C 50: Tal como te imaginé

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Quinientos años después, Tokio, Japón, hogar Higurashi.

Llamaron a la puerta, Souta corrió para abrir, quizás era ella. Efectivamente era ella.

-¡Señora Taisho!- dijo con júbilo el niño de doce años haciéndose a un lado para que la mujer de ojos azules entrara.

-Souta, te he dicho que me llames hermana- sonríe ella sentándose en el salón.

-Lo siento hermana mayor- dijo el chico mientras corría a la cocina para avisarle a su madre sobre la visita.

-Querida Kagome- dice el anciano abuelo entrando al hogar, había estado en el templo.

-Muy buenos días abuelo- saludó ella con una cálida sonrisa y fuerte abrazo.

-Hola Kagome- Naomi se acercó para abrazarle también.

Ella jamás los olvidó, esperó todos esos años para volverles a ver. Como maestra de la escuela primaria en que Souta asistiría sabía que era inevitable no verlos, así fue. Sonrió y casi lloró de felicidad, ambos, sus padres, estaban bien. Souta y el abuelo igual. Se hizo amiga de la familia y ya nunca más se separó de ellos. Los amaba tanto, como a sus verdaderos padres y hermanos. Los amaba en verdad.

-¿Dónde está el señor Higurashi?- pregunta la joven.

-Está por llegar...- anuncia Naomi pasandole algo de té y galletas.

Cuando el padre de Souta arribó a casa todos conversaron amenos y felices, en la noche el esposo de la joven llegó por ella, se despidió de su otra familia y prometió regresar lo antes posible, era verdad, no podía estar mucho tiempo lejos de ellos.

Mientras iba en el auto sonreía como tonta pensando en lo afortunada que había sido ésta vez. Ella y sus seres queridos.

Kikyo e Inuyasha aún vivían juntos, encontraron la manera de ligar los años de la miko a los del hanyou. Tienen un hijo al que malcrian en mimos. Al final, ellos permanecieron juntos y era hermoso verlos felices.

Shippo se casó con una yokai muy bonita y enérgica llamada Souten. Ambos son unos testarudos cabeza dura por lo cual su relación es entretenida.

Koga y Ayame viven a las afueras junto a sus cinco cachorros, Koga realmente quería una familia grande. Esos cachorros, aunque ya no lo son más, realmente que pueden ser unos pillos.

Rin y Hakudoshi estaban juntos, desde el primer momento se supo que ellos eran el uno para el otro, aunque a Sesshomaru no le agrade la idea. Ella es igual que Kikyo, está ligada a Haku. Tienen dos hijos ya mayores y ahora viajan por negocios.

Inu no Taisho e Irazue se arreglaron, volvieron a ser un matrimonio sólido, ésa noticia alegró a Sesshomaru aunque él no lo diga. Siempre de hombre fuerte y reservado.

Su padre, Naraku, resultó ser de nuevo el alcalde, sólo que ésta vez sí hacía bien su trabajo, Midoriko lo apoya en todo, hasta en su alocada idea de volverse presidente. Todos le apoyan de hecho.

No podía negar extrañaba a Sango, Miroku, Kohaku, Hitomiko, Bankotsu y a Jakotsu, pero los seres humanos no viven para siempre. Ellos tuvieron vidas plenas y felices, realmente felices, hasta el último momento procuraron estar siempre unidos, como una familia.

Los Taisho son amigos de varios de sus descendientes, es como si ellos vivieran en esas personas.

Kagome cerró los ojos con felicidad, suspiró. Realmente la vida les había recompensado todo aquel sufrimiento. Había valido la pena, sí que había valido la pena, cada lágrima y cada momento de tristeza.

Tal como te imaginé (Sesshome)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora