Tal como te imaginé (Sesshome)

C 20: En la montaña

Templo, habitación de Kagome

Se acostó en su cama. ¿Realmente dejaría que él se fuera, ya no le importaba? Mentira, se estaba engañando, sí le importaba, no quería que se fuera pero... no seguiría obligandolo a protegerla ni a seguirla en un asunto que desde el principio a él no le interesaba.

-Eres un tonto, me gusta como eres, no me importa si eres villano o no...- masculla -Lo que me duele es...- se pone de pie y busca el plumón, aún tenía el cristal de la perla -Lo que no soporto es ser siempre la segunda opción... siempre estarán primero tus deseos de poder... no puedo competir contra eso, yo te creé así, qué error- vuelve a sonreír pesado, pensaba en eso cuando sonrió en la habitación de Sesshomaru, en su error, se dio cuenta de su enorme tropiezo comenzar a querer a alguien que quizás nunca lo haga -Es mejor dejarte en paz para buscar lo que te haga feliz...
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Día siguiente, afueras de la ciudad, 4:43 pm

El grupo se dirigía a una montaña, muy lejos de la ciudad. Escucharon sobre unos ataques yokais en ésa área. Desde hace rato buscaban alguna pista pero no encontraron nada fuera de lo común, la tarde comenzaba a caer y cada quién se perdía en sus pensamientos.

Inuyasha pensaba en la posibilidad de encontrarse con Kikyo, aunque le doliera, si ella trataba de hacerle daño a Kagome... él lo impediría.

Koga iba muy cerca de Kagome y Shippo que estaba en brazos de la joven. Ella permanecía inusualmente callada, parecía ensimismada, no se daba cuenta de la cercanía del joven lobo.

Sango le observaba preocupada y también miraba de vez en cuando a Miroku, hace un tiempo que él llamaba su atención. Pero sus principios eran firmes, no se enamoraría de alguien tan corriente como Miroku.

Kirara no estaba, se quedó en la ciudad junto a Midoriko.

Sólo faltaba una persona, Sesshomaru.

La azabache imaginaba que no iría. Cuando los chicos llegaron al templo para hablar de los problemas en el lugar, él no se enteró, no había salido de su habitación siquiera. Ella no esperaba verlo, más sin embargo...

-Sesshomaru...- dijo Miroku deteniendo su marcha al igual que los otros.

El mencionado estaba a un lado del camino muy tranquilo, parecía esperarlos.

-¿Que haces aquí?- pregunta Higurashi feliz y confundida.

-Yo puedo hacer lo que se me venga en gana- la ve por el rabillo del ojo.

-Como digas...- contesta irritada. Tan listillo como siempre.

-Chicos sigamos- habla Sango.

Los presentes siguieron su camino. Taisho sonrió y fue tras ellos a una distancia prudente.
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Kikyo buscaba el fragmento en aquella montaña, Naraku tenia una reunión en el hotel que estaba en la falda del lugar y ella sintió la presencia del cristal, decidió ir sola.

Ya estaba cerca.

Llegó a un claro, sentía el fragmento pero no había nada allí. Se concentraria para poder localizarlo con exactitud pero escucha ruidos y voces.

El grupo de Kagome llegó justo donde estaba ella, todos le quedaron viendo.

-Kikyo...- para Inuyasha era agridulce verla.

-¿Buscan el fragmento?- pregunta centrando su atención en Kagome.

-Sí- contesta ella tratando de parecer firme.

-Yo igual, eso es un inconveniente...- cruza sus brazos.

-Entonces que sea de quien lo encuentre primero- lanza Sango que no soportaba a la miko de ojos café.