Cambio de parecer

1.3K 138 30
                                    

Los días pasan uno detrás de otro, todos idénticos entre si. Al final, entre Charles y Hank consiguen sacarme de mi habitación. Primero solo para comer, luego descubro el gimnasio y ayuda el poder ejercitarme. Duermo mejor cuando estoy agotado, y también como mejor después de hacer ejercicio. 

Descubro también que el pequeño Hank tiene fijación por mi. Por algún motivo le he caído bien, pues siempre anda revoloteando a mi alrededor. Con el paso de los días conozco también a su hermano Gideon, ambos de cuatro años. Tienen un hermano más en común, el pequeño Peter, de poco mas de un año. Muchas veces puedo verlo corriendo detrás de alguno de sus hermanos, pero lo mas común es que esté en brazos de Charles. 

Una mañana despierto con unos leves golpes en la puerta y me levanto mientras esta está siendo abierta, Hank lanzándose en plancha sobre mi. -Hank, ¿qué te he dicho de entrar sin esperar a que te den paso? No puedes ir colándote así en las habitaciones.. -niego con la cabeza a Charles antes de que se disculpe, viendo tras él a Gideon y a Peter agarrado a su camiseta cual patito. -No pasa nada. -Atrapo a Hank en un abrazo, sentándolo sobre mis piernas. 

-¿Te importaría echarles un ojo unas horas? Le van a hacer la cesárea a Eric y quiero estar ahí... -asiento sin necesidad de pensarmelo. Por supuesto. Todavía no se si estoy embarazado o no, pero tengo claro que no querría estar solo al momento de operarme para que naciese el bebé. -Claro, no te preocupes... yo me encargo. -Lo noto nervioso y me levanto, abrazándolo con fuerza- todo irá bien, Charles... dale toda mi fuerza a Eric.

Eric me ha contado, en una de nuestras tardes de paseos por los pasillos del bunker, que perdió a su primer hijo, llevó el embarazo hasta el final pero la falta de seguimiento durante el embarazo hizo que su bebé naciese muerto. Eric es un 11, así que lleva alrededor de unos 7 años siendo un esclavo. Eric también fue un esclavo complicado, como yo. Pasó por tres dueños diferentes antes de llegar a manos del señor Cleaver. Se ve que el estado hace ciertas concesiones con este hombre, pues la cantidad de esclavos que tiene y la cantidad de niños que trae al mundo en consecuencia hacen que pueda saltarse un poco las normas. Las fechas no son importantes cuando se trata del señor Cleaver. 

Poco a poco, entre una conversación y otra, uno se va enterando de como funcionan las cosas aquí abajo. Te inseminan una vez al mes mientras no quedes embarazado. Una vez lo haces programan la fecha para la operación con una estimación bastante genérica, sin revisiones ni controles. Una vez operado y el bebé nacido, tu eres el único encargado de cuidar de él. Tienes entonces seis meses libres, para encargarte de que el bebé crezca y esté sano. Una vez pasados esos seis meses, vuelven a inseminarte en busca de otro embarazo. El chico que tiene aquí el récord, Griffin, tiene ya ocho niños...aunque por lo que cuentan está costando que logre otro embarazo.

Mantengo a los niños entretenidos en mi habitación, jugando toda la mañana hasta que el pequeño Peter cae dormido de puro agotamiento, aprovechando el momento para mandar a los mayores a la pequeña biblioteca del bunker, enseñándoles a leer como he visto hacer a Charles. Son una pareja extraña, Charles y Eric. Por lo menos aquí. Hay algunas parejas, ya sea sentimentales o puramente sexuales, pero nadie mas aquí ha formado una familia como lo han hecho ellos. Algunos de los hombres, sobretodo los que solo tienen un hijo, tienen un poco mas de reservas, cuidado a su hijo con cariño y atención. Pero la mayoría tienden a vivir en comunidad. Tan hijo es el propio como el de otro, se dedican a mantenerse vivos, los niños viviendo todos juntos y creciendo como salvajes. Hank, Gideon y Peter son una excepción aquí abajo, aunque en otra parte serían niños completamente normales, aquí son brillantes.

-No, Hank. Estoy seguro de que tu padre nunca te deja repetir el postre. -Me aseguro de que no se sirva una segunda ración al tiempo que lleno de nuevo la boca del pequeño Peter. Inconscientemente busco todo el rato la puerta con la mirada, esperando ver llegar a Charles, decir que ha ido todo bien y presentar al nuevo miembro de la familia. No todos los niños aquí abajo tienen el sentido de unidad y exclusividad que tienen los tres hijos de la pareja. Ellos saben, sienten, se comportan como los hermanos que son. 

Por la tarde vamos a la habitación de los niños, la que un día fue la habitación de Charles. -¿Dónde está papá, Alec? - Sonrío levemente, no es la primera vez que oigo esa pregunta. -Han ido a buscar a Scott, ¿recuerdas? -Le paso una mano por el pelo, intentando que se duerma. Se les harán las horas mas cortas con una siesta. Asiente y cierra los ojos. -Tengo ganas de conocerle... aunque al principio solo lloran y duermen.. y lloran y duermen... y lloran -bosteza- y duermen.

Los arropo bien a los tres una vez dormidos, saliendo a la puerta justo en el momento en que veo llegar a Charles con el pequeño Scott en brazos, envuelto en mantas. -Charles... ¿cómo está Eric? -sonrío acercándome, echandole un ojo al pequeño bebé entre las mantitas. -Él... él ha perdido mucha sangre... no sabemos si pasará la noche... -Siento como me pasa al bebé y lo cojo por inercia, viendo como se apoya en la pared y se deja caer hasta el suelo, encogiendo las rodillas y cubriéndose la cara con los brazos. -Ese imbécil de Mark... no ha tenido suficiente cuidado. Sabía de sobra que no tenía sangre para Eric... -Como sintiendo el malestar de su padre, el pequeño Scott en mis brazos empieza a llorar también, pero eso no hace reaccionar a Charles. Por suerte, cuidé de Max lo suficiente cuando era un bebé como para saber calmar al pequeño. -Charles... Eric es fuerte. Saldrá de esta, lo sabes. -Me siento a su lado, rodeando sus hombros con mi mano libre, dejando que se desahogue. 

Eric pasa la noche, pero su estado no mejora y Mark es tan desalmado que al día siguiente lo bajan a la habitación con la fiebre por las nubes. Por suerte para todos, uno de los esclavos mas jóvenes era un estudiante de enfermería antes de ser vendido, así que entre Charles y él logran mantenerlo esclavo.

De pronto, mi habitación está invadida por tres niños pequeños preocupados y un bebé al que no tengo ni idea de como cuidar. Puedo calmarlo, cambiarle un pañal... pero no se nada sobre que hacer con un bebé recién nacido. La mayor parte del día solo lo observo dormir y pronto uno de los chicos me enseña como preparar correctamente un biberón.

Cinco días tienen que pasar hasta que una noche veo a Charles en el umbral de la puerta de mi cuarto, sus tres niños dormidos sobre mi cama mientras yo doy el último biberón del día al pequeño Scott. -Siento haberte cargado con todo esto, Alec... -Niego, acercándome a él. -Ni se te ocurra disculparte, lo entiendo. No ha sido molestia, de verdad. ¿Cómo está? -Sonríe triste, acariciando la manita del bebé. -Está mejor... la fiebre ha bajado y está consciente... se recuperará. 

Sonrío y le paso al bebé, sabiendo que tiene que estar deseando verlo. Realmente no he visto a ninguno de los dos desde que trajeron a Eric tras el parto, ni yo ni los niños. -Está deseando conocerlo... y seguro que tu también, Scott. -Veo las lágrimas escapando de sus ojos y sonrío, sabiendo que esta vez son de felicidad. 

I dreamed a dreamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora