C 18: Dudas

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-¡Sesshomaru...- unas gotas de lágrimas se le escapan mientras cae -Despierta...!

Sentía su cuerpo liviano, caía a su parecer lentamente, veía a su compañero perdido en aquella ilusión.

《Moriré... abuelo, Sota, mamá, iré con papá...》

El cabello le cubría el rostro, cerró los ojos, ésta vez no quería morir con los ojos abiertos. Se dejó llevar, ¡Como le dolía no volver a ver a sus amigos y familia!, al menos Sesshomaru se iría con ella.

《No será tuyo...》 pensó. Una sonrisa se dibujó en su rostro al imaginar la cara de Kagura, se daría cuenta de su estupidez muy tarde, si ella muere Taisho también.
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-¡Qué hice!- exclama Kagura al instante de lanzar el ataque, recordó que no la podía matar. Se desesperó.
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El cuerpo de Kagome estaba por impactar el suelo cuando alguien la atrapa en el aire.

Ella siente los brazos de quien la sostiene, abre sus zafiros para observar a un joven de cabellos negros en coleta. Le dirigía una mirada rarisima, eso causó que se sonrojara. Parecía la escena de una película, ella cayendo y después siendo salvada por un apuesto caballero.

-¿Te encuentras bien?- pregunta el joven.

-S-si...- contesta pestañeando, no puede creer su suerte al ser salvada por aquel desconocido.

-Hay que darles una paliza a esos idiotas- sonríe.

Ella asintió con la cabeza.

El joven peli negro la tomó por la cintura y saltó. Un par de saltos y estaban en la azotea. Kagura les miraba confundida pero extrañamente aliviada, la miko se salvó, por consiguiente, su amado yokai también, se cerca emocionada a Taisho cosa que enfureció a la azabache.

-¡Dejalo!- Higurashi le apunta a la dama de los vientos que estruja su abanico lista para defenderse -¡Toma!

Lanza dos flechas simultáneamente, Kagura salta para esquivarlas.

Hakudoshi da un par de pasos atrás, por alguna razón no deseaba involucrarse en la pelea.

El joven rescatador observó el espejo de Kanna, si se lo arrebataba podría sacar al tonto daiyokai de su ensueño. Comenzó a correr para atacarla pero Haku no lo permitió. Aunque no quisiera pelear tampoco dejaría lastimaran a su hermana.

El joven lanzaba patadas que Haku repelia, era un niño fuerte y ágil.

Kagome logró darle a Kagura en una pierna y el costado, el poder espiritual era tan fuerte que le quemó las ropas y la piel, asustada se acercó a Kanna, la pequeña usó su espejo para absorber las flechas que Kagome lanzaba, comenzó a drenarle el alma, la azabache se sentía débil. Hakudoshi le observó, haría algo, no entendía la razón pero deseaba ayudarla. Le dio una patada al joven en el rostro y corrió donde estaban sus iguales.

-Vamonos- ordena en forma autoritaria y seca -Aunque la miko esté débil aún puede matarte y su nuevo compañero es ágil, además, no puedes eliminarla...

Kagura rechina los dientes pero asiente, saca su pluma y todos suben a ella.

-¡No te escaparas!- Kagome lanzó una flecha pero falló.

Sus enemigos escaparon.

-¡Kagome!- el joven corre hasta ella al verle tambalear.
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Ilusión de Sesshomaru

El yokai estaba extasiado, al fin había quitado del camino a todos sus enemigos. camina hasta el trono que le espera con su espada ensangrentada en su mano. Está por sentarse cuando escucha que alguien le llama. La voz se le hace conocida... ya había escuchado esa voz antes. Trata de ignorarla, ve su trono y el llamado continúa. No le da importancia y se sienta pero... algo anda mal, no se siente como creyó que lo haría si llegaba hasta ése punto. Algo faltaba, ¿Qué era lo que faltaba?

Tal como te imaginé (Sesshome)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora