Tal como te imaginé (Sesshome)

C 17: Trampa

(Quisiera que me dijeran si el capítulo se publicó bien y completo please ^-^)

Dos días después de la cita de Kagome, Sesshomaru y Hojo
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En algún lugar de Tokio,  habitación de Kikyo, 6:23 am

La miko caminaba de un lado a otro, mordía su uña.

-Kagome es más peligrosa de lo que pensé, lo mejor es que la elimine, si Naraku encuentra la manera de despertar su oscuridad estaremos perdidos- va de un lado a otro balbuceando -Su parte oscura podría consumirla de todas formas- para en seco -Le haría un favor a la humanidad eliminando a ésa mujer antes que se vuelva una amenaza... pero... ¿Cómo hacerlo?  el daiyokai siempre está con ella...
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Tienda de Midoriko

-No debería esforzarse tanto señora Midoriko, está muy débil- aconseja Miroku ayudando a la mujer para que se ponga de pie.

Ella trataba de arreglar algunas cosas en la tienda, de repente las fuerzas le faltaron y calló al suelo, Shippo llamó al monje para que la auxiliara.

-Estoy bien monje- trataba de hacerse la fuerte. Siente la mano del mañoso en su trasero, le golpea.

-Usted está mintiendo señora Midoriko, antes sus golpes eran más fuertes, ¿Qué sucede?- ésta vez su rostro es serio.

-Shippo, déjanos solos- ordena ella al kitsune que permanecía callado.

- Sí señora- no quería irse pero no tenia de otra.

-Lo que estoy por contarte no debes relatarlo a nadie- se sienta en el sofá de la tienda -Ya no soy la protectora de la perla, no la tengo conmigo y...

-¿Y?- el monje estaba expectante.

-Y con cada día que pasa mi vida es drenada, estoy muriendo... gracias a la perla he podido vivir siglos pero...

-Su magia ya no está a su alcance...- termina.

-Así es..- suspira -Temo que sólo me quedan unas semanas...- baja la mirada.

-¿No hay nada que se pueda hacer?- estaba alarmado por la confesión.

-No, incluso si la perla es purificada, sería Kagome quien recibiría su magia, no hay nada que hacer...

-Comprendo- el monje caminó por la tienda hasta ver el libro que Midoriko utilizó para explicar a Kagome lo que era la perla -Hay algo más, ¿No es así?

-¿A que te refieres?- su rostro palideció cuando Miroku abrió el libro y comenzó a hojear.

-El ataque, el que la perla se quebrara, el hombre cuyo nombre se niega a mencionar, "La araña", hay algo más aquí...- se detiene en una de las páginas y Midoriko parece de papel -Ustedes se conocían...- le muestra la imagen en la página.

-Naraku...- las pupilas se le dilatan -Él, él...

-Usted y Naraku se conocían... lo supe cuando revisé la historia, perdone que haya leído el libro sin su permiso, se me hizo extraño que estuviera escrito por alguien de mi familia

-Uno de tus antepasados- bajó la mirada.

-¿Cuál era su relación con la araña?

Midoriko enmudeció, Miroku la estaba acorralando.
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Despacho de Naraku

Sara, la asistente del caballero de ojos flamantes, leía en voz alta la agenda del día.

-Por último tendrá un almuerzo con los magistrados Tsuhikiro y Sakamoto- concluye la mujer.