PROMESAS; Nara Shikamaru. ✓

[2T] Capítulo 35: Celebración.

Shikamaru.

Me encuentro viendo unos papeles cuando alguien golpea la puerta, quien entra es el Hokage.

—Hokage-sama. —habló mi compañero.

—¿Dónde está el reporte de ayer? —preguntó el Hokage.

—Tercer estante. El segundo a la derecha.

—¿Este? —preguntó al momento de tener el reporte. —Entonces, el material temporal está...

—El tercero del segundo.

—Gracias por decírmelo.

—Hokage-sama, sobre la inspección de la próxima semana...

—¿No te dije que me bastaba con Kakashi-san? —dijo con un suspiro.

—Eres demasiado correcto, senpai. —habló mi compañero.

—Tómense un descanso. —decía el Hokage.

El Hokage se fue y yo tomé su palabra, me dirigí a la azotea a mirar las nubes.

—Ah, no me hice ninja para trabajar en una oficina. —decía mi compañero. —¿No está aburrido, Senpai?

—Hacía mucho que no contemplaba las nubes. —digo mientras miraba las nubes.

—A veces hablas como un anciano.

—Me lo han dicho.

—¿Su novia? —preguntó pícaramente.

—Sí, mi novia.

—Y dígame Senpai, ¿su novia es celosa?

—¿Eh?

—Usted recibe varios regalos de chicas y bueno varias les coquetean en la calle cuando vamos por algo del Hokage-sama.

—Nunca creí que me volvería popular con las chicas, es algo fastidioso. —suspiré. —____ es celosa y digamos que evito recibir algo de una chica.

—¿Por los celos?

—Aprecio mi vida. —digo recordando la última vez que recibí algo de una chica. ____ casi me corta la cabeza —No quiero terminar sin cabeza.

—Su novia debe dar miedo. —decía aterrado. —¿Por qué sale con alguien así?

—Se acabó el descanso. —digo mientras comienzo a caminar.

—Siempre evita mis preguntas, senpai.

Volvimos al trabajo.

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Después de haber ayudado a Kakashi-san, me vine a casa y me encontré con la sorpresa de que mi madre no estaba.

Ella dejó una nota diciendo: "Shikamaru vuelvo mañana en la mañana, iré donde mi amiga. Te dejé la cena lista, asegúrate de comerte todo"

Fui a la cocina por la comida y la puse a calentar.

—¿Quién será ahora? —pregunto al escuchar el timbre de mi casa. Fui a ver de quien se trataba y me encontré con mis amigos. —¿Qué hacen aquí?

—¿Por qué esa cara? —preguntaba Kiba. —Venimos a hacer fiesta.

—¿Por qué en mi casa?

—Era la más cercana. —habló Shino.

—He traído botanas, Shikamaru. —decía sonriente Chouji. —Y también refrescos.