PROMESAS; Nara Shikamaru. ✓

Capítulo 25: La marca.

—¡Vamos, _____!

—¡Enma! ¡Ya te dije que no puedo!

Me encontraba con Enma entrenando, él me trajo hacía un acantilado, en el acantilado había un árbol caído el cual tenías que saltar para llegar al otro lado.

Enma quería que saltara al árbol...este mono quiere matarme.

—¡No creí que fueras una cobarde!

—¿Qué has dicho? —giré mi cabeza tétricamente, él se asustó. —Te mostraré que puedo.

Tomé airé y comencé a concentrarme.

Solo debía saltar hasta el árbol, ¿qué problema hay?

¡Claro, que puede que no llegue y caiga!

—¡Así se hace! —exclamó con un salto de felicidad. —Sabía que podías.

—Tks, calla y sigamos.

Enma saltó y llegó al árbol sin ninguna dificultad.

Tonto mono...

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Después de un duro entrenamiento con Enma, me encontraba en casa en el sillón tomando un jugo. Asuma nii-chan había salido, quizá con Kurenai-sensei.

Pasaron unos minutos y mi hermano volvió, él se encontraba con una gran sonrisa.

—¿Pasó algo con Kurenai-sensei? —pregunté con una cara de picardía, noté como mi hermano se sonrojó. —¡Ja! ¡Lo sabía!

—No es lo que crees. —dijo con nerviosismo mientras sacaba un cigarrillo y lo llevaba a su boca. —No ha sucedido nada.

—Oh, ¿Te han rechazado?

—¡_____!

—Ya, ya. —reí. —Deberías de decirle lo que sientes, ambos hacen una linda pareja y se le nota mucho a Kurenai-sensei que esta loquita por ti.

—¿Ahora das consejos de amor? —preguntó burlón. —No creí que tú dirías eso, siempre encontraste el amor molesto.

—Hmp. —hice un puchero.

—Alístate, iremos a la barbacoa.

—¿Para qué?

—Celebraremos que Shikamaru logró ser chuunin.

Abrí mis ojos como plato al oír eso.

—¡¿Qué?! —exclamé aun sin creérmelo. —¿Estás seguro de lo que dices?

—Sí, hoy la Hokage lo nombró Chuunin.

—¿Hablamos del mismo Shikamaru?

—Al parecer nuestro padre quedó impresionado con su participación en los exámenes chuunin.

—¡Eso no es justo! —me crucé de brazos e hice un puchero. —¡Yo no pude ni participar!

—Fue para protegerte. —colocó una mano en mi cabeza y sonrió. —Y ahora me toca protegerte.

—Hai, Hai. —sonreí. —Después me tocará proteger a tu hijo con Kurenai-sensei~

—¡_____!

—Ya, ya. —reí. —Iré a alistarme~

Fui a mi cuarto a alistarme, me miré en un espejo y vi mi marca. Toqué aquella marca... ¿seguro todo saldrá bien?

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