Tal como te imaginé (Sesshome)

C 45: El deseo correcto

Allí estaba ella, su vista nublada, su padre ahorcandola listo para atravesarla, la perla gritando le matara, las almas agitadas, las bestias aullando...

Será que de verdad morirá...?
Pero es que, ella no desea morir, no desea rendirse, no quiere perder... ha perdido demasiado ya. Su familia... Sus amigos... todo, excepto la fe en él y sus ansias de verlo una vez más, aunque sea una sola.

Cierra los ojos esperando sobrevivir a la inminente herida que le iban a propinar, concentra su poder espiritual en sus manos pero aunque queme a su padre no logra hacer la suelte.

El tentáculo está listo, se mueve para atravesarle la piel pero nunca llega. 

Abre sus azules orbes para encontrarse con una escena inesperada.

Algo había partido el brazo de su padre, su piel era quemada pero no fue su poder espiritual.

Y entonces... como en las tantas películas que vio con sus amigas, el protagonista salva a la chica... algo trillado pero que no obstante irrelevante, recordaba suspirar en cada una de esas pasadas de moda escenas, ¿Por qué le resultaba tan hermoso que él como un príncipe azul de cuento las salvara y todo estuviera bien? ¿Por qué él le resultaba en ése momento eso que toda mujer desea en el fondo?

Su visión se encuentra con el rostro más divino que pudo haber visto jamás. Realmente supo en ése momento hasta donde llegaba su amor por aquel yokai, hasta donde era el alcace de sus sentimientos. No puede dejar de verlo, no puede evitar sus emociones surjan arrebatadoras arrasando con su interior estallando en luces y estruendos. Kagome Higurashi está enamorada, enamorada, enamorada de Sesshomaru...
Puede recordar el momento en que le asesinó y eso no disminuye su amor por él, lo acresenta sin control, piensa en lo que debió sufrir sabiendo lo sucedido entre ellos y aún así aventurarse a sentir ésto que sienten. Ella lo ama... 《Aunque nos separemos juro te buscaré en incontables vidas, sólo por volverte a ver... cómo duele sentir el final tan cerca》

Él permanece inmóvil por unos segundos, contempla a aquella humana, ¿Cuándo se convirtió en su mundo entero? , ¿Cuando comenzó a... amarla tanto?, quizás desde siempre. Ella era aquello que siempre buscó en silencio incluso sin saberlo, ella era para él.

[《Kagome... siempre te protegeremos... siempre te cuidaremos, nuestra hembra》]

Sesshomaru se acerca a la joven, ve las marcas en su cuello, se enfurece, ve al hanyou padre de la miko con ira, antes que ella pueda decir o hacer algo él corta sus tentáculos, luego, simplemente parte a Naraku en dos. Entonces Higurashi grita, su sufrimiento le duele, es su padre después de todo. Él le dedica una mirada con sus ojos escarlata, ella corre hasta él.

-Mi pequeña Kagome- menciona con voz apagada -Al fin podre ser libre y estar junto a tu madre...

Lloró, lloró amargo.

-¡Papá!- las lagrimas se le escapan sin control. Él se desintegra por el efecto de Colmillo explosivo.

-Siempre fui yo el contenedor, nunca fue Hakudoshi, Magatsuhi me utilizó y yo...- una sola lágrima sale de su ojo derecho -Les hice tanto daño...

-No digas eso...

-Taisho...- le sonríe -Gracias, cuidale

Le ven terminar de desaparecer.

Cae al suelo, no puede más... duele demasiado saber que vas perdiendo a tus seres amados uno por uno. Ya basta por favor...

Sabe que suplicar no servirá de nada pero ya no puede contener su dolor.

Sesshomaru se acerca, se agacha para verla. 

-Kagome...- los monstruos llegan por montones -Terminemos con esto, necesito estés a mi lado...