C.E. 1: En donde suenan las campanas

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Hogar Taisho, 3:21 am, 2018

Kagome se retuerce en sus sueños, angustiada. Sesshomaru se despierta por los movimientos bruscos de su esposa, apoya su codo en el colchón, su otra mano sacude a la mujer para despertarle, ella grita y se levanta de golpe, casi golpea al hombre.

-¿Estás bien?- pregunta angustiado, ya no se molestaba en ocultar sus emociones, no a ella.

-Se...- pasa su mano por esos cabellos negros revueltos que ocultan su rostro -Sesshomaru...- lo mira. Esos ojos azules lo estremecieron, hacía mucho tiempo ella no tenía ésa mirada de... terror -Tengo miedo...- dijo abrazandolo con todas sus fuerzas, lloró.

Taisho, confundido, correspondió al abrazo, acarició la fémina cabeza mientras ella descargaba sus lágrimas.

-¿A que le temes?- pregunta mientras trata de consolarla con sus caricias amables y delicadas.

-Le temo a la oscuridad...- dijo cerrando los ojos con fuerza mientras su cabeza trataba de fundirse en el pecho de su marido.

Se escucharon unos toques en la puerta. Sus hijos escucharon el grito, fueron para ver todo estuviera bien.

-¡Padres, ¿Sucedió algo?!- pregunta uno de ellos al otro lado de la puerta.

-Su madre tuvo una pesadilla- anuncia el peliplata sintiendo los temblores de la mujer -Vayan a la cama, ya está mejor- ordena.

Lo que menos quería era escándalo, lo mejor era tranquilidad. Escuchó las voces de sus hijos, luego los pasos alejarse. Agachó la mirada, su querida Kagome temblaba de miedo y lloraba. Suspiró, debía hacer algo, no podía verla así, no a ella, no de nuevo.

-Kagome, calmate...- pidió algo indeciso de su proceder.

-Tengo miedo...- apretó los dientes con fuerza -A la oscuridad... donde suenan las campanas...- levantó la vista dejando al yokai helado, sus azules ojos estaban negros, aunque no estaba muy seguro porque la única luz era la que se colaba por la ventana -Dónde suenan las campanas, más allá del tiempo mismo, la grieta se ha abierto y el tiempo regresa para acabar con lo que no debió ser...- se desmaya.

El demonio la sostiene, observa el sudado rostro de la mujer, ¿Qué significaba todo aquello?

¿Qué quería decir?

Unas luces afuera llamaron su atención, acomodó a su mujer en la cama, fue hasta la ventana, dos autos se estacionaban frente a la casa, pudo ver varios yokais bajar, una de ellos le llamó la atención.

-¿Toran?- susurra.

Éso sólo significaba una cosa. Volteó donde se encontraba Kagome dormida, al parecer un poder demoníaco se estaba acumulando a su alrededor, quiso correr hasta ella pero... todo fue en segundos. Taisho trató de acercarse a su esposa, la energía demoníaca fue expulsada con violencia del femenino cuerpo tendido en la cama. Al estar frente a la ventana, el impacto le lanzó, quebró el vidrio y cayó al suelo dos pisos abajo. Los sujetos se apresuraron para entrar en la vivienda. Los cuatro hijos de la pareja les detuvieron el paso en el pasillo antes que pudieran llegar a la recámara.

Todos pararon cuando un fuerte impacto estremeció la estructura. Todos se miraron unos con otros. Corrieron a la alcoba principal, todo estaba chamuscado, pero ni rastros de Kagome. Sesshomaru entró por la ventana para encontrarse de frente con aquella terrorífica escena. ¿Dónde estaba su mujer?

Fue hasta la demonesa de cabello azulado, le tomó por el cuello.

-¡¿Dónde está?!- introduce sus garras en el cuello de la mujer.

-En...- se le dificultaba hablar -En el lugar... donde suenan las campanas...- soltó lo mejor que pudo.

La mano que le aprisionaba le dejó libre. Taisho recordó que la oji azul había dicho eso.

-¿Dónde es ése lugar?- pregunta -Dímelo o te mataré Toran...- exige al borde de la locura, sus ojos comenzaban a enrojecer.

-No lo se...- admite la yokai.

-¿Qué hacían aquí?- cuestiona tratando de no descontrolarse y asesinarlos a todos antes de obtener respuestas.

-Para matar a la híbrida- confiesa sobando su cuello -Es peligrosa...

-¡Maldita!- comenzó su transformación.

-¡Fue orden de los yokais regentes!- exclama.

Taisho se calmó.

-Padre- llama el mayor de sus hijos -Hay que encontrar a madre, quizás los abuelos...

El daiyokai no esperó, fue a la ventana y se transformó en yako, sus cuatro hijos lo siguieron.

Toran les observó. no evitarían la muerte de ésa híbrida, ella debía morir por el bien de todos. Se retiraron del hogar.

Continuará...

Espero lo hayan disfrutado
Como siempre hecho con amor para ustedes.

Feliz regalo adelantado ;)

Qué pasará?
Sepanlo en el próximo episodio ^-^

Qué nombres desean darle a los hijos de Sessho y Kag?

Me despido, bye ♡

Tal como te imaginé (Sesshome)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora