Sango recogió las armas y se las entregó a su impactada amiga.

-Sango... ¿Cómo?- la azabache no entendía nada.

-Papá es policía, me enseñó todo tipo de armas y combate- sonrió.

-Entiendo...- miró en dirección al cielo donde estaban Shippo y Kirara -Ayuden a Sango y protejan a Inuyasha

El mencionado hizo una mueca de desagrado al no poder ayudar.

Kagome alistó su arco y flecha.

Tal como te imaginé (Sesshome)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora